- ¡Dios Jagger! ¿es enserio? -bufó ella rodando los ojos, el rió en respuesta y acercó su palitorecojedordebasura a Christia, ella retrocedió inconscientemente y resbaló tras el piso mojado.
- JAJAJAJAJAJA. . . ¡Vamos Weasley no tenemos todo el día!
Nadie podía contener su risa, él caminó hacia ella, cuando le tendió su mano ella la tomó, pero en vez de ella levantarse con su ayuda, lo jaló en venganza junto con ella.
- Ahora quién es el que ríe.
Minutos después, ambos estaban arrojándose cascaras de comidas, reciduos de fruta y envolturas de golosinas; - Jiack, Jiack, ¡Iugh Justin! Para, es demaciado asqueroso -dijo ella haciendo muecas, al mismo tiempo que sacudía su traje especial para no ensuciarse sus ropas-. Es asqueroso.
Él solo rió y le arrojó más. En respuesta Christina bufó enfurecida y repitió su acto. Y así de dezataron por segunda vez; la poca basura que en algún momento fue en bolsada donde pertenecía, terminó en el suelo como el principio. Hasta que unos fuertes taconasos detuvieron su desagradable batalla de basura.
- Mierda. . .-ambos susurraron con hilo de voz, se pusieron de pie y trataron de ordenar un poco pero ya era demaciado tarde.
- ¡Santo niño Jesús inmaculado! -su cabeza volteaba rápidamente a todas las direcciones, en busca de una explicación-, pensé que aprenderían su lección, al parecer no del todo -masculló más para ella.
Así estuvieron, otra mini-eternidad escuchando todo lo que ella tenía por decir. Regaños, burlas, más regaños. No podían ni cargar con sus propios párpados del cansancio. El cielo comenzaba a tornarse de un azul muy oscuro y los faros nocturnos, se habían encendido hace bastante.
- Okay -dijo masajeando sus cienes-, creo que después de esto, ya lo pensaran más antes de cometer cualquier, cualquier tontería. Recojan eso y vayanse a dormir porque ya es tarde y mañana se levantarán temprano.
* * * *
Ya había pasado una horrorrosa semana de castigos y escuela. Christina sufría que se topaba con el inmaduro y sorprendentemente atractivo de Jagger, sentía que se le caía la piel, no por su su atractiva media sonrisa, ni sus profundos ojos marrones, todo lo contrario; su drama por cualquier situación, su exigencia y su exhibicionismo masivo le traían loca -no de la manera que ella quisiera, era demaciado.
Si cambiará su actitud sería muy diferente la cosa...
Solo llevaba viéndolo diário por una semana, incluso los sábados (que supuestamente eran de descanso).
- Perra.
- Puto -los dos hicieron contacto visual y tiempo después se dirigieron a sus diferentes aulas¿.
- ¡Christina!, ¿en qué mundo estás? ¿acaso estás escuchando a tod- ... Olvidalo - reprochó Indie. La había conocido cuando decidio comprarse un cafe y un bocadillo; ella estaba frente a ella y accidentalmenete le derramó café hirviendo y así comenzaron a platicar-. Sabes... ¡Dios Mío! No te he contado; las fiestas de Oxford son las mejores, deberías acompañarnos este sábado. Son una de las más peligrosas de aqui, llevan de todo: crack, cocaía, ectasy, cristal, antamimas, metanfetaminas, benzodiaspinas, heroína. . . ¿no tienes vicios? La verdad es que yo sí y esas fiestas me caen de maravilla después de una pesadísima semana de exámenes. Enserio no creo que allás experimentado alguna fiesta así. . . -ella siguió contándole a Christina lo asombrosas que eran las fiestas aquí, la multidad de gente que asistía y demás.
Ella no era una chica de las que salían tanto allá en Atlanta, pero le encantaba bailar y aveces hasta ser el centro de atención.
(...)
