La preparatoria Clover es una de las instituciones más prestigiosas de toda la ciudad, con una manera de impartir conocimiento algo distinta a los colegios normales.
Asta es un chico de las afueras de la ciudad que apenas logró entrar por los pelos...
—¿En serio estás interesado en una chica, Asta? —le preguntó al del pelo cenizo Magna.
—Ehh, bueno, creo que sí —dijo este mientras se rascaba la nuca y soltaba pequeñas risitas.
—¡¡ERES IDIOTA!! —gritaron Magna y Zora molestos. Luck sólo miraba la escena mientras reía.
—Pero si dice que está interesado en alguien será por algo ¿no? —Luck tomó la palabra mientras su sonrisa seguía presente.
—Es idiota, no lo creo —el de aspecto de delincuente agitaba su mano frente su cara en forma de negación al estilo anime.
—Sep, seguro está diciendo estupideces —dijo el pelirrojo imitando la acción del otro.
—Por si se les olvidó, estoy aquí —recriminó el de ojos verdes molesto.
—Bueno yo mejor me voy a mi habitación, ya es tarde —dijo el de aspecto de delincuente para después retirarse a su habitación.
—Bueno, Magna, si te despitas me voy a comer el pastel de la nevera —le dijo a este el sonriente muchacho.
—¡Maldito! ¡Te mataré! Dios...necesito una cerradura para la nevera....¡Oye! ¡Espera! ¡¡NI SE TE OCURRA IR A LA COCINA!! —gritó al ver cómo el rubio corría velozmente hacia la cocina.
—¡No me atraparás! —exclamó con aire juguetón.
—Esos nunca cambian, ¿Verdad Zora? —Asta giró su rostro para encontrase con su amigo pero notó que ya no estaba—. Es un maldito ninja el jodido.
Y comenzó otra de las diarias persecuciones entre Luck y Magna. Pero esta terminó rápidamente porque enseguida que Luck entró a la cocina Charmy los sacó a patadas porque no quería que interrumpieran su "momento especial" y al final entre risas por parte de uno y amenzas por parte del otro se fueron a sus cuartos.
Asta se había quedado en el salón para recoger unas cosas que había dejado por ahí, pero se percata de algo haciendo que sus labios se curven formando una dulce sonrisa.
«Tonta —pensó el de pelo cenizo al ver a la peliplateada dormida recostada en la mesa—. Bueno, parece que tendré que llevarla a su habitación»
El chico apagó la laptop de la de ojos violetas, al parecer se había quedado dormida estudiando. Él sólo la cargó en su espalda. El de ojos verdes ya estaba acostumbrado a llevarla a su cuarto cuando se quedaba dormida y aunque fuera un poco complicado pasar a través de los láseres y las cámaras de seguridad poco a poco se había acostumbrado.
Ya estaba llegando a la habitación de la chica cuando paró en seco, Noelle lo estaba abrazando estando dormida. El de ojos verdes se sonrojó por el contacto de esta. El corazón del chico latía muy rápido en ese momento y por esta razón se le hizo un poco difícil el seguir con su labor a pesar de estar solo a unos cuantos metros de su destino.
Con un poco de complicaciones al final logró dejar a la chica en su dormitorio y salió rápidamente de ese lugar.
No entendía que le pasaba, ¿por qué su corazón todavía seguía estando acelerado? ¿por qué ese enorme rubor que adornaba su cara aún no sé había ido?
«D-demonios...»
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