[Hola, les habla Lou Swan :D. Me comunico para decirles que les tengo una sorpresita. Por favor lean hasta el final ᕦ( ᐛ )ᕡ (Además que toda la nota de autor es información para ustedes así que estén atentos)]
—El ejercicio está mal —dijo Noelle al tiempo que daba un manotazo a la mano de Asta que intentaba acercarse a un plato de comida—. ¡Y deja de intentar robar otra nomobatata! ¡Ya te dije que hasta que hagas todo bien no vas a comer ni una!
Él hizo un puchero inflando las mejillas mientras la miraba con ojos de corderito.
—¡Pero Noelle! —se quejaba alzando sus brazos y bajándolos una y otra vez como si de un niño se tratase—. ¡Ya llevamos más de dos horas aquí! ¡Tengo hambre!
—¡Que no, idiota! —exclamó y le estiró la oreja intentando que entre en razón.
—¡Ay, Ay! ¡Suéltame, Noelle! ¡Duele! —protestó, consiguiendo que a los poco segundos su agresora finalmente lo dejara. Con unas lagrimillas por el dolor se sobó su oreja y la miró de reojo—. Además, ¿nunca has oído el dicho: "si tienes hambre, come"?
—¿Qué demo...?
—¡Sí! Creo que lo había dicho un gran sabio o algo así...
Noelle salvaje deposita un puñetazo sobre la cabeza del Asta común por su inútil ataque de estupidez.
—¡Gran sabio mis coletas! ¡Solo has bien el maldito ejercicio!
La peli-plateada ya estaba alcanzando su escaso límite de paciencia. Todo al principio había marchado con buenos pies, pero todo se fue por la borda cuando la chica había tenido la "genial" idea de hacer un pedido de nomobatatas para su amigo. Ella pensaba que con una tan tentadora recompensa, Asta se iba a esforzar un poco más y terminarían más rápido para que él pudiera obtener su merecido premio.
Que mal se la habían jugado los dioses para que todo lo planeado le hubiera salido al revés.
«¡Maldito sea mi destino!» pensó Noelle convirtiendo su mano en un puño y unas cómicas lagrimillas salieran de sus ojos.
—Ehh, Noelle. ¿Qué demonios son esa especie de pequeñas aves negras que están a tu alrededor? —señaló Asta confundido.
—¿Eh? ¿Qué?
—Oh, ya se fueron —dijo nuevamente, dejando un silencio de desconcierto entre los dos. El que rápidamente fue roto por la otra.
—Bueno, como sea. ¡Deja de cambiarme de tema! ¡Termina el ejercicio de una maldita vez!
—P-pero no lo entiendo... —lloriqueaba en respuesta.
Un aura oscura empezó a coagularse alrededor de Noelle, lo que le puso inmediatamente a Asta la piel de gallina. Ella lo observó con una mirada gélida, lo que no hizo más que infundir más miedo en su compañero.
—¿Cómo que no lo entiendes? Te lo he explicado ya más de cincuenta veces, Asta... —hablaba en un tono calmado pero increíblemente frío y distante. En contestación a la imponente actitud de la chica, el de ojos verdes solo pudo arrodillarse y hacer incontables reverencias en el piso muerto de miedo.
—¡¡Perdoneme, Noelle-sama!! ¡¡Por favor, le suplico que acepte las disculpas de este simple mortal!!
Y con un bufido por parte de la peli-plateada, la fría y amenazadora oscuridad volvió a la normalidad.
—Tsk, supongo que no me queda remedio. Escucha bien, Bakasta —le dijo en un tono imperioso y el aludido inmediatamente se sentó derecho y con los cinco sentidos puestos en ella—. Para resolver este tipo de problema debes usar la fórmula que nos enseñó el capitán Yami hace poco, ¿recuerdas?
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¡Ese idiota!
De TodoLa preparatoria Clover es una de las instituciones más prestigiosas de toda la ciudad, con una manera de impartir conocimiento algo distinta a los colegios normales. Asta es un chico de las afueras de la ciudad que apenas logró entrar por los pelos...