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A la mañana siguiente Edgar se levantó en una suave cama y con un ligero dolor de cabeza que lo dejaba intranquilo, no sabía las razones pero le parecía fastidiar demasiado.

Claro que aquellas suaves telas no hacían justicia contra sus 8 horas de sueño exactas.

Se talló los ojos y acomodó más agusto entre aquella grande y cómoda cama, la cual llevaba consigo  un olor  a colonia muy agradabe.


Algo no andaba bien....

- EH?!.- se levantó de golpe y rápidamente examinó su alrededor.-

- veo que ya despertaste.- habló el albino mientras entraba a su cuarto.- el desayuno está listo.

- ¿ByRon?!.-  habló con algo de temor mientras intentaba analizar la situación.

- Tranaquilizate, no es nada malo - respondió bastante tranquilo.- ayer te exediste con la bebida, eso es todo, te traje por lo mismo
que estabasmuy vulnerable y no encontraba a tu compañera.

Edgar recordó lo que habia pasado la noche anterior y se maldijo internamente, ¿enserio había aceptado?

- yo de verdad losiento, no quise causarle problemas.- habló bastante avergonzado y  cabizbajo

- está todo bien, no tienes que disculparte, de todas maneras estuve trabajando toda la noche, así que mi habitación estaba libre, no fuiste ningún problema.-dijo tratando de animarlo.

- y dime, ¿vienes a desayunar ?.- preguntó el albino dirigiendose a la puerta.

- no.- dijo en seco y se escuchó un pequeño gruñido por parte del estomago de Edgar.

Byron soltó una risita y se acercó a Edgar.

- ven, vamos no te hare nada, te lo prometo.-

Edgar lo miró, aún llevaba aquella sonrisa tan dulce y contagiosa, a pesar de las ojeras seguía manteniendo su postura y buen rostro.

- está bien.

El mayor asintió y procedió a salir de la habitación y bajar las escaleras tranquilamente.

Era muy raro verlo sonreír, pero esa mañana había sido muy diferente ¿se habrá levantado de buena gana?,
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¡you are #1!

Ya llevaban cerca de 20 partidas seguidas ganando,  sin duda Byron lo tenía todo bajo control.

- wow...- respondió el emo exhausto y con algunos rasguños mirando a Byron.- eres un viejo muy hábil.

Dijo para luego soltar una risa burlona,  en el poco tiempo que había jugado con Byron logró soltarse y hablarle con confianza, apesar que el mayor seguía manteniendo su carácter formal.

- igual,   no juegas nada mal.-

- ¡pero si estuve muriendo en toda la partida!.- dijo mientras lo miraba y se sacudía la chaqueta

- fuiste un buen soporte, eres muy bueno.-  habló para luego posar su mano en la cabeza del contrario como un acto amigable.

A Edgar se le formó un sonrojo, y no pensó en quitar su cabeza de la palma del mayor.
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Byron repentinamete se acercó al rostro del jóven, observandolo con detalle.

El chico lo vió algo confundido y avergonzado por la cercanía.- ¿ s-sucede algo?.-

- no me dijiste que te habías hecho heridas, - decía con seriedad.- ¿te duele?.-  no quería mostrar mucho interés, no estaba acostumbrado a tratar con personas en ese ámbito.

- No mucho la verdad.- respondió con indiferencia, tratando de ocultar el pequeño barullo que se había formado internamente por la cercanía del mayor.

Pero aun así  mentía,   ya que por casualidad en una de sus caídas se había raspado el rostro.

- dejame ver.- dijo para luego tomar inesperadamente la mejilla del menor y observarla con detenimiento.- no es grave pero debe estarte doliendo.-

El mayor se levantó del sofa para ir a la cocina.

Edgar solo quedó algo confuso,   grande fue su sorpresa al  verlo llegar con un botiquín en mano.

- ¿¡q-qué crees que estás haciendo?!.-

- curarte, ¿que no es obvio?.- habló el de trajes verdes.

El chico quitó su brazo del alcance de Byron, quién lo miró algo confundido.

- No puedo dejar que hagas esto, te lo agradezco pero, ya hiciste demasiado por mí....

- chico, no existe demasiado para mí, ayudar es ayudar y nada más.- hizo una pequeña pausa para mirarlo a los ojos.- lo mejor que podrías hacer es darme el brazo, resistirte lo hará más dificil para mí,  yo te traje aquí, eres mi responsabilidad.
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Edgar solo quedó observando como Byron trabajaba en su brazo,  vaya que era bastante experimentado.

Este sentimiento era nuevo, sentía calidez al estar junto a Byron, algo que no había pasado antes, un nudo en la garganta y mariposas en el estomago era lo que sentía cuando el de cabellos blancos lo miraba a los ojos.






El sonido del timbre lo sacó de sus confusos pensamientos.

- ¡Edgar!

𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘚𝘰 𝘍𝘶𝘤𝘬𝘪𝘯𝘨 𝘕𝘪𝘤𝘦 - Byron x Edgar, Edgar x Byron.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora