"¿Cuándo fue la última vez que la viste?"
Sinceramente... nunca la llegué a ver. Nunca pude apreciar su rostro, nunca pude acariciar su cabeza, nunca pude abrazarla, nunca pude darle un beso de buenas noches, nunca en realidad estuvimos cerca el uno del otro físicamente.
Pero hubo algo... que me enamoró de ella. En un principio empezaba yo las conversaciones, ella no sabía. Supongo que sería porque se sentía nerviosa, nunca lo llegué a saber. Después le pedí que hiciéramos un trato para darnos los buenos días y las buenas noches, y ella aceptó. Luego ella comenzaba siempre las mismas conversaciones de siempre sobre las clases, las ideas, los sueños...
En verdad notaba su pasión a través de esos textos. Pero cuando comenzaron otra vez las clases, ya no podíamos hablar tanto. Ella no se acostaba nunca temprano, pero aun así no se levantaba tarde. E incluso a pesar de haber estado todo el día de aula en aula, siempre encontraba un hueco para hablarme. Sin embargo, yo no podía hacer eso. Siempre estaba hasta arriba de ejercicios y no podía dedicarle todo el tiempo que hubiese querido porque ya empezaba a tener sueño y me iba pronto a dormir. Pero ella... Ella todavía tenía energía para sí misma y sus amigos... Sus pocos amigos de Internet.
Con el paso de los meses, nuestros mensajes se fueron reduciendo cada vez más y más... Hasta que cada vez nos íbamos olvidando más y más de los mensajes diarios.
Hasta que un día... Me llegó un correo de ella. Decía que estaba harta de su situación familiar, de sentirse aislada. Quise consolarla, hacer que se sintiera mejor. No sé si lo logré, simplemente me respondió con un "gracias" y se desconectó. Los días posteriores no me contestó los mensajes diarios ni estuvo en línea en ningún momento. La llamé por teléfono, pero estaba ya en otra llamada, y cuando no, sin cobertura. Incluso le pregunté a sus amigos, quienes la notaban igual que siempre en clase.
No dejé de intentarlo.
Hasta que un día, recibí una llamada y varios mensajes de ella en plena madrugada.
"Hola. Perdón por no hablar contigo durante estos días... ¿Me odias ya? Si es así será mejor para ambos. Mi madre se quiere mudar al extranjero para huir de esta situación, y lo ha conseguido. Quiere que empecemos de cero cuando se acabe este curso. No podremos conocernos al final... lo siento mucho. Ahora el número de kilómetros se multiplicará todavía más. Perdón por ser una cobarde y llamarte a las cuatro de la madrugada, cuando sé que estás durmiendo y no contestas las llamadas, no sería capaz de decírtelo al teléfono. Espero poder vernos en algún momento de nuestras vidas. Hasta entonces, espero que todo te vaya bien. Pd. Te quiero"
A la mañana siguiente no pude contactarla. Faltaban pocos días para el final del curso. Cuando ya terminó, recibí una videollamada.
- ¿Hola?
- Hola... Así que así eres, eh... No te imaginaba tan lindo.
- No puedo decir lo mismo si tapas la cámara.
- Si me ves te dolerá más.
- ¿Entonces tú por qué me quieres ver?
- Has tenido tiempo para desactivar la cámara. Me tengo que ir en dos minutos.
- Ouh... ¿Te puedo ver antes?
- De todas formas no me verás, me he encerrado a oscuras para verte.
- ...
- Espero... volverte a ver. Debo irme, nos vemos.
- ¿Tan rápido? ¡Espe... ra!
Silenció la llamada y salió de aquel lugar. Pude ver una imagen borrosa y rápida de ella, pero no pude retenerla en mi memoria. No volví a saber de ella hasta cuatro años después, cuando dijo que vendría aquí a visitarnos. Lo siguiente que supe era que tuvo un accidente durante el trayecto y ella era una de las víctimas.
Todavía recuerdo aquella llamada de hace diez años como si hubiera sido hace diez segundos. He cambiado mucho desde entonces. Todavía me pregunto cómo hubiera cambiado ella si hubiese vivido estos diez años. Si hubiésemos podido vernos en persona. Si hubiésemos podido hablar como hace doce años...
Si hubiéramos podido ser algo más que amigos y si hubiéramos podido compartir algo más que conversaciones.
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Rescatados del olvido
RandomTextos que alguna vez hube escrito, que fueron olvidados dentro de una carpeta dentro de otra carpeta dentro de otra carpeta. Todos son textos ficticios, tal vez basados en alguna experiencia vivida, tal vez solo productos de la fantasía de una niña...