O21

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Despertó al salir el alba, su cara estaba escondida entre la tibia piel de el cuello del rubio, aspiró aquel dulce aroma varonil que tanto le encantaba y lentamente se fue separando para admirar al chico el cual estaba abrazando. Su cabello estaba desordenado, tenía un leve puchero y su nariz se arrugada tiernamente en ocasiones. Sintió su respiración tranquila al igual que una serena paz en ella instalada. Se sentía realmente cómodo.

Una de sus manos subió hasta el rostro de JiMin y acarició con suma delicadeza cada una de sus facciones. Admiró los cachetitos esponjosos que tenía e instintivamente le dieron ganas de morderlos. Estaba demasiado absorto en el menor, tan cautivado por su linda cara y tan enamorado de ese chiquillo.

Inconscientemente sonrió y una lágrima se le escapó, aquella lágrima había sido de la felicidad. Porque al lado de JiMin había encontrado su felicidad y amor incondicional. No necesitaba pedir nada más a la vida porque con JiMin lo tenía todo, JiMin había sido hecho para él y él para JiMin.

Se sentía tan afortunado de tenerlo como su omega.

Cuando JungKook miró la marca en el cuello del contrario, se acercó y pasó su lengua quitando así la sangre seca de ahí. Lo sintió moverse y lo siguiente que escucho fue un bostezo acompañado de un tímido saludo.

─ Nochu ─su susurro fue casi inaudible, sus ojitos no estaban del todo abiertos debido a la luz que iluminaba la habitación y lo primero que logró visualizar fue al pronunciado sonriéndole enternecido.

─ Buenos días, bebé ¿Cómo dormiste? ─la voz de JungKook a comparación de JiMin se oyó bastante ronca.

Aquella pregunta había hecho que las dos manzanitas de JiMin se colorearan en un rojo carmin. Se sentía avergonzado, había recordado todo lo ocurrido ayer por la noche, desde el inició hasta el final, en donde JungKook terminó limpiándolo con pañitos húmedos, cambiándolo tal cual bebé y hasta cantándole una cancioncita de cuna asimismo lo llenaba de besos.

─ M-muy bien ─tartamudeó y se golpeó mentalmente por no haber hablado normal. Al intentar desviar su mirada se le hizo casi imposible cuando su vista paró en el cuello de JungKook quien tenía ciertas marquitas rojas. ¡Eso le había hecho él! ¿Qué le dirían ahora en el trabajo cuando vuelva?.

─ No tienes porque ponerte tímido después de haber hecho el amor ─dijo y como si fuera poco lo miró con picardía.

─ ¡Nochu! No lo digas en voz alta ─y por primera vez en la vida JiMin quizo hacerse más chiquito, no quería que lo viera como un tomate así que se cubrió con su mantita todo lo que pudo.

─ Pero mi amor~ ─una risita divertida se le escapó de los labios a JungKook. Le daba tanta gracia que JiMin actuará así por lo que intentó destaparlo entre juego y juego, hasta que terminó encima suyo y besándolo con tanta dulzura─. Te amo.

─ Yo más ─confesó JiMin, rodeándolo con sus cortos bracitos por su cuello para atraerlo más a él y poder juntar sus labios de nuevo. Sin embargo eso no paso pues, su novio se encargó de besarle su pecho desnudo y no sus belfos gorditos.

─ Oh no, ya empezamos, yo te amo muchísimo más ─de a poco fue subiendo su caminó de besos húmedos por su cuello, luego su quijada y por fin sus labios que ansiaban ser besados.

─ Pero eso no es justo ─puchereó y JungKook aprovechó en tirar con sus dientes de ese adorable labio inferior.

─ Esta bien, bebé, nos amamos por igual ─le dio un piquito y lo siguiente que hizo fue susurrarle en la oreja luego de morderle su lóbulo de ahí mismo─. Pero yo más.

─ ¡JungKo-... ─lo regaño, o intentó hacerlo, más fue en vano cuando fue callado por unos labios sobre los de él. A fin de cuentas terminó correspondiéndole gustoso, lo que más quería era un beso, eso de los cuales te hacían flotar en las nubes y sentirte como si estuvieras sobre ellas.

› 〉 de mimos a falta de atención ፧ ꒰ kookmin! ♡   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora