ESPECIAL: LA QUINTA ESTACIÓN

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NARRADOR OMNISIENTE

Primavera 2015

Dos pequeños corrían por todo el patio de la casa Bondoni Gress. El pequeño Emilio con siete años perseguía a su mejor amigo fingiendo ser un monstruo, mientras que el menor Joaquín con seis años corría como si no hubiera un mañana.

Ambos amaban los días donde sus familias se unían pues podían jugar más que nunca. Pero hoy era un día especial, era pascua. Muchas familias lo celebraban de formas diferentes, pero los Bondoni Gress junto con los Osorio Marcos disfrutaban comprar huevos de plásticos y llenarlos de dulces, esconderlos en el patio para que ambos pequeños jugaran a encontrar los huevitos de pascua.

Mientras los pequeños corrían por todo el patio los padres se encargaban de la comida, una carne asada. La cual al llagarle el olor al pequeño Osorio detuvo su objetivo de atrapar a su mejor amigo, se quedó quieto y después camino hasta donde se encontraba su padre con una cerveza hablando con el papá de su mejor amigo.

Ambos adultos miraron al pequeño deteniendo su conversación.

––¿Pasa algo, hijo? ––El pequeño Osorio asiente con la cabeza. ––¿Qué tienes? ––Dice agachándose a su nivel.

––Hambre, mucha hambre–– Juan sonríe con ternura al escuchar a su hijo, lo amaba con todo el corazón aun sabiendo una verdad que tal vez jamás se animaría a decirle.

––Ya falta bien poquito para la carne, ¿En qué vas a querer? ¿En taquito o quesadilla? ––Emilio lo pensó un poco y luego sonrió.

––Taquito y con aguacate–– Juan sonrió y le dejo un beso en su frente.

––Ven acá–– Cargo al pequeño en sus brazos, el pequeño Emilio se acurruco en el hombro de su padre viéndolo cocinar la carne.

––¡Mily! ––El grito enojado del pequeño Bondoni asusto a los tres hombres que miraban atentos la comida. ––¡Me dejaste corriendo solo! ––Se cruzó de brazos y volteo su rostro indignado hacia otro lado.

––Perdón, es que tengo hambre–– Joaquín mira a Emilio y le hace un puchero con ojitos. ––No hagas eso–– El pequeño Bondoni no hizo caso y siguió con lo suyo. ––Joaquín...––Suspira. ––¿Me bajas papá? ––

––No Emilio, deja al berrinchudo–– Dice Uberto dejando su cerveza en una mesa, se acerca a Joaquín y lo carga alzándolo al aire sacándole una risa, al igual que a Emilio, Uberto y Juan. Cuando dejo de alzarlo, lo coloco en la misma forma en la que Juan cargaba a Emilio. ––Emilio tiene hambre, y no puede jugar si no tiene fuerzas–– Hace un puchero. ––Déjalo comer y después te doy tus galletas de dinosaurio––

––¡Si! ––Dijo feliz.

––Bien, pero deja que Mailo coma––

––Mailo no, Mily–– Corrigió a su padre y Uberto ríe por lo ocurrido.

––Disculpa...Mily, entonces–– Dijo riendo.

Lo que resto del día Joaquín y Emilio se la pasaron comiendo, jugando y buscando los huevitos con dulces. Mientras que sus mamás y sus padres guardaban todas las cosas que habían sacado al patrio y limpiaban ambos niños estaban sentados en el pasto. Emilio abría cada huevito de pascua que habia encontrado y hecha los dulces directo a su canasta. Mientras que Joaquín solo miraba a los adultos lidiar con una mesa.

La madre de Joaquín se acercó a él con dos platos en la mano, uno contenía galletas en forma de animales, mientras que el otro plato contenía galletas en forma de dinosaurio.

––Tomen mis niños–– Dijo entregándole en plato de galletas en forma de animales a Emilio y a Joaquín la de forma de Dinosaurio.

––Gracias Mami–– Dijo Joaquín.

––Gracias Mamá, Eli ––La madre de Joaquín les dio una última sonrisa antes de irse a ayudar a su esposo que parecía estar peleando lucha libre con la mesa.

Joaquín tomo una galleta y comenzo a comerla, dirigió su mirada a Emilio, su perfil, sus pestañas, su nariz, sus ojos, sus cejas, sus labios. Todo de él era perfecto para Joaquín. Pudo ver a él y Emilio felices en una gran casa donde dos niños y una pequeña niña corrían por los pasillos. Miraba su mano con un hermoso anillo de matrimonio.

Se miraba a lado de Emilio, siendo felices, amándose. En ese momento Joaquín lo entendió...Se habia enamorado de su mejor amigo. Miro sus piernas con un leve sonrojo en sus mejillas, cuando su mirada se desvió al plato de galletas que él tenía en forma de dinosaurio.

Y hizo lo más maduro a sus seis años, tomo una galleta, toco el hombre de Emilio y se la entrego.

––Toma, te la regalo––

Ambas miradas se toparon, habia un brillo especial que se reflejaba mutuamente. Lo que no sabía Joaquín que de una forma tan inocente como compartir una galleta logro enamorar a su mejor amigo.

¿Qué les deparaba el futuro? Joaquín no lo sabía, pero él se encargaría de que todo lo que imagino se volviera real, una casa con Emilio e hijos juntos, un anillo de matrimonio que solamente Emilio puede dárselo, si alguien más se atrevía a dárselo lo mandaría directo a la chingada. El solo se casaría con Emilio.

Y vaya que si lo hizo.




























Hola ☺️❤️

Primero que todo, quiero agradecerles a cada uno de ustedes por el tiempo que se toman al leer cada capítulo, comentar y votar.

Segundo, estos especial no son por cualquier motivo sin razón, si no porque hoy cumplo uno año de a ver abierto mi cuenta de Wattpad y Instagram.

Estos especial son para recordar lo que fueron estás historia en su momento y para traer un poco de nostalgia.

Les agradezco mucho por estar aquí, los amo.

-Karol ❤️

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