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- ¿Y cómo vamos a hacerlo? ¿Cómo vas a saber que he cumplido mi reto?

- Yo estaré con usted en todo momento.

- ¿Y no será un poco incómodo?

- Me vale madres, solo necesito comprobar que cumple su reto.

- De acuerdo, sí que tienes que estar aburrido...

- Cállese - Dijo molesto a lo que yo me eché a reír.

Después de más o menos aclararlo todo con Emilio, estuvimos toda la tarde hablando y bromeando sobre aquel reto que debía hacer. Viendo películas, bebiendo cerveza y recordando lo buena que fue la fiesta de anoche.

Justo entonces escuchamos a alguien aparcar frente a casa.

Horacio

- Mierda, ha vuelto Horacio, tengo que hablar con él - Justo cuando iba a levantarme Emilio me agarró del brazo.

- Ni lo pienses wey,  es momento de cumplir tu primer reto. Llévatelo al cuarto, estaré allí escondido - Al decir eso Emilio se dirigió sigilosamente al cuarto.

Miré sorprendido como se iba a la habitación y me entraron los nervios, ¿De verdad iba a hacer eso? No estaba preparado y además debía hablar con Horacio...

- Mierda.

En ese momento Horacio entró por la puerta. Cuando su mirada se posó en mí, se sonrojó al instante.

- Horacio... ¿Dónde has estado? - Pregunté tratando de romper esa atmósfera incómoda que se había creado.

- Yo... He estado con Claudio tomando un café.

- ¿Toda la tarde? Horacio son casi las 8.

- Si, ha sido una conversación muy larga - Su incomodidad se notaba a kilómetros.

- Horacio vamos a mi habitación - Horacio respiró hondo sabía que se venía una incómoda conversación, por lo que yo también lo hice.

Una vez entramos en la habitación me senté en el suelo, con la espalda pegada a la cama y Horacio se sentó a mi lado.

- Horacio, tenemos que hablar... - Digo rompiendo el silencio.

- Yo... Lo siento tanto Gustabo, no debí hacerlo, no sé qué me paso, yo... - Dijo nervioso y apenado.

- Ey, no pasa nada Horacio, solo... No me lo esperaba y... -

- Joder, soy un amigo horrible, es que, es que, tú... -

- ¿Horacio? - Pregunté, realmente me estaba preocupando.

- Me gustas joder y mucho, y sé que soy una persona horrible, porque soy como tu hermano y estoy traicionando esa confianza y no sé qué hacer, porque no puedo evitarlo, pero quiero hacerlo para que te sientas cómodo y ahora seguro te vas a alejar y eso es lo que menos quiero, porque no quiero perderte y - Comenzó a hablar atropelladamente y muy rápido hasta que fue interrumpido por un sollozo.

- Horacio... - Intenté calmarle – No pasa nada, no me vas a perder, que te guste alguien es un sentimiento que no puedes evitar, no te culpo ni te voy a dejar. Además, con la de tiempo que llevamos juntos y lo mucho que joteamos no sé cómo esto no ha ocurrido antes. - Bromeo para quitarle hierro al asunto.

El me mira con una pequeña sonrisa, pero con sus ojos llenos de lágrimas, en su rostro se puede ver una gran tristeza.

- Eh, no estés triste, Horacio, no dudes ni un segundo lo mucho que te quiero, con todo lo que hemos vivido juntos, eres lo más importante en mi vida y no quiero verte llorar. Horacio eres perfecto, eres el puto héroe de esta ciudad y tú sabes que yo no soy muy sentimental, pero tú sacas una parte de mí que no se la muestro a nadie y te quiero, claro que te quiero.

- Pero no de esta forma... - Me rompe el corazón verlo así de triste. Por un momento olvido el reto y dejo que hable mi corazón.

- ¿Te acuerdas de cuando llegamos a esta ciudad? Estábamos tan emocionados y con tantas ganas de comernos el mundo, éramos tú y yo, los dos juntos contra cualquier peligro, éramos ÉL dúo, no éramos nadie el uno sin el otro, y sigue siendo así. O cuando saliste de federal, te esperé fuera toda la noche con traje y una rosa en la mano, para poder sorprenderte, te había echado de menos – Lo miro, ha dejado de llorar y sus ojos brillan con emoción y nostalgia. - Creo que todo lo que hemos vivido nos hace ver que nos necesitamos y que realmente nos queremos Horacio, da igual la forma en la que sea. - Lo miro directamente a los ojos y se queda sin respiración.

Coloco una nano sobre su pierna y la aprieto para darle apoyo – No dudes ni un segundo que mataría por ti y nunca me alejaré - Nuestros ojos están conectados y hay un aura mágica entre nosotros.

- Te quiero mucho Gustabo y yo nunca te dejaría y lo siento mucho - Dice todavía conmocionado por mis palabras.

- No tienes por qué sentirlo, no es nada malo. - Le dedico una sonrisa y él me mira como si fuese la maravilla más grande del universo.

Seguidamente, de forma inesperada, junta sus labios con los míos en un beso con una suavidad que dura 2 segundos ya que rápidamente el beso toma una gran intensidad volviéndose apasionado.

El mete su lengua en mi boca y sin separarse, me empuja suavemente hasta que mi espalda choca contra el suelo, quedando atrapado y con él entre mis piernas encima de mí, besándome con mucho deseo y yo me dejo llevar por esa pasión que desprende. No puedo pararlo, no a él. 

Al ver que yo no correspondía se separó lentamente.

- Lo siento de nuevo - Dijo con tristeza y sentía que era mi culpa - Buenas noches - Y se fue a su habitación.

Me quedé en el suelo tirado mirando cómo se marchaba y cuando salió por la puerta. Descansé mi cabeza en el suelo. Joder, que mierda de vida.

Esta conversación dolía, me dolía lastimar a Horacio, yo le quería...

- Joto, ya tienes cumplido tu primer reto - Dijo Emilio asustándome al salir del armario. No me acordaba de que estaba allí, ni siquiera me acordé del reto.

Sonreí queriendo olvidar el tema - Bueno Emilio, bienvenido al club ahora que has salido del armario - Bromeé e intenté aguantar la risa cuando Emilio me pego una patada.

- Me voy wey, mañana nos vemos y sigues con el pinche reto.

Me despedí de Emilio quien salió sin que lo viera Horacio ya que este estaba en su habitación y yo me fui a mi cuarto. 

Vaya día...



☆Irresistible☆ {Gustabobowl AU}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora