Alone ~SeHo/HunHo~

II

La verdadera sorpresa llegó cuatro días después de año nuevo, cuando en la noche su padre lo llamó después de que alguien llamara a la puerta, mientras que se ponía un pijama calentito y decidía la película que iba a ver aquella noche.

-¡Jun Myeon! ¡Un amigo tuyo ha venido a verte!

Jun Myeon se quedó extrañado, no tenía amigos en esa ciudad ni mucho menos alguno de sus amigos le había avisado de que iba a ir a su casa. Bajó corriendo las escaleras terminando de ponerse el jersey del pijama. Le sorprendió la persona que esperaba en la entrada de la casa de su padre. SeHun se estaba ahí, mordiéndose los labios con nerviosismo. Jun Myeon se acercó a él y lo cogió suavemente del brazo, notando que Se Hun llevaba una mochila con él.

-Se quedará esta noche aquí, espero que no te importe.- le avisó a su padre antes de llevarse a Se Hun a su habitación.

-Claro, puede quedarse lo que quiera, si necesitáis cualquier cosa estáis en casa.- le respondió.

Cuando llegaron al cuarto de Kim, el joven recién llegado se quedó parado en la puerta. Jun Myeon sabía que Se Hun no le diría nada, no sobre el porqué de su visita, así que se limitó a hacer que se sintiera cómodo.

-Puedes dejar las deportivas al lado de la puerta y el abrigo ahí.- señaló el perchero y continuó hablando.- El baño está al final del pasillo en la puerta derecha, puedes cambiarte o ducharte, si necesitas toallas están todas apiladas en una estantería que verás nada más entrar.

Se Hun asintió mientras seguía las primeras órdenes de Kim, después cogió la mochila y salió de la habitación para ir al baño. Media hora más tarde la puerta del cuarto se volvió a abrir dejando ver a un Se Hun secándose el pelo con una toalla.

-¿Quieres cenar algo?- preguntó Jun Myeon.

-Si, lo que sea está bien.- encogió los hombros.

Se estableció un silencio mientras que cenaban, Se Hun no parecía querer hablar del porqué estaba allí y Jun Myeon no quería ser un agobio más para él. Kim sabía que la vida de Oh no era sencilla, lo notó durante su "periodo de prueba" en el grupo, solo que nunca se atrevió a preguntar a alguien o al joven en sí ya que no tenían mucha relación.

Al parecer las palabras sobraban entre ellos, las miradas y los gestos eran lo único con lo que se comunicaban, y para sorpresa de ambos se entendían mejor así. Los silencios no eran incómodos, como cualquiera pensaría, si no que eran todo lo contrario eran armonía, paz y tranquilidad.

Después de 5 días conviviendo con los Kim, Oh decidió que era tiempo de irse. El joven corroboró que la relación padre-hijo de aquella familia era inexistente, sintió la tensión cuando estaban en la misma habitación o los silencios realmente incómodos cuando el padre de Jun Myeon insistía en que comieran o cenaran con él. Estuvo demasiado a gusto para su sorpresa con el otro adolescente, Kim no preguntó la razón de su visita allí ni insistió en hacerlo hablar y eso le gustó, no como Chan Yeol o Jong In que siempre intentaban indagar o saber el motivo de sus repentinas apariciones en sus hogares. Cuando Se Hun estaba a punto de irse hizo algo que sorprendió a ambos, estrechó entre sus brazos a Jun Myeon en modo de agradecimiento, el cálido gesto cambió algo dentro de los dos ese día.

La vuelta a clases llegó y las cosas volvieron a la normalidad, con la excepción de que Kim y Oh parecían más cercanos. Jun Myeon y Se Hun empezaron a volver a casa juntos, muchas veces el alto se quedaba el día entero en la casa de Kim e iban juntos a clase al día siguiente, también las muestras de afecto, como abrazos y demás, entre ellos se volvieron frecuentes.

De vez en cuando, como antes de las vacaciones de Navidad, el alto desaparecía por un par de días y no se sabía nada de él. Todo el mundo se había acostumbrado a ello, pero a Jun Myeon muchas veces le costaba no preocuparse, especialmente cuando ahora eran más cercanos, pero lo pasó por alto.