III

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Lo que quedaba de curso pasó volando, y Jun Myeon se vió en un bus volviendo a casa de su padre de nuevo. No le importaba ya quedarse en casa de su padre, a pesar de seguir con la misma relación, ya que volvía a no tener a nadie en la ciudad de su madre y no tenía ningún motivo para quedarse. La nostalgia no dudó en invadir su cuerpo mientras miraba por la ventana y veía como todo pasaba, se preguntó qué planes habría hecho Chan Yeol para celebrar su libertad del instituto, tal vez harían un viaje a una ciudad costera o a otro país... Hicieran lo que hicieran, deseaba que tuvieran unas vacaciones geniales.

Se perdió pensando en sus amigos, o mejor dicho antiguos amigos, haciendo que su viaje terminara más rápido de lo normal. Cuando bajó del autobús, vio a su padre esperando por él en el anden, así que fue hacia él. No hubo palabras entre ellos en un principio, pero Jun Myeon notó a su padre "raro", como si quisiera decir algo pero no supiera como empezar a contarlo.

-Ve al grano.- comentó el adolescente, tras pensar por unos momentos. Su relación padre-hijo era casi inexistente, pero tal vez debía cambiar, quería cambiar las cosas y empezar a hacer algo bien, aunque fuera tarde.- Está bien, puedes decirme cualquier cosa, te voy a escuchar.

-No es difícil de decir, si no que, es raro.- empezó diciendo el padre de Jun Myeon -He estado hablando últimamente con tu madre, y me ha dicho que las cosas contigo han empezado a ir mal... De nuevo. Está preocupada porque ya no sales con los chicos, ni con Se Hun siquiera. Quiere, bueno queremos, que el Jun Myeon tan activo y alegre que has sido últimamente vuelva. No tenemos ni idea que ha podido pasar pero los dos somos conscientes que desde que has conocido a esos chicos te has convertido en una persona distinta, en alguien que ha empezado a vivir realmente, y queremos que sigas siendo así. Tal vez te haga falta otra vez cambiar de aires o quién sabe qué, pero mamá y yo estamos dispuestos a intentar de todo solo para traer de vuelta al Jun Myeon verdadero.

-¿Qué estás tratando de decirme?- cuestionó el menor.

-A lo que voy es que, en el trabajo, me han trasladado a otra ciudad, en concreto a la sucursal principal del país, y quiero que vengas conmigo. Lo he hablado con tu madre, y está de acuerdo, solo falta tu respuesta.- consiguió decir el Kim mayor.

Jun Myeon se encogió de hombros.- No suena mal, la verdad.- confesó -¿Cuándo empiezas?

-Tengo una semana y media para instalarme allí. Algunas cosas ya están en el apartamento en el que viviremos, aunque faltan bastantes, sin contar las tuyas.- contestó.

-Un apartamento... Entonces significa que viviremos en un piso, lo que también significa que será una ciudad grande medianamente grande.- murmuró el joven.

-Exacto, es la segunda ciudad más poblada del país tras la capital. Lo que también significará que el ambiente va a ser totalmente diferente al que has estado acostumbrado toda tu vida. Ya no va a ser una ciudad pequeña y tranquila rodeada de montañas y vegetación; si no que va a ser un ciudad enorme, llena de gente, ruidosa y con edificios altos por todos lados.- finalizó el mayor.- ¿Aceptas Jun Myeon?

El menor no sabía que hacer, tenía dos partes debatiendo en su interior. La primera parte estaba emocionada por los cambios y las cosas nuevas, mientras que la otra estaba aterrada y llena de dudas, ¿pasará de nuevo lo mismo?, ¿Llegaré a hacer amigos?, No quiero reemplazar a Se Hun, ni a Chan Yeol, ni a Min Seok... Estaba súper confundido y sus pensamientos no le estaban ayudando en nada al surgir uno tras otro sin dejar a la idea anterior tiempo para ser procesada. Todo iba muy rápido dentro de su cabeza, pero tenía que decidir.

-Supongo que no tengo nada que perder, así que, ¿por qué no?- terminó diciendo Jun Myeon.

Llegó a la conclusión de que debía avanzar, por mucho que no supiera cómo, y seguir con su vida e irse con su padre podría ayudarle con eso, así que aceptó.

Al día siguiente de aceptar la propuesta de su padre, el joven volvió a casa de su madre para empacar las cosas necesarias que debía llevar a la nueva casa de su padre, lo que no se esperaba era que su madre le dijera lo siguiente nada más llegar: "Chan Yeol vino ayer preguntando por Se Hun."

-¿A qué te refieres con preguntando por Se Hun? ¿Qué ha pasado?- preguntó Jun Myeon.

-Me comentó que no lo encuentran por ningún lado. Han tratado de contactar con él por teléfono y yendo a su casa, pero no logran dar con él o su paradero.- explicó su madre. -Dijo que Se Hun solía desaparecer por un par de días y que estaban acostumbrados a ello pero no lo ven desde que el curso finalizó, por eso pensaron en que tal vez podría estar aquí contigo.

-¿Qué le contestaste?

-La verdad, que no viene o está contigo desde hace un tiempo.- concluyó.

-Seguramente se haya ido de vacaciones y ha dejado el móvil en su casa de aquí para que nadie le moleste, ya sabes como es... Así que no te preocupes.- esas cosas de Se Hun no le sorprendían ya. Al principio, cuando se unió al grupo se preocupó, pero poco a poco se fue acostumbrando. Llegó a preguntar al resto y nadie tenía ni idea, o al menos eso respondían, lo importante es que regresaba pocos días más tarde de una pieza y bien, así que no importaba mucho.

Su madre se limitó a asentir, no quería "incomodar" a su hijo más con el tema de sus antiguos amigos.

De nuevo el tiempo pareció correr, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba "entrando" a la gran ciudad junto a su padre. Jun Myeon miraba la ciudad con curiosidad, asombro y miedo.

-Impresiona, ¿verdad?- comentó el mayor.

El menor asintió, a pesar de que probablemente su padre no viera el gesto. Sintió que había entrado al mundo de los gigantes y que era aquel ratón de campo de aquella moraleja tan famosa, o Remi; el protagonista de la película Ratatouille.

El apartamento estaba en un octavo piso, Jun Myeon nunca había estado en un lugar tan alto, era grande y muy espacioso al estar sin amueblar, tenía grandes ventanales por los cuales se podían observar los edificios de alrededor... Era increíble.

El joven se propuso un par de cosas entre las que estaba encontrar un trabajo, y así costearse sus gastos con su propio dinero, y adoptar un perro o un gato de una protectora.

Tras explorar la ciudad y todos sus rincones en su primera semana, encontró una cafetería por el centro de la ciudad que aceptó contratarle como barista y enseñarle a ejercer la profesión con la condición de que aprendiera rápido y no cometiera muchos errores en sus primeros días.

Alone ~SeHo/HunHo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora