"Con dolores constantes, con cicatrices interminables, cada vez más débiles".
Javier el hijo del profesor Campos era un chico músico, pero no era muy dedicado a los estudios, se asemejaba a mí a su edad. Yo solo iba a clases por que mis padres me obligaban o bueno en ese tiempo lo sentía así. Pero los juegos eran lo mío y de eso hasta pude darme mis lujos.
Actualmente siento un peso, estudio una carrera que al principio me causó curiosidad, pero ahora logro entender que mi padre me influyó mucho. Hace tiempo que me alejé de él, actualmente vivo con mis abuelos y ellos son lo mejor que me a pasado en la vida.
Mi madre se casó por segunda vez hace unos meses y no fui a su boda, ese ambiente no es para mí, nunca participaba ni en sus reuniones familiares. Mi padre salía con una jovencita y la verdad él solo pasó del tema cuando le dije que era un chico trans. Solo no quería que lo haga público y que lo mantuviera en secreto, pero quién en su sano juicio haría eso. Mi madre ni siquiera me tuvo paciencia cuando le dije que me gustaban las chicas y ahora piensa que estoy mal, que tuve un trauma y asegura que un chico me rompió el corazón. Las razones crecían para separarme más de ellos.
-¿Tienes trabajo de medio tiempo?.-pregunta Javier.
-No, pero estuve ahorrando de mis trabajos pasados.-dije mirando su prueba.
-Mis compañeros decían que estaba fácil el examen, yo no lo vi así, a las justas pude terminar el libro.-dice Javier.
-Debes tratar de prestar atención.-dije.-mmmm tú lees las publicaciones en tu celular a cada rato.
-Pero eso es distinto.-dice Javier.
-Este libro es muy bueno para tu edad.-dije.-dile al profesor que te de una oportunidad.
-Pero a las justas lo leí.-dice Javier.
-Bueno lo leerás capítulo por capítulo y reflexionaremos.-dije.
-¿Reflexionar?-dice Javier.
-Digamos que hablaremos del capítulo.-dije.-quizás te falta inferir.
-Esperemos que funcione.-dice Javier.Al salir de casa de Campos pasé por un parque, habían cachorros jugando y sus dueños viéndolos, también habían chicos bailando y otro montando skate. Parecía una tarde tranquila hasta que vi a Micaela con una señora a su lado. Cuando las vi más de cerca noté que se parecían así que supuse que era su madre. Estuve caminando despacio y mirando su rostro hasta que me nota, mis pies seguían su curso y se levanta de la banca donde hablaba con su madre.
-¡Kendall!-dice Micaela.
-Ho... hola.-dije con nervios.
-Oh eres Kendall.-dice la señora.
-Ella es mi madre.-dice Micaela.
-Llámame Carmen.-dice la señora muy sonriente.- Micaela siempre me comenta que tienes las calificaciones más altas del salón.
-Solo estudio.-dije dudando.
-Claro que sí.-dice riendo Carmen.-conozco a tu padre, trabaja conmigo.
-No no sabía.-dije.
-Lo supuse.-dice Carmen.-tu padre es bien...
-Si, la entiendo.-dije riendo.-puede ser algo desesperante.
-Se hará de noche.-dice Micaela a su madre.
-Ya que estás aquí.-dice Carmen.-¿Te apetece acompañarnos a comer algo?Micaela no dejaba de sonreír y eso me ponía en aprietos ya que me provocaba sonreír. A veces ocultaba mis emociones, solo no quería incomodar a la gente y quería pasar de momentos incómodos o quizás el miedo me perseguía aún. La señora Carmen tuvo que regresar al trabajo, así que me mantuve frente a frente con Micaela.
-Mi madre no tiene la mente conservadora.-dice Micaela.-es muy buena madre.
-Lo presentí.-dije.
-¿Qué hacías por aquí?-pregunta Micaela.
-Campos me acorraló para enseñar a su hijo.-dije.
-¿A Javier?-dice Micaela.
-¿Lo conoces?
-Mis primos estudian con él.-dice Micaela.
-Vaya el mundo es pequeño.-dije.
-Sí.-dice Micaela riendo.-tienes razón.Micaela y yo comimos un delicioso cheesecake de fresa, yo después de tiempo probaba un postre, no era mucho de consumir dulces. Me puse a pensar en el cheesecake que me olvidé que estaba con Micaela.
-¿En que piensas?.-pregunta Micaela.
-En el cheesecake.-dije sin pensarlo.-digo ah... si eso.
Micaela ríe y yo no entendía por qué.
-Ahora entiendo por que Blanca y Jair se divierten contigo.-dice Micaela.
-¿Por qué?.-dije.
-Eres muy auténtico.-dice Micaela.
-No lo sé.-dije dudando.
-Yo pienso que sí.-dice Micaela.-si te conociera más de seguro mostrarías más de ti.
-¿Por qué de momento hablas con confianza?-dije.
-Oh perdón.-dice Micaela.-no quería incomodarte.
-No es eso.-dije.-Es que tú y yo solo nos hemos hablado para trabajos.
-Si entiendo.-dice Micaela.-pero recién nos encontramos.
En ese momento me sentí raro, pero sabía que tenía razón. No hemos hablado mucho por que yo siempre la evitaba y apenas hoy no hui de ella como otras veces.-Ya lo capté.-dije, luego comí parte del cheesecake.
De momento el celular de Micaela vibraba y no contestó, por un momento pensé que por educación no tomaba la llamada, pero no era muy inteligente, digamos que puede salir y contestar.
-¿No vas a contestar?.-pregunté.
-Perdón, esto siempre pasa a veces.-dice.
-Perdón, pero no te entiendo.-dije sin pensarlo, mi mente se había rebelado.
-Es mi ex.-dice Micaela.-te necesito.
-Sigo sin entender.-dije.
-Termina tu cheesecake de fresa y te contaré.-dice Micaela.
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LOS COLORES DE MI ALMA - CHICO TRANS
Novela JuvenilKendall un chico trans que apenas a iniciado su transición y está en la universidad. A veces ignora medio mundo, como también evita cualquier forma de amor. Para la comunidad LGBTQ+ #tomboy #trans #chicotrans #lgbt