XXVIII

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JOAQUIN

Los dias se fueron como hojas de otoña que caen rápidamente para dar paso al frio y hermoso invierno. Mi estado emocional había estado perfectamente estos dias, todo estaba en su lugar como siempre soñé.  

Tenia al amor de Mily. Mi familia estaba mas unida de nunca. Y ahora sabia perfectamente que estudiar. 

Psicología. 

Seria Psicólogo, ¿Quién lo creería? iba a ser Psicólogo...algo a lo que hui durante años. Y ahora no puedo esperar a empezar a iniciar esa carrera para ayudar a gente, tal y como Brisa lo ha hecho conmigo estas dos semanas. 

Gracias tambien a la Psicología podría escribir libro de autoayuda, publicar libros donde los personajes padecieran problemas psicológicos. Hice una muy buena elección.  

Mi maestro de taller al enterarse de mi decisión se desilusionó por completó de mi. El siempre vio grandeza en mis historias, el siempre pensó que me convertiría en escritor; uno muy reconocido. Amo escribir, jamás negare eso. Pero siento que seria mucha carga el estar sacando libro tras libro para no perder una economía mediante estable.

Tuve que explicarle cada punto de vista referente a mi elección, puesto a que el maestro comenzo a comportarse de una manera grosera conmigo. Al final comprendió que la Psicología era algo que me gustaba, y me pidió perdón ante sus actos groseros que hizo en mi presencia durante ocho dias.

-Joaquin- 

La voz de Haide me hizo salir de mi burbuja de pensamientos. La voltee a ver algo asustado y desconcentrado de lo que pasaba a mi alrededor; mi vista vio detrás de ella, logrando ver mesa bancos solos; al igual que algunos compañeros recogiendo sus cosas.

-Ya es hora de receso, vamos- 

-¡¿Que?!- Tome su muñeca donde llevaba un reloj negro digital, claramente el reloj daba las once con trece minutos.- ¡Mierda! ¿Por qué no me avísate antes?- Dije mientras guardaba todas mis cosas en mi mochila amarilla.

-Estabas muy entretenido escribiendo- No me importo acomodar mis libros correctamente en la mochila. -¿Vas tarde con Emilio?-

-¡Si! Le prometí ir a verlo a las puras Once al salón de música- Tome mi suéter de deportes, puse mi mochila en mi espalda; y le di un beso rápida en la mejilla a Haide- ¡Nos vemos en educación física!- Sali del salón, corriendo; sin importar la respuesta de Haide.

Todos los que se topaban en mi camino me miraban raro al verme correr desesperadamente, mi salón se encontraba casi al otro lado de la escuela; básicamente estaba de punta a punta del salón de música. Corrí aproximadamente un minuto, hasta llegar al salón de música; abrí la puerta y baje deprisa las escaleras, para subir a la tarima. 

-¡Ya llegue!- Grite bajando las escaleras una por una apresuradamente.- ¡Perdón! ¡Se me fue el tiempo escribiendo!- Llegué al punto intermedio entre la tarima y las escaleras, solté un suspiro. Y me permití subir con delicadeza esos tres escalones hacia la gran tarima que usábamos de escenario.- Perdón- Dije. 

-Tranquilo, se que cuando te pones a escribir el tiempo no existe para ti; por eso te espere- Me sonrió, se encontraba sentado en el pequeño banquillo del piano. 

-Bueno...los dejo- Escuchar la voz de Fede, me hizo fruncir el ceño. Ni por un segundo me habia percatado que el tambien estaba sentado en el mismo lugar donde se encontraba MI novio. Se levanto del lugar donde estaba, y tomo su mochila.- Piensa en lo que te dije Emilio, luego me das una respuesta ¿Si?- Le pregunto sonriendo. 

-Claro- Emilio tambien le sonrió. 

¡¿Que mierdas esta pasando aqui?!

-Adiós Joaco- Dijo Fede, cuando paso a mi lado. Yo solo le dedique una mirada de confusión y enojo, subió las escaleras; abrió la puerta del salón, salió y cerro la puerta.

La Quinta EstacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora