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Edgar había bebido más de la cuenta,    no escuchó las serias advertencias que le había dictado el mayor con respecto a ello.

Sin embargo ahí estaba, acostado en los brazos de Byron mirando a la nada.

El albino se sentía claramente incómodo,  no era una situación muy acogedora, sin embargo aún mantenía su postura.

Y claro, llevaba varios minutos buscando a la chica de cabellos blancos con la mirada sin éxito.

No podía pararse e irse, claro que no.

Dirgió su mirada a Edgar, y pudo verlo durmiendo cómodamente en su regazo, cómo un niño.

Dió un suspiro pesado.

Sintió como el chico abrió sus ojos algo confundido, lo miró y reconoció al instante.

- Byron?

El mencionado rápidamente dirigió su mirada a la del menor, prestandole toda su atención.

-Byron....Byron eres muy lindo.... - habló mirandolo con una sonrisa boba, y claro, aún bajo los efectos de la bebida.

A Byron aquel comentario le provocó una ligera sonrisa, ¿aquel chico hablaba enserio?  A su parecer le había chocado mucho la bebida.

- ¿tú crees?- preguntó mirandolo divertido, y Edgar asintió.

El emo inesperadamente comenzó a pasar con su mano los blancos cabellos de Byron,  le parecía muy atractivo y no le importaba lo que el hombre fuera a pensar,  solo quería sentir su piel en sus manos.

Por otra parte, Byron solo lo miraba algo molesto,  sentía  como el chico tocaba su cabello, algo que por cierto no le gustaba.

Retiró suavemente la mano de Edgar y procedió a apartarlo también.

Se levantó y acomodó,  no podía estar más tiempo ahí.

- vendrás conmigo.- habló finalmente, como si fuera una orden.

Edgar solo quedó anonadado, ¿acaso estaba oyendo bien?  Aún estando borracho esa noticia le había parecido bastante inesperada.

- te quedarás en mi casa.-  dijo nuevamente sacando de dudas al menor.

Edgar salió de sus pensamientos cuando sin previo aviso Byron comenzó a caminar a la salida, haciendo entender al chico que debía seguirlo.
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Edgar habrío la puerta de aquel carro, para salir y posarse frente a una residencia bastante galana.

El mayor procedió a sacar unas llaves y habrir la puerta.

- bienvenido...

Edgar pudo notar lo  bastante grande que era aquella casa,  pasó su vista por las alfombras y paredes bastante elegantes que llevaba en su interior.

- wao, sugar dadi eh?-hip-

Byron lo miró indiferente ante aquel comenario que a su parecer le había parecido muy inadecuado, y procedió a ingresar a su propia casa.

- Puedes dormir en mi habitación si gustas, no descanzaré hoy.-

- por que o que?-hip-

tengo que hacer unas cosas, la fiesta suspendió mis horas de trabajo.....-  le respondió extenuado.

- ya vEo, y no lo pudes hacer mañiana? -

- No.- respondió directo.

- ta bien,    a mimir. - dijo para comenzar a caminar torpemente a quién sabe donde.

Byron se frotó la cien y sin pensarlo dos veces lo cargó en sus brazos y lo condujo a su cuarto.

Habrió rápidamente la puerta y lo posó suavemente en una extensa cama color cobalto.

- wao, -hip- pero que viejo más mamadísimo.- dijo mirandolo muy sonrojado.

A Byron se le formó un rubor muy notorio en el rostro, algo que lo dejó expuesto.

- buenas noches.- dijo cortante, para salir rápidamente de la habitación, y cerrar la puerta.

- ugh, 

Bajó las escaleras, pasó por la cocina y se sirvió un vaso de agua,  estaba exhausto, y ahora tendría que lidiar con el muchacho, oltó un suspiro y fue a continuar su trabajo.

Recordó lo que Edgar le había dicho hace unos minutos y inconsientemente  soltó una pequeña sonrisa.

𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘚𝘰 𝘍𝘶𝘤𝘬𝘪𝘯𝘨 𝘕𝘪𝘤𝘦 - Byron x Edgar, Edgar x Byron.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora