El respetable HanGuang-Jun tenía una taza de té en las manos, a pesar de tener la mirada tan fría como el hielo, el hombre frente a él parecía poder descifrar sus pensamientos. Jin GuangYao había visitado alguna vez los descansos en las nubes para pedir un favor clemente al inflexible hombre, más recibió una negativa por parte de Lan WangJi. Los recuerdos de eso caen como granos de azúcar en la taza de té que el de túnicas doradas sostenía.
—Es una sorpresa tenerlo aquí, HanGuang-Jun— dijo en un tono calmo. Mantenían una sonrisa en sus labios, aquellas que con frecuencia solía mostrar incluso en contra de su voluntad. Lan WangJi correspondió con monosílabos luego el silencio se extendió hasta que fue el mismo inmortal de hielo quien despidió palabras firmes.
—Joven maestro Jin, deseo ayudarlo con lo que tiempo atrás me ha pedido a cambio de que haga lo mismo por mi y no olvide mi nombre—. La taza de té se detuvo a medias y aunque lo intentó su expresión no pudo ser más que de sorpresa. Desconcertado, río amable.
—¿A qué se refiere?— Inquirió el joven maestro fingiendo no comprender absolutamente nada. Lan WangJi le lanzó una mirada despectiva, la primera que había visto Jin GuangYao en el rostro del contrario. Algo había cambiado en ese pulcro joven, más cuando se dio cuenta de que quizá era peligrosos ya no había vuelta atrás. Las doradas joyas que antes fueron el símbolo de la justicia, se volvieron turbias.
—Hace tiempo me ha pedido ayuda con mi hermano—, comenzó haciendo una pausa para continuar—. Me he negado en ese entonces porque sabía lo que eso podía significar: la respetable secta Jin y Lan con una pareja de mangas cortadas.— si alguien escuchara esas palabras de aquel hombre estarían seguros de que algo tomó su cuerpo, incluso no se inmutarían en hacer especialmente una matriz con el propósito de regresar a Lan WangJi a la normalidad.
Jin GuangYao casi escupe el té si no fuera por qué estaba aún en la taza, realmente no logró tomar ni una sola gota de este. No sabía si se trataba de un sueño o una ilusión, pero tampoco quiso ser descortés al preguntarle al contrario si se sentía bien. Conforme las palabras del segundo Jade eran más y más a lo que alguna vez acostumbro escuchar; monosílabos simples, las cosas eran claras y serias.
Jin GuangYao al terminar casi seis varitas de incienso accedió a las convincentes palabras de Lan WangJi.
—¿Esto es acaso una competencia con Nie MingJue y HuaiSang?— se atrevió a preguntar pero aquel joven maestro simplemente se levantó, hizo una reverencia agradeciendo el tiempo del Jin mayor y salió del salón de la fragancia. Jin GuangYao ladeó la cabeza y rió, retirándose de ese salón con una idea en mente. Aquel con el símbolo de la canícula, ocultó sus intenciones bajo una sonrisa y semblante que rozaba en lo gentil.
°
Nie HuaiSang contrario a otro días, se encontraba tranquilamente en el estudio de su hermano mayor, aquel había salido como de costumbre. La noticia de la desaparición del líder de secta Lan los llevó a una exhaustiva búsqueda que solicitó la ayuda de todas las sectas, Jin GuangYao había llegado días antes con la petición por parte de su misma familia: los Jin, debido a que Lan XiChen representaba un pilar importante como aliado.
Por supuesto Nie MingJue no rechazaría el pergamino y rápido como el viento salió del reino inmundo. Ahora tenía todo ese lugar nuevamente para él solo, aunque ya no es su totalidad. Wei WuXian yacía absorto en el taller que el de ojos esmeralda designó en su labores. Habían ocurrido algunas explosiones que enfurecieron a Wen Qing debido al desastre. Ella se veía intranquila a pesar de que estaba siendo tratada bien y los harapos que la vestían en los Túmulos funerarios fueron cambiados por aquellos que los discípulos de Qinghe-Nie ocupaban, en un verde olivo que resaltaba la pálida piel.
ESTÁS LEYENDO
Las 5 estaciones.
FanficContinuación... Inspirada en el oneshot: "Casarse es asunto de diplomacia." de @Asamijakii (corregido por la misma) Pueden encontrarla en Ao3 y otras plataformas. Sin fines de lucro, espero puedan leer más de las historias de está grandiosa escri...