Ya iban cinco días que Se Hun no veía a Kim por la mañanas en la cafetería, y empezó a preocuparse. El menor no aparecía por ningún lado, es decir, la cafetería. Algunos días Se Hun llegaba antes de su hora corriente, otros días más tarde de lo usual, alternaba sus descansos para pasarse por la cafetería y ver si volvía a encontrar a su alma gemela. Era como si Jun Myeon hubiera vuelto a desaparecer de la faz de la Tierra.
Pasaron dos semanas hasta que Se Hun volvió a ver a Jun Myeon, fue una tarde lluviosa en la que el mayor tuvo que entrar en la cafetería ya que la lluvia parecía no dejar de caer y había cogido intensidad, mientras iba de camino hacia casa de su hermanastro. Ahí estaba Kim, sentado en una mesa cerca del mostrador leyendo un libro, haciendo que Se Hun pudiera respirar bien de nuevo. Si no hubiera sido porque había madurado, le habría montado una "escenita" delante de todo el mundo; así que inspiró intentando calmarse y se dirigió al menor.
Llegó a la mesa asustando a Jun Myeon, quien estaba concentrado en el libro entre sus manos.
-¿Dónde demonios te habías metido?- preguntó Se Hun con notable desesperación en su tono de voz.
Jun Myeon no entendió la pregunta.
-¿A qué te refieres?- respondió frunciendo el ceño girando la cabeza hacia un lado, pareciendo un pequeño cachorro confundido.
-¿Realmente no entiendes lo que te he preguntado o te estás haciendo el tonto como en el instituto?
-¿Crees que pondría esta cara de confusión si me estuviera haciendo el tonto? Ahora, si me disculpas un momento, me voy a atender a un cliente. A ver si mientras tanto, te calmas.- contestó Jun Myeon, al ver a una persona acercarse al mostrador.
El menor sabía como Se Hun era y sabía que si los dos, o sólo el mayor, estaban alterados, la conversación no iría a ningún lado y acabarían de nuevo como la última vez. Mientras que atendía al cliente, vio como Se Hun cogía una silla y tras estar con el teléfono por unos instantes miró las cosas que estaban sobre la mesa.
-Hasta luego, tenga una buena tarde, ¡y no se moje mucho!- Jun Myeon se despidió del cliente y volvió a su mesa después de preparar la orden habitual de Se Hun.
En vez de preguntarle si se había calmado, apoyó su mano sobre la del mayor tras sentarse y dejar el café delante de él. Las palabras nunca habían sido su principal medio de comunicación sino las acciones, así que sería mejor empezar de esa manera la conversación. Escuchó al mayor suspirar tras levantar la mirada del libro que Jun Myeon había estado leyendo anteriormente, y la fijó en él.
-Escuch-
-Si te vas a disculpar, no te atrevas a hacerlo. No has hecho nada malo, es tu forma de ser cuando estás alterado, ya está.- le interrumpió Jun Myeon al mismo tiempo que trazaba círculos con su pulgar sobre la mano de Se Hun.
No tenía ni idea de porqué había hecho eso, simplemente sintió la necesidad de hacerlo. Al principio se sintió raro volver a tener ese tipo de cercanía con Se Hun, pero al momento la calidez invadió su interior y se sintió como si volvieran a ser los de antes y a su misma vez unos nuevos. Ambos se perdieron en la mirada del contrario.
-Me había asustado, mucho. Pensé que te había pasado algo malo y que de nuevo te perdería, a pesar de no haberte recuperado todavía.- susurró Se Hun bajando la mirada a su mano izquierda que estaba siendo acariciada por la de Jun Myeon.
-Yo fui el que te perdió, Se Hun, no al revés.- contestó con dolor Kim.
-Pero yo te dejé ir, ¿acaso no es lo mismo?
-Se Hun, por favor, deja de echarte la culpa. Perdí, me alejé y no luché. Yo fui el primero en renunciar.-suspiró Jun Myeon.
-Escucha, esto no es una pelea o lo que sea sobre quién tuvo la culpa o quién dejó de tenerla. Así que, haz el favor de callarte y dejarme hablar.- finalizó Se Hun.
Kim asintió como respuesta.
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Alone ~SeHo/HunHo~
FanfictionDesde que entraba hasta que salía se tiraba las horas mirando por la ventana o al reloj del fondo de la clase, esperando a que todo se acabase. Era su forma de evadirse de la constante chapa que le daba cada uno de sus profesores, y de la realidad...