CAPÍTULO 3

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En la mañana Jimin se removió adormilado en la cama, no sabía que hora era pero supo que había descansado muy bien, en la cocina se oían ruidos de platos y ollas y el murmullo de personas.

Con pesadez se sentó notando lo bonita que se veía la habitación en la mañana, el sol se colaba por las cortinas azulitas.

Tras un par de minutos en los que no pensó en nada, se levantó y cambió de ropa, tomó un suéter amarillo y un pantalón negro algo holgado, se calzó unas pantuflas que encontró y tras verse en el espejo para verificar que no hubiesen rastros de alguna imperfección, se asomó a la sala. Noto a Suga y a Suho bebiendo alguna bebida caliente mientras observaban la ciudad desde el balcón.

–Buenos días– dijo el menor cuando ya se encontraba en la cocina.

–Oh Jimin, buen dia ¿como dormiste?– pregunto Suho con una sonrisa.

–Muy bien, gracias– dijo el rubio con una sonrisa amable.

–Busca algo de desayunar en la cocina,  creo que hay cereal y frutas. Yo, me retiro nos vemos despues– comento el castaño mientras dejaba su taza en la isla de la cocina, al abandonar el lugar, Jimin noto una vez más el ambiente extraño que se creaba cuando estaba a solas con Suga.

Pausadamente se sirvió un poco de cereal con leche y banano, para Jimin no había nada más delicioso que esa combinación, al sentarse vio a Suga lavar su taza y la que Suho había usado previamente.

–Hoy vamos a hablar un rato, desayuna primero– comento, para luego volver a desaparecer en una de las habitaciones del lugar.

Jimin supo que aquello era factible, era claro que el también estaba allí para ayudarles a capturar a esas personas, no sabía como pero al parecer el debía saber algo.

Luego de su desayuno, Jimin se sentó en la sala a esperar la charla con Suga, luego de un cuarto de hora, el peli negro salió de la que supuso Jimin  era su habitación.

–Bien Jimin– dijo el mayor seguido de un suspiro, se sentó frente a él con una pequeña libreta en las manos– hablaremos de la dinámica que vamos a manejar y te haré un par de preguntas ¿vale?–

– Ok...– respondió simplemente.

–Primero el equipo que esta asignado a este caso es mucho más grande de lo que piensas, y hasta ahora conocído; pero solo tendrás contacto con, Suho, Chen, I.M y yo, nadie más. Otra cosa a recalcar es que por ningún motivos puedes salir solo, así sea a la recepción del edificio, ¿entendido?– el menor asistió con su cabeza.

– Bien, Suho, Chen y I.M están encargados principalmente de vigilancia, yo, soy a quien le notificaras todo lo que suceda o veas por muy insignificante que parezca, en caso de que no me localices I.M quedaría a cargo.

Tras un par de indicaciones más, Suga se dedicó a escribir en su libreta ante la atenta mirada del omega, sentía algo de curiosidad sobre cómo harían para atrapar a los malos, pero la nula confianza que le tenía a Suga le impedía preguntar.

–Tengo entendido que te realizaron una toma de declaración hace un par de días, comentaste que el día del secuestro tu madre falleció en ese momento. ¿Podrías contarme más a detalle ese momento?.

–Ummm... bien. Ese día... yo salí a una fiesta, algo muy estupido ya que no tengo amigos, pero es día había quedado con un chico con el que me llevaba algo bien. Recuerdo que estaba bebiendo algo y de repente me sentí demasiado  mareado y adormilado. Cuando me había decidido regresar a casa, me encontré con mi madre, no se como se enteró pero fue por mí, me regañó como toda madre preocupada, me puso un suéter y empezamos a caminar. Cuando faltaba poco más de dos cuadras para llegar a casa, fue que nos abordaron, tres tipos encapuchados- Suga lo observaba detenidamente, Jimin tenía la mirada distante, recordando con claridad el suceso- Uno de ellos me separo de mi madre y me empezó a llevar a la camioneta, lo último que recuerdo fue ver a uno de ellos... disparándole... a mi m...madre...

Protegeme y.m [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora