Fix you

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La primera clase del EH fue tal y como Hermione había planeado. 

Entre ella, Draco y Harry ayudaron a enseñar los primeros hechizos a todos y cuando dieron por finalizada la reunión la chica se sentía exhausta pero muy contenta. Poco a poco la sala se fue despejando hasta que solo quedaron ellos tres y Pansy. Por culpa  de un hechizo descontrolado una de las sillas se había hecho pedazos contra la pared y Draco estaba intentando arreglarla con magia mientras Harry lo miraba como si hubiera encontrado la cura para la viruela de dragón. 

Había algo en la mirada de su amigo que le hizo apartar la mirada. Desde que descubrió lo suyo había estado mucho tiempo con ellos. Los había visto bromear, bailar, estudiar agarrados de la mano e incluso besarse en muy contadas ocasiones. Pero esa mirada era demasiado. Siempre era demasiado. 

Con Viktor había estado poco tiempo pero no había sido ni parecido a lo que tenían sus amigos. Viktor era simpático, guapo y se preocupaba por ella pero no había ese amor que ellos tenían. 

Sus padres siempre le habían dicho que no tenía que apresurarse, que era casi imposible encontrar al "amor de tu vida" tan joven pero viéndolos quería tener a alguien a su lado que la mirara así. 

Pansy se sentó a su lado y le quitó el pergamino con el resumen de la clase. 

- Un sickle por lo que estás pensando. 

Hermione rio ligeramente. La Slytherin tenía ese algo que siempre le hacía sentir cómoda a su alrededor. 

- Pensar en las clases no vale un sickle, no malgastes tu dinero en eso. 

- Bueno soy una mujer de palabra- rebuscó en uno de los bolsillos de su falda y sacó una moneda que le dio a Hermione con una floritura. 

Al contrario de las reuniones secretas la tensión en las clases de Defensa con Umbridge era cada vez mayor. Tanto que una de ellas terminó con un castigo para Harry por decir que Voldemort estaba vivo. 

- Esta tarde a las cinco en mi despacho, señor Potter. No llegue tarde. 

Harry fue a su despacho enfadado y pidiendo que cualquiera que sea el estúpido castigo que le puso Umbridge se acabe rápido. 

- Buenas tardes, señor Potter- dijo la profesora cuando entró a su despacho-. Siéntese aquí y coge esa pluma. Debe copiar 30 veces "No debo decir mentiras" en este pergamino. 

Harry no se esperaba un castigo tan suave pero no dijo nada. Se sentó y comenzó a escribir. Apenas terminaba la primera línea cuando empezó a sentir un escozor en su mano derecha. Según avanzaba el castigo las letras se grabaron en su piel. Cuando terminó las copias su mano sangraba y el papel estaba manchado. 

- Muy bien- dijo Umbridge mirando las copias-. Mañana a la misma hora. 

Harry se marchó del despacho corriendo. Antes de ir al castigo Hermione y Draco le habían dicho que iban a estar en la biblioteca así que corrió hacia allí. La mano le dolía y el puño de su camisa empezaba a estar empapado de sangre. Nunca el castillo le había parecido tan grande. 

Cuando por fin llegó Draco y Hermione estaban con Blaise y Pansy. Draco fue el primero en verlo.

- ¿Qué tal el castigo?- preguntó.

Como toda respuesta Harry les enseñó la mano. Sus reacciones no se hicieron esperar y la bibliotecaria les echó por hacer demasiado ruido. Blaise no dudó en rasgar un trozo de su camisa para cubrir la mano de Harry. 

- ¡Por Merlin!- dijo Hermione mientras se llevaban a Harry a Gryffindor- Esto es ilegal. Nunca se ha visto nada igual en toda la historia de Hogwarts. 

Hicimos un desastre, cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora