Soy La Stripper De Mi Jefe

Parte 23

Selena's POV

Marqué el número de Aaron y esperé su respuesta.

-¿Sí? - Contesta.

Quería contarle lo que había sucedido con Cameron pero mi mente estuvo vagueando por segundos dudando en si decirle o no.

¿Cómo estás? - Buscaba conversación.

Inoa's POV

Tomé su corbata y lo acerqué a mis labios.

-Que quede claro que no me gustas, Inoa -Sus palabras no seguirían siendo las mismas luego de esto.

-Como digas... -Susurré en su oído.

Nunca había pensado en tener hijos y aunque en algún momento pasó por mi cabeza les aseguro que no fue en estas circunstancias.

Tener un hijo para mantener a alguien a tu lado podría no ser lo mejor, pero, estoy segura de que luego me lo agradecerá.

Sus manos tomaron el control, colocándome rápidamente debajo de su musculoso cuerpo. Sus dedos se deslizaron por mi abdomen subiendo hasta mi boca.

Era rápido y lo odiaba. Odiaba el sexo rápido, prefería mantener contacto por mucho tiempo con mi pareja, que supiera que la amaba.

Aaron introdujo dos de sus dedos en mi boca.

-Lamelos... -Me ordenó.

Hice lo que me pidió. Lo miraba curiosa pero él solo estaba concentrado en su mundo. Suspiré. Sus húmedos dedos se colocaron al inicio de mi intimidad haciendome jadear. Era experto en lo que hacía. Sus dedos no tardaron en entrar, masturbándome de manera rápida y placentera.

-Aaron... -Gemí. Calló mis gemidos con su mano libre.

-Cállate -Volvió a ordenar.

Aproveché que estaba en mis días más fertiles para tener relaciones con él. Sé que después me obligará a tomarme la pastilla del día siguiente, pero, yo me iba a encargar de engañarlo para que crea que si me la tomé.

En mi mente imaginé multiples escenas de Aaron y yo casados con dos hijos. Una niña y un niño. Era mi sueño. No iba a dejar que Selena me lo quitara por más difícil que fuera.

Sabía que se estaba convirtiendo en una piedra en el zapato, pero aún así, Aaron no estaba lo suficientemente enamorado como para no lograr que se olvide de ella. Yo podía ofrecerle algo mucho mejor.

Aaron giró mi cuerpo bruscamente poniéndome a "cuatro patas".

-Mierda... -Se queja.

Fruncí el ceño.

-¿Qué pasa? -Sabía lo que estaba sucediendo.

-No hay preservativos... -Sonreí para mí.

Suspiré.

-No te preocupes, yo me tomo la pastilla luego -Aarón no hizo ni dijo nada.

Finalmente, sentí como introducía su miembro en mí. Gemí al instante.

Sus embestidas eran rápidas. Estaba claro que solo buscaba el placer de un orgasmo y estaba a punto de conseguirlo.

Sus gemidos eran cortos y roncos. Sentía como mi intimidad palpitaba y como Aaron disminuia la velocidad para aumentar la fuerza.

3...
2...
1...

Había terminado. Claramente tuve que fingir el mío, pero ahora mismo era lo que menos me importaba.

-¿Cómo estuvo? -Me senté a su lado.

Aaron me observó con desaprobación.

-¿Ahora tengo que calificarte? -Era cruel.