XI

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EMILIO

-¡Tengo hambre!- Gritaba Adriano. 

-¡Yo tambien!- Grite.- Se me atojan unas hamburguesas, ¿Y tu amor?- Le pregunte a Joaco.

-Si, amor- Contesto. 

-Yo digo que Emilio valla a por hamburguesas- Dijo Kiara. 

-¡ORA! ¿Yo porque? Que valla Esteban-

-No gracias- Contesto. 

-¿Es enserio que nadie va a ir?- Pregunte. Mientras que todos se quedaban callados. 

-Ok, voy a ir yo; pero no les voy a traer una mateada, así que me la pelan- Me levante de la mesa donde descansábamos. -¿Príncipe tu quieres una malteada?- Pregunte.

-¿Porque a Joaquin si le vas a traer malteada, y a nosotros no?- Pregunto Haide. 

-Como dije, es mi príncipe; y no le niego nada a el, amor de mi vida- Dije sacándoles una risa a todos- ¿Quieres una mateada?-

-Si, amor, gracias- Dijo riendo. 

-¿De galleta, verdad?- El asintió- Bueno seré bueno con ustedes, ¿quieren malteadas?- Todos gritaron un si.

Tome mi teléfono, y comencé a escribir todo lo que pedían; el tipo de hamburguesa que querían, el tipo de malteada; ¡Todo!. 
Sali de la cafetería, y camine por la plaza; la verdad es que el Carl's Junior, no estaba lejos; había uno a diez tiendas de nuestro local. Pero por flojos casi siempre nos peleamos por quien van y quien no. 

Entre con una sonrisa en la cara al Carl's Junior, pues el olor a hamburguesas era glorioso. No había ni fila para pedir, así que directamente llegue a la caja. 

-Hola- Salude a la muchacha que se encontraba del otro lado de la caja, la cual revisaba su teléfono; aun que en cuanto escuchó mi voz volteo a ver, y sonrió.

-Hola guapo- Empezó a jugar con su pelo- ¿Qué quieres pedir?-

-Eeee...-Dije incomodo al ver como me miraba, parecía que me quería desnudar ahí mismo- Disculpa mis ojos estar arriba- Dije serio. 

-¡Perdón! Es que no todos los dias entra un chico muy guapo- Yo solo reí incómodamente.

-Te voy a hacer un pedido, algo grande- Dije nervioso. 

-Ok, guapo; lo que quieras pídelo- Me guiño un ojo. Y yo volví a reir incómodamente.

-Gracias...lo tendré en cuenta- 

Intente ignorar sus coqueteos mientras hacia el pedido. Mientras que pedía todo me di cuenta que todos comemos mucho. Cuando termine de pedir toda la comida. Saque la tarjeta que mis papas me daban para comida y pasajes. 

-Bien, aqui esta tu ticket- Dijo la muchacha entregándome el ticket junto con la tarjeta- Ahora te llamo cuando este tu orden- Me guiño un ojo- ¿A nombre de quien?- 

-Aaaa...Emilio- 

-Que lindo nombre, Emi- Rei incomodo. 

-Si...este no me gusta el termino Emi, Emilio esta bien- 

-Oooo, ¿Prefieres Mily?- 

-Amm..no, ese apodo solo me lo puede decir una persona especial- 

-Yo puedo llegar a ser especial, Mily- Dijo jugando con su cabello.

-...Mejor me voy a ir a sentar, en lo que esta mi pedido...permiso- Me aleje de la caja, caminando al tenso hasta llegar a una mesa desocupada; donde pude liberar todo el aire e incomodidad que traía acumulado, saque mi teléfono del pantalón mientras negaba con la cabeza recordando los coqueteos de la chava.

La Quinta EstacionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora