- ¡Hijo de puta! -exclamó Charlie, al ver a Jai salir del dormitorio y derrumbar la puerta junto con su pesado orgullo.- No se saldrá con la suya. Tú tienes mm, ¿ventaja?, -quiso arreglar Gannon. Dejó salir un pesado suspiro-. No lo dejarás ganar. Él quizá haya pisoteado una y otra vez y hasta rompió tu nariz, -el pelo rizado tosió, viéndolo con los labios fruncidos-. Lo que quiero decir es que ninguna chica se ha podido resistir a este pedazo de..
- Si Gan, te entendimos. Tienes una atracción hacía Schisler. Pero, haremos lo posible para que ganes, aunque signifique ensuciarme las manos con sangre.
(...)
El dormitorio de Christina y Audrey estaba penetrado con perfume y calor excesivo, debido a la rosada plancha para el cabello de Indianna , también comtribuía Audrey, ya que estaba fumando. Y como Christina tenía un tipo de asma leve no podía estar mucho tiempo con tanto humo, o moriría. Así que salió por un momento para respirar aire fresco y limpiar sus pulmones. Se sentó en una banca oxidada afuera de su dormitorio.
Desbloqueó su celular y vio que tenía innumerables llamadas de Jai. Maldijo en silencio y no esperó para llamarlo.
Lo primero que sonó fue el buzón. Siguió intentando contactarse con él. Tal vez está hablando con Ginna, o Luke.
Un cuerpo bloqueó la única luz que había ahí afuera. Ella inmediatamente se volvió para este.
- Charlie.Él sólo sonrió seductor. - ¿Qué haces aquí afuera darling?
La distancias que había entre ellos molestaba a Christina. se sentía muy pequeña, insignificante así que, se levantó de su asiento. Él la examinó como si fuera una máquina.
- Estás que ardes -insinuó él, acercándose un poco. Ella se sonrojó y bajó la cabeza para no hacerlo tan evidente.
Ella también lo examinó. Sus ojos se abrieron al tope. - ¡Dios Mío! Ese fue un buen golpe. ¿Te encuentras bien? -reaccionó maternalmente, tomando su rostro y observándolo de cerca, pudo ver una sombra morada que empezaba a notarse y unas gasas que le daban soporte.
Él rodó los ojos, - ¿Esto? -dijo des preocupado-. No es nada, un imbécil pero, me las arreglaré luego. -sonrió sin humor.
Ella no muy convencida Sintió, preguntándose quien pudo haber sido.
- ¿Qué traes ahí? -no pudo evitar su curiosidad.
- Ron, ¿gustas?
- Emm, más tarde -alejó la botella. Y sonrió.
Él la imitó. - Espero que tú estómago esté preparado, darling, porque espero hacer una competencia de chupitos y darte una paliza.
Christina cambió el peso a la otra pierna, y cruzó sus brazos bajo su pecho.
- Ya veremos quien le da la paliza a quien.||||||||||||||||||||||||
En el camino Christina se automentalizó que no quería apresurar las cosas con Charlie. Todo iba de maravilla, era un caballero y no quería que todo eso acabara en el momento en el que se tuvieran tal confianza y su caballerosidad se fuera a la mierda. Que solo fuera una máscara.