Soy La Stripper De Mi Jefe

Parte 7

-Nos vemos mañana, Selena -Aaron se despide mientras abro la puerta de mi apartamento.

-¿En la empresa?

-Dónde Carlos -Ríe.

Me sonrojo.

-No te pases -Le palmeo la cabeza.

-¡Qué dolor! -Dice fingiendo dolor.

Río.

-Ya, tienes que irte -Entro al apartamento. Aaron me sigue.

-¿Dónde nos quedamos?

-¿De qué hablas?

Aaron me tumba en el sofá.

Rápidamente se coloca sobre mi. Con una mano apoyado del sofá y con la otra sostiene mi cintura.

-¿No tuvimos suficiente ya? -Le digo recordando lo que pasó hace rato.

-Yo nunca tengo suficiente -Me besa.

Sus labios bailaban con los míos. Era un beso rápido, ansioso, necesitado. Entierro mis manos en su cabello.

Aaron baja su mano desde mi cintura por dentro del vestido, tomando mi panties blancos del borde. Deja de besarme y me mira. Sabía lo que quería decir esa mirada.

-Si quiero -Le miro.

Aaron desliza mi ropa interior hacia abajo para luego ponerla sobre la mesa. Vuelve a besarme. Cada vez movía su boca más rápido. Se me escapa un gemido.

Aaron toma de su correa y tira de ella quitándosela en tiempo récord. Desabrocho su pantalón y halo de el. Hago lo mismo con su bóxer Calvin Klein.

Envuelvo mis piernas en su cintura mientras me levantaba. Me estampa contra la pared.

Coloca sus manos en mi cintura y me levanta un poco, para en un ágil movimiento colocar su intimidad al inicio de la mía. Me observa.

-Quiero dejar algo claro.

Analizo mi respuesta.

-Te escucho.

-Esto no significa nada, son solo ganas del momento -Vacila -No busco nada serio.

Esto no me lo esperaba.

-Lo mismo pienso -Suspiro.

-Me gusta que nos entendamos.

Me besa mientras introducía lentamente su miembro en mí. Gimo de placer.

Sus embestidas eran cada vez más rápidas, besó mi cuello, mis labios e incluso tocaba mi busto por encima del vestido.

Sus gemidos eran cortos y roncos. Él era excitante.

Me tumba en el sofá de nuevo y se acuesta sobre mi, no tardó en introducirse en mi otra vez.

-¡Aaron! -Gimo. Estaba alcanzando mi orgasmo.

Aaron presiona su mano contra mi boca para callar mis gemidos. Disminuye la velocidad y aumenta la fuerza cada vez que entraba en mi.

Gemía sin parar. Ambos lo hacíamos.

Cada vez más fuerte. Cada vez más cerca de terminar.

¡A-Aaron! -Dió su embestida final. Habíamos terminado.

Suspiro mientras me acomodaba.

Aaron se levanta del sofá y se coloca su ropa.

-Iré a la farmacia, te compraré la pastilla del día siguiente -Dice colocándose la correa.