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Llevaba minutos, hasta quizás horas observándo con detención cómo es que JungKook yacía tecleando su lapto en el escritorio.

─ Nochu, ya ven a la cama ─llamó el omega, pero su novio lo ignoró por completo centrando su vista en la pantalla.

Un largo suspiro salieron de sus gorditos labios al ver que el mayor no pensaba hacerle caso, así que no tuvo otra opción que levantarse de la cama e ir hacia el mayor y sentarse en una de sus fuertes y tonificadas piernas. Muy desilusionado el más pequeño lo miró triste, ya que no lo había recibido como las tantas veces; con un besito en sus rechonchas mejillas.

─ Alfa ─se acercó a su pecho empezando a restregar su pequeña naricita en busca del olor a menta y chocolate amargo de su pareja. Quería más, necesitaba seguir olfateando, sino fuera por un agarre en su quijada que se lo impidió.

─ JiMin... ─lo llamó soltando un largo suspiro─ sabes que eso me causa cosquillas, no lo hagas mientras estoy ocupado. Ya ve a la cama a dormir, me tardaré con esto ─dijo con el semblante totalmente serio, a duras penas intentando no actuar cariñoso al ver el pucherito que éste formó al no obtener lo que quería.

─ No quiero mimir solo ─negó varias veces con su cabecita moviéndola de un lado a otro mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

Al parecer JiMin no se movería de ahí a menos que el contrario le respondiera con un "Esta bien", aunque aquella respuesta no se escucharía puesto que JungKook continuó haciendo su trabajo, por segunda vez ignorándolo.

El menor algo molesto se volteó y se posicionó con ambas piernas a cada lado para comenzar a dejar un camino de besos húmedos por el cuello de JungKook, claro, no lo hacía con mala intención, solo quería que su novio le prestara atención siquiera unos cuantos segundos, y lo logró.

─ JiMin ─sus manos tomaron nuevamente el rostro del pronunciado, alejándolo al momento en el cual pensaba subir a sus labios y besarlo.

─ Vamos a la cama, por favor ─pidió pasando sus bracitos por la nuca de JungKook al mismo tiempo que sentía como los brazos del último lo rodeaban por su cintura. JungKook también extrañaba darle ese tipo de afecto, pero no debía hacerlo, estaría arruinando su grandioso plan que había coordinado con TaeHyung desde hace una semana atrás─ Lo extraño mucho...

Luego de aquel abrazo el omega quedó profundamente dormido con su cabecita apoyada en el hombro ajeno, quien en cambio solo apagó su lapto y se paró de su asiento con JiMin en brazos para rescostarlo delicadamente sobre su cama que siempre compartían ambos al dormir.

Como justo ahora, tenía entre sus brazos a su bebé, porque sí, su omega era idéntico a un bebé, aparte de tener el rostro de uno tenía la personalidad, lo único que faltaba era un disfraz y ¡Bom! Un Mini-JiMin aparecería.

Se le veía tan tierno durmiendo que no pudo aguantar las ganas de acariciar su mejilla de manera suave, no queriéndolo despertar, aunque eso no basto para que el omega despertara balbuceando cosas sin sentido y se subiéra encima suyo a reclamar sus mimos. No obstante, no lo hizo porque el sueño lo volvió a vencer.

─ ¿Cachorro? ─está vez fue JungKook quien lo llamó.

Se percató de ello, pero no se inmutó a quitarlo, le gustaba dormir así, ya que podía dejar su aroma en el pequeño como éste también lo hacía, dejaba su rico olor a miel y canela.

A simple vista los dos chicos parecían unos chicles pegados aunque poco le importo al pelinegro, ese abrazo era uno de sus favoritos el cual podía rodear la delgada cintura de su amado, hasta también acariciar su espalda de arriba a abajo sacando unos cuantos débiles supiros emitidos por su omega, al igual que tenía el espacio suficiente en el cuello de JiMin donde podía besarlo.

Había tanta química en la parejita, es más, demasiada química se podría decir, y es que, desde muy jóvenes habían sentido ese sentimiento, en cortas palabras "Amor".

Aún JungKook recordaba el primer beso, ese beso torpe que recibió por parte del pequeño mientras escuchaban el pulso de sus corazones acelerado y dejaban fluir sus aromas enamoradizos en el lugar ni nada más ni menos que en la escuela, pero lo que le causó más gracia fue ver como éste se paraba de puntitas para alcanzar sus labios.

Se le era tan divertido volver a su casa y mirar con una enorme sonrisa sus zapatos pisoteados gracias a su novio, tanto que no evitaba soltar una risita cuando su madre curiosa le preguntaba el por qué siempre venía con sus zapatos sucios.

─ Yo también te he extrañado mucho, bebé ─le murmuró en la oreja para seguido de eso dejar un besito en la nariz respingada del chico que yacía encima de él.

JiMin entre sus sueños lo escuchó, no lo pensó dos veces y junto sus labios esponjosos con los de su alfa a quien le tomó por sorpresa. Se sentía tan bien volver a besarlo, pues no lo había hecho durante días, pero no solo eso sino también porque el mayor lo evitaba a toda costa.

En fin, Park JiMin se había prometido a sí mismo ganar su atención, así que lo cumpliría sea lo que sea y cueste lo que cueste.

៸៸ ♡ ៸៸

aún no supero la joyita de
daechwita ૮( ˊ ᵔ ˋ )ა

› 〉 de mimos a falta de atención ፧ ꒰ kookmin! ♡   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora