O19

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La sorpresa se llevó a cabo en la playa. Sí, en la playa, ahí fue donde se le ocurrió a JungKook tener una velada romántica, casi a la orilla del mar, pues ese era el lugar favorito de JiMin, y él no tenía problema alguno en hacer aquel deseo de su ahora esposo realidad.

El rubio era una persona que le gustaba las cosas simples, así que se conformaba con todo ¡Hasta con la deliciosa comida que cocinó JungKook! Ese detalle fue el que más le gustó, aparte de la decoración.

Estaba tan contento que, para finalizar se animó a bailar una canción suave con el contrario, escuchando de fondo como las olas iban y venían y siguiendo el compás de la hermosa canción que se reproducía en su móvil, "Perfect" de Ed Sheeran. JungKook tomando la cintura de JiMin y éste posando su manito en su hombro, cantándose para ellos mismos sin dejar de sonreírse el uno al otro cuando sus miradas se conectaban.

Entonces recordaron, recordaron su primera confesión de amor, su primera cita, su primer beso, su primer aniversario de enamorados, su primer día en el cual decidieron convivir juntos, su primera discusión que lograron solucionar y los momentos más felices de sus vidas juntos que guardaban hoy en día en cada uno de sus corazones.

─ Nochu, yo soy tú ─le susurró JiMin apunto de besarlo al mismo tiempo que esperaba ansioso a que prosiguiera lo que continuaba.

─ Y tú no eres yo ─bromeó, pero el beso que recibiría nunca llegó.

Los piecitos descalzos de JiMin dejaron de estar en punta y los ojitos que mantenía cerrados se abrieron de golpe.

─ ¡Oye, así no es nuestra frase! ─reclamó haciendo pataleta.

─ Ah, ¿Sí? ─dijo JungKook, no queriendo reír al ver la carita atónita de su pareja. Le parecía graciosamente tierno─. ¿Entonces cómo?

─ "Y tú ere-... ─un corto beso lo calló e interrumpió.

─ Y tú eres yo. Nunca lo olvidaría, bebé.

Y como si se tratara de una ranita que recién aprendía a dar brinquitos, un torpe JiMin dio un largo salto, siendo atrapado en los brazos reconfortables de su Alfa que le tomó por sorpresa pero que reaccionó al instante, o bueno, algo así. Ambos habían caído, riendo aún por lo torpes que habían sido y terminando por recostarse en la arena para apreciar la luna llena además de las escasas estrellas que lo acompañaban en el bello anochecer.

៸៸ ♡ ៸៸

Al principio pensaron en ir de vuelta a casa, pero JungKook había decidido pasar la noche en la casa de playa que había comprado meses atrás ya que, también formaba parte de la sorpresa.

La casa de playa lucía realmente grande, contaba con dos pisos y un amplio jardín que lo rodeaba, una terraza con vista al mar e incluído una piscina. Y si hablamos del interior, está contaba con un comedor, una cocina, una habitación con un baño propio y aire acondicionado.

En cuanto entraron JiMin quedó maravillado, quería caminar por toda la casa como todo un niño curioso pero solo se la paso persiguiendo a JungKook con miedo a perderse. Éste no dejaba de reírse al ver que su novio se quejó al chocar contra la puerta del baño por donde él había desaparecido para asearse.

Tiempo después, JungKook salió encontrándose con su pequeño sentado en el piso con las piernas y brazos flexionados, su naricita roja del frío y sus ojitos cerrados del cansancio. Se había quedado dormido.

─ Bebé ─se puso a su altura y lo movió un poquito tratando así de despertarlo─. Ve a darte un baño y luego vamos a la camita a dormir ¿Si?

─ Tengo frío ─puchereó entredormido.

─ Tienes frío porque estas con la ropa húmeda.

─ No quiero bañarme.

─ No seas flojito y ve a darte un baño con agua caliente.

─ Pero Hyung~

─ Pero Hyung nada, no hay mimos ni besitos antes de dormir si no lo haces.

Justo cuando JiMin pensaba hacerle uno de sus berrinches infantiles el timbre resonó por toda la casa. El pelinegro le dio una última mirada como advertencia y se fue a ver quién lo buscaba a estás horas del día, asimismo JiMin se levantaba y se encerraba en el baño para darse su bendito baño.

Cuando JungKook abrió la puerta se encontró con dos pequeños niños que jugaban con el timbre de su casa, buscó con la mirada a la madre de estos y sus ojos pararon en una señora de mayor edad que se aproximaba, al parecer ella era la madre ya que, apenas se acercó a sus hijos los regaño por su travesura y también le pidió una disculpa.

Una vez que JungKook volvió a entrar a su casa escuchó un ruido provenir de arriba de algo caer, preocupado caminó rápido hacia la habitación pero paró en seco cuando un aroma invadió sus fosas nasales. Frunció el ceño confundido al sentir su nariz picar y siguió olfateando el aroma hasta parar en la puerta de su habitación.

Detrás de la puerta estaba JiMin, y no precisamente el JiMin que conocía. Sin lugar a dudas ese olor que lo había guiado allí era el del celo de su omega.

Por inercia JungKook tomó la perilla pero no la giró, solo se mantuvo parado procesando la situación. No sabía qué hacer, si ir a por los supresores que tenía guardados en caso de emergencia o entrar y mimarlo como solía hacerlo la mayoría de veces.

Dudo un poco por la segunda opción pero terminó por escoger la primera. Sabía que si entraba ahí JiMin actuaría igual que última vez y todo se saldría de control, así que, se retiró en busca de los supresores y un vaso con agua, cuando tuvo todo a su mano se armo de valor y entró.

─ ¿Alfa? ─con sus cortos brazos abrazando con fuerza su estomaguito llamó a JungKook desde la cama para que le ayudara─. ¡Alfa!

─ Aquí está Alfa, bebé.

JiMin quitó un poco la mantita que cubría todo su cuerpo y miró a su Alfa quien tenía entre sus manos dos cosas, los supresores que tanto odiaba ingerir y un vaso con agua. Su carita formo una mueca de asco e inmediatamente volvió a cubrirse con su mantita de pies a cabeza.

─ ¡No, no quiero más supresores!¡Me niego a tomar más supresores! ─los gritos que soltaba fueron remplazados por gimoteos y esos gimoteos se volvieron lloriqueos.

Él quería que lo ayudara de otra forma, de esa forma que dijo que sería única y especial.

៸៸ ♡ ៸៸

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perdón, perdón y perdón
les hice dos caps como disculpas, andaba desaparecida.

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