n e c k l a c e

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ㅡ ¿No crees que es muy peligroso dejar a un alfa y un omega solos por tanto tiempo? ㅡ La pregunta fue directa, quizá demasiado.

Shiori detuvo sus movimientos para voltear a ver a su fiel amiga. Frunció un poco el ceño antes de volver a ordenar los documentos dentro de la mochila efusivamente.

ㅡ ¿A qué te refieres, Hiroki? ㅡ La castaña acomodó un par de cabellos rebeldes detrás de su oreja.

ㅡ Sabes a lo que me refiero...

ㅡ Me sorprendió verlos en habitaciones separadas, eh. ㅡ Evadió.

ㅡ Shiori...

La conversación era incómoda. La madre de los gemelos no estaba dispuesta a tocar el tema, ni con sus hijos. Pero la omega sabía que era necesario.

ㅡ Son hermanos, no va a pasar nada. ㅡ Dijo sin apartar la mirada de su labor. Oyó un bufido.

ㅡ Eso no tiene nada que ver.

ㅡ Amane es responsable.

ㅡ Amane es un alfa. ㅡ Sentenció. Shiori volteó a verla fijamente.

ㅡ ¿Crees que él es capaz de hacer algo malo? ㅡ Bramó molesta. Su amiga negó con la cabeza.

ㅡ No se trata de eso, Shi. Ellos son de castas distintas, es peligroso. Más en esta edad.

ㅡ Yo no desconfío de mis hijos. No entiendo porque tu si. ㅡ Las feromonas alrededor de ellas eran pesadas, hostiles.

ㅡ No es que desconfíe, soy realista.

ㅡ Yo también lo soy.

ㅡ Estás demasiado confiada en algo en lo que no puedes estarlo. ㅡ Insistió acercándose a ella. La mujer terminó de organizar sus papeles y la miró.

ㅡ Ajá, ¿y por qué no? ㅡ La omega la miró con sus grandes ojos azules incrédula.

ㅡ Porque son un alfa y un omega adolescentes, que están solos y que no han manifestado su primer celo. ¿En serio tengo que explicártelo?

ㅡ Ese alfa y ese omega son hermanos, es imposible que pase algo. Nisiquiera pueden atraerse por sus feromonas.

ㅡ No se si eso es tan así... ㅡ Murmuró arrastrando la duda.

Generalmente, lo familiares no pueden percibir a detalle las feromonas entre sí. Pero hay actitudes de los Yugi que le permitían cuestionar tal certeza.

ㅡ Además, si alguno de ellos entra en celo, no importa que sean hermanos; solo buscarán a alguien de su casta opuesta. ㅡ Shiori cerró el cierre de la mochila con una sonrisa, restándole importancia al asunto.

ㅡ No seas tan pesimista, Hiroki. Ya pensé en eso.

La omega hizo una mueca. La castaña señaló una caja sobre la mesa.

ㅡ Ahí hay supresores para alfa y para omega. También conseguí un collar aislador de muy buena calidad para Tsukasa.

Hiroki se giró hacia la caja y la abrió. En efecto, habían varios frascos de pastillas y un hermoso collar negro con detalles rojos estampados. Se notaba a simple vista que era un artículo de clase alta. Sonrió.

ㅡ ¿Se lo darás tú? ㅡ Shiori miró escaleras arriba, donde estaban las habitaciones de sus hijos.

ㅡ No, no me da el tiempo. ㅡ La omega torció los labios, gesto que fue notado por ella. ㅡ ¿es tan malo si no lo hago?

ㅡ Digamos que es una especie de tradición. Son los padres quienes dan el primer collar aislador al omega.

ㅡ Yo...no puedo. Ni siquiera debería estar aquí en primer lugar. Y su padre, bueno, ya no está con nosotros. ㅡ Le explicó. No eran excusas, era una realidad. Pero aún así resultaba un tanto deprimente.

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