s c h o o l

2.5K 182 387
                                    

Tsukasa estaba saltando sobre él. Llevaría más de seis segundos haciéndolo. Observaba los labios del chico moverse, pero su cerebro no era capaz de procesar lo que decía. Estaba cansado. Esta última semana había sido fulminante. Así que se resignó al dolor en su abdomen y empezó a dormitar.

ㅡ ¡Vamos, Amane! ㅡ Insistió, brincando con más ganas.

El alfa volvió a hacer un esfuerzo en abrir los ojos. La manera que tenía su gemelo para despertarlo era un shock matutino. Dolía cada vez que se dejaba caer con fuerza sobre su estómago. Con dificultad, logró articular un balbuceo apenas audible.

ㅡ ¿Qué quieres, Tsukasa? ㅡ Tomó por la cintura al omega para que dejara de saltar sobre él. Ya le faltaba el aire.

ㅡ ¡Hoy es nuestro primer día de clases! ㅡ Dió un brinco más antes de dejarse caer a su lado. ㅡ ¡¿no estás emocionado?!

Amane mantenía los ojos entrecerrados, la voz chillona de su hermano era un problema a veces.

ㅡ Ah, si. ㅡ Respondió en un bostezo.

ㅡ ¡Vamos, vamos! ㅡ Comenzó a tironear de su manga para obligarlo a levantarse.

El alfa se levantó a duras penas, tropezando con sus pies. Tsukasa estaba entusiasmado, por otra parte, él no podía mantener los ojos abiertos. La constante preocupación de "salirse de control" y ser un rotundo imbécil le impedía tener alguna clase de tranquilidad. Vivir maquinando excusas le provocaba un constante dolor de cabeza.

ㅡ ¡Ya podremos volver a dormir juntos! ㅡ Tal y como pensaba, el menor lo mencionó en el momento exacto en el que se dió cuenta que debería inventar un nuevo pretexto.

Una sonrisa nerviosa adornó su rostro sin atreverse a contradecirlo. Entendió la euforia de su hermano, no se trataba del colegio.

ㅡ ¿No es genial, Amane? ㅡ El pelinegro se inclinó hacia él.

ㅡ Debemos apurarnos, se hará tarde. ㅡ Mencionó intranquilo, queriendo dejar de lado ese tema. Tsukasa hizo un puchero.

ㅡ Nee~ Amane. ㅡ Canturreó acercadose un poco más. Cuando el alfa lo miró, sonrió para rodear los hombros del mayor con sus brazos.

ㅡ ¿T-Tsukasa? ㅡ Un tenue sonrojo adornaba las mejillas del chico. Posó amabas manos en la cintura del omega, dispuesto a apartarlo.

ㅡ ¡¿Nos bañamos?! ㅡ Preguntó con una gran sonrisa, dando un pequeño salto en el proceso. El mayor se puso aún más nervioso.

ㅡ Ah, si... ve tú primero. ㅡ Tragó saliva. ㅡ yo iré a preparar el desayuno. ㅡ Completó con una mueca.

ㅡ No es divertido si no está Amane~ ㅡ Se quejó inflando sus mejillas. El alfa esbozó una sonrisa calmada, acariciando sus cabellos.

ㅡ Se hará tarde. ㅡ Insistió fingiendo tranquilidad. Sabía lo terco que podía llegar a ser.

El omega no respondió, lo miró con una seriedad abrumadora sosteniendo su muñeca tras su espalda. Era espeluznante. Estuvo allí, solo mirándolo. Duró un par de segundos antes de esbozar una sonrisa que dejaba ver sus colmillos.

ㅡ ¡Está bien, Amane! ㅡ Dijo y salió de la habitación para ir directo al baño.

Yugi tuvo que tomarse un tiempo antes de volver a la realidad. Había veces en las que su hermano era realmente extraño, intimidante incluso. Este año esperaba no tener problemas. No podía olvidar cuando casi los expulsan porque, en una pequeña discusión acerca de que helado sabía mejor, Tsukasa terminó empujando a un alumno de quinto año por las escaleras. Se armó un gran alboroto en toda la institución. Los directivos no sabían cual de los dos había sido, así que los mantuvieron bajo la amenaza de expulsión si no confesaban; fue muy angustioso para Amane. El caso se resolvió con el chico testificado que fue un accidente y aún al día de hoy agradecía aquél gesto de amabilidad. Aunque gran parte de él pensaba que su hermano lo había acorralado con algun objeto punzante.

OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora