La preparatoria Clover es una de las instituciones más prestigiosas de toda la ciudad, con una manera de impartir conocimiento algo distinta a los colegios normales.
Asta es un chico de las afueras de la ciudad que apenas logró entrar por los pelos...
Ya habían pasado 2 semanas desde que iniciaron los cursos especiales, ya toda la clase de los Toros Negros eran amigos entre sí. Claro que no eran amigos tranquilos, pues eran muy escandalosos y enérgicos, pero cualquiera se lo pasaba bien entre ellos.
En estos momentos estaba el grupo paseando por los alrededores del colegio.
—Oigan oigan, ¿y si le hacemos otra broma al Capitán Yami? —decía Zora emocionado.
—¿Cuántas bromas quieres hacerle al Capitán? A penas van 2 semanas y ya le has hecho 24 —le sermoneaba Vanessa.
—Si, y además de eso, sabes que te va a poner otro castigo como correr 20 veces por todo el colegio mientras llevas una gallina en la cabeza —añadía Noelle.
—Nah, ese sólo lo hizo para echarse unas risas. Pero estoy seguro que está vez no me atrapará - el pelirrojo apretaba su puño con convicción.
—Eso no te lo crees ni tú —decían todos al unísono.
—¡Oh, vamos chicos!
—Es la dura realidad, hermano, hay que aceptarla —dijo Magna mientras ponía una mano sobre su hombro.
—Es verdad, Magna tiene razón Zora —Asta ponía también una mano en su otro hombro imitando al de aspecto de delincuente.
—¡Ya van a ver cómo no me atrapa! —dice Zora antes de salir corriendo en busca de Yami.
15 minutos después...
—Pfffff Jajajajajajjajajaja —se reía el grupo ante la escena que estaban presenciando.
En frente de ellos estaba Zora con ropa de bailarina, saltando por todo el colegio mientras una cabra lo seguía y a cada rato le mordisqueaba el tutú. (Bueno, al menos sabemos ya de dónde Asta sacó el tutú XD)
—¡No se rían pendejos! ¡Agh!, ¿por qué siempre me pasa?
—¿Tal vez porque eres idiota? —se burlaba la adicta a la coca cola mientras soltaba risitas.
—¡¡Deja de burlarte de una vez, maldita bruja!!
—¡¡OYE!! —le gritó el Capitán a Zora, el cual estaba sentando en una silla, calando un cigarrillo mientras leía el periodico como si en vacaciones estuviese—. Menos charla y más saltos, o si no te haré un vídeo y lo subiré a YouTube.
A Zora un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo y rápidamente comenzó a dar más saltos, provocando más risas de sus compañeros.
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Pasaron las horas y ya el pelirrojo había cumplido su castigo haciendo que todos se decepcionaran ya que querían reírse un poco más.
Después de unos minutos comenzaron de nuevo las clases.
Yami, como normalmente hacía se demoró una hora en llegar al aula, por como todos saben, estar en el baño.
La clase transcurría de manera normal. Esta vez Noelle sí que le prestó más atención a la lección. Pero su compañero tenía otros planes.