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Charli D'amelio...
Aquí me tienen, alegre de preparar esta sorpresa, el se fue a otro lugar a prepararse mientras yo hice lo mismo, tome un vestido rojo, creo el rojo va muy bien conmigo y solo quería que me viera espectacular para el.
(...)
Y aquí nos encontramos los dos en el restaurante divirtiéndonos.
– así que está cena será de mi cumpleaños señorita D'amelio – dijo el riendo
– puede que si – dije riendo
Seguimos hablando, hasta poder terminar con la cena. Pagamos y nos dirigimos a un bello lugar tranquilo.
Lo rente por hoy y mañana solo para estar con Josh.
Se veía tan espectacular vestido así me encantaba verlo feliz.
– Josh, puedes quitarte la venda – dije sonriendo mientras me ponía enfrente de el ví como sus ojos se iluminaron, estábamos en la playa había una fogata no hacía ni frío ni calor, una cama al aire libre donde estuviéramos solos.
– esto es lo mejor que pudiste hacer por mi, mi amor gracias – dijo el abrazándome
Estuvimos abrazados viendo la fogata mientras entrelazamos nuestras manos.
Hasta que nos unimos en suave y salvaje beso, un beso que no trae la misma intensidad que otros.
Nos besamos por un tiempo más, dejando que nuestros labios se conocieran. No tardamos en incluir nuestras lenguas donde no hace falta decir quién ganó la dominancia. Me di la libertad de morder su labio inferior y debo admitir que me encantó escuchar el sonido que Josh hizo.
Me tomo de la cintura para ir hacia la cama y ponerme a horcajadas de el y mientras nos besamos.
– no tenemos que hacerlo si no quieres cariño – decía el dando besos en mi cuello
– quiero hacerlo – dije y el se separó de mi
Quitó mi vestido, beso mi cuello y empezó a dejar un camino hasta mis pechos.
Josh Richards...
Escuché como jadeo Charli cuando siente que succionó su piel. La tomé del cuello para volverla a besar, todo delicadamente para que ella no se sintiera tan presionada.
Sentí el tacto de sus manos bajo mi camisa y empezó a tocar mis abdominales. Decidió sacarme la camisa y tirarla por algún lugar o parte en dónde nos encontrábamos.
Tomándola por sorpresa la volteo y ahora ella está debajo mío. Baje mis manos por su cintura y es que se veía tan bien en ropa interior, cada detalle de mi novia me encantaba. Sus ojitos cerrados disfrutando del placer que sentíamos.
