PARTE 6

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"Tan relativo soy, que percibo tus pasos congeniando con los míos. Tan abrumado mi corazón que lo enloqueces con un simple remezón. La selva se acerca y yo solo intento huir, quizás el tiempo no sea mi compañero y tú un concepto sin definir".

-Se suponía que no te vería hasta el otro ciclo.-dije mirando a Micaela.
-Se suponía que tenías que estar aquí a las 5.-dice Micaela.
-Bueno, el tiempo es relativo.-dije, 
Micaela ríe y me siento a su lado. 

El parque se veía distinto, pero lo único que cambió era la situación que tenía con Micaela o mejor dicho "la relación" que tenía con ella. El aire me provocaba ansiedad, no sabía lo que diría Micaela. Cada vez que hablábamos la pasábamos bien , pero intentaba no confundir las cosas y a veces los sentimientos me traicionan. Yo no quería incomodarla de ningún modo, no quería pasar por eso otra vez, no quería caer por segunda vez.

-Vamos.-dice Micaela.
-¡Espera! Esto de ir a casa de mis abuelos, es muy rápido.-dije.
-Oye.-dice Micaela.-conozco muy bien dónde vives, espera...
-¿Qué?-dije.
-¿En serio no recuerdas que nos conocemos desde la infancia?.-dice Micaela.
-No es eso.-dije.-simplemente que...
-¿Qué cosa?.-dice Micaela.-¿escondes algo?

No dije nada y nos pusimos en marcha. La única casa que diría que es mi hogar, es la casa de mis abuelos, pues viví muchos años con ellos, prácticamente son indispensables en mi vida. Pocos saben mi situación con mis familiares, pero tampoco me interesaba hablar de mi vida, era algo incómodo.

-¿Quieres té?.-dije.
-Sí, no hay problema.-dice Micaela
-Bueno...

Ella estaba entretenida con los cuadros y se veía tan curiosa que sus ojos saltaban de un lado a otro. Yo al verla solo sonreía, ella me recordaba a una niñita curiosa. Al darle la taza de té, ella empezaba a tranquilizar su mirada y ahí fue dónde empezamos a discutir.

-Debemos de coincidir primero.-dice Micaela.
-Mi estilo no tiene todos los arcoíris que tiene tu guardarropa.-dije.
-Lo tomaré como un cumplido.-dice Micaela.

Ella se notaba calmada al entrar a mi habitación, pero antes de entrar se había percatado de otra habitación que estaba entreabierta. Lo primero en notar fue mi armario, ella estaba convenida de que encontraría un color para mí. Cuando ella sacaba un par de camisas y polos, se dio cuenta de la placa que estaba en mi escritorio, la de 100 k de suscriptores y algunas herramientas.
-Entonces eres "FIRE ROCK".-dice Micaela.
-¿Por qué dice eso?.-dije riendo.
-Aquí dice...-dice Micaela.
-Lo compré en línea.-dije.

Micaela deja la placa en el escritorio y sale de mi habitación. Ella entra a mi habitación gamer y  empieza ver mi placa del millón.
-Bueno lo puedo explicar.-dije rápidamente.
-Mientes.-dice Micaela.-es por eso que no querías que viniera. 

-Quizás.-dije.-esta bien, soy yo.
-No sabes mentir.-dice Micaela.

No lo sabe del todo, ella no tiene idea de como escabullo mi sentir ahora. A veces me cuesta mentir, pero también lo uso como defensa. Quizás haya  muchas paradojas en la vida y lo importante es manejar sobre un camino de luz, sobrevivir.

-No sabía que teníamos visita.-dice Julián.

-Buenas tardes señor Julián.-dice Micaela.
-Espero no interrumpir.-dice Julián.
-No nada.-dice Micaela.

-Entonces, todos se relacionan con Micaela.-dije en voz baja.-¿excepto yo?

-Al menos ella va a misa los domingos.-dice Camila.

-Abuela.-dije.-para mí los domingos también son sagrados.
-Buenas tardes señora Camila.-dice Micaela.
-Hola Micaela.-dice Camila.-¿me ayudas hacer la cena?

Micaela y mis abuelos se ocupaban de la cena, mientras yo reparaba los cableados del cuarto de mis abuelos. La vida había creado el wifi para conectarse fácilmente al internet, pero ellos siempre decían que su internet no era tan eficaz con el wifi. Tuve que cambiar el cable del decodificador y el cableado de internet de su cuarto que estaba en mal estado. 

-¿Quieren que arregle la mesa?.-dije.

-Sí, por favor.-dice Camila.

-¿Ya reparaste los cables?.-dice Julián.

-Sí, tuve que cambiar todos los cables que habitaban en su cuarto.-dije.
-Gracias.-dice Julián.-nos salvaste.

Micaela estaba con un brillo diferente en sus ojos, en todo estos años nunca la había visto así, tenía un aura diferente que no transmitía en la universidad. Me sorprendía que hablara conmigo con mucha facilidad, por mi parte, me esforzaba por no decir nada tan apresuradamente.
Al ir por los cubierto veía otra vez esos brillos en sus ojos y al no hallar una respuesta concreta, me detuve a indagar en internet y así obtener una respuesta, pero nada me convencía.

-"Los ojos son el reflejo del alma".-pensé.

-¿Siempre eres así?.-dice Micaela sosteniendo la ensalada.
-¿Cómo así?-dije.

-Tu mirada se pierde fácilmente en la nada.-dice Micaela.
-Vaya.-dije.

-Sí, fue raro decirlo.

Cenamos sin saber que nos depararía el futuro y a estas alturas, las posibilidades aumentaban. No sabía exactamente si llegaría a ser feliz, no todo eran cálculos o matemáticas que es lo mismo creo, quizás solo es un presentimiento de que algo iba a pasar. En esta vida creer en alguien o algo, sería exclusivamente para soñadores y los realistas solo se encargaban en juzgar por miedo a un pasado desgarrador. Quizás deba estar en el medio, pisar tierra y cumplir todos mis sueños, aunque suene irreal, no descartaría eso.

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LOS COLORES DE MI ALMA - CHICO TRANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora