6. Canícula: Noche de bodas.

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Silencio, pues fuera pueden escuchar. El rumor del viento de un lugar desconocido. Las ropas de hermoso rojo estaban manchadas de sangre y tierra, el rostro angelical de mármol mantenía una sonrisa, los ojos vendados y las manos atadas. El adorno posiblemente cayó en algún lugar pues ahora la larga cabellera de carbón caía por el suelo. Su respiración era agitada.

—Wei WuXian.— escuchó a sus espaldas. Se acomodó mejor, escupió la sangre que estaba en su boca y volvió a sonreír.

—Muy oportuno, ¿un admirador secreto?— soltó una carcajada—. Reconozco que justo antes de mi bo da es un detalle muy original.

—¿Realmente no lo vas a tomar en serio?— La voz no era conocida más el deje de desprecio lo lograba notar sin necesidad de poner mucha atención. Wei WuXian tenía muchos enemigos, de ellos la gran mayoría reconocía en silencio que aquel no era más que un estorbo. ¿Quién se había atrevido a hacer todo eso en un elaborado plan sin sentido?

—¿Por qué debería? ¿Tienes idea de tan siquiera quién es el sujeto que has raptado?— ahora la habitación se inundó de una risa amarga, una espada apuntó al cuello del azabache, sin embargo no le dañó, en su lugar rasgó el Hanfu.

—Realmente eres arrogante, Wei WuXian, ni una pizca de sencillez, sin embargo aún así Nie HuaiSang te ha elegido y tienes la atención de otros más. Que repugnante actitud—, sintió el frío de una bota cerca de su mejilla antes de que su hombros fuera impactado contra la pared detrás suyo, una mano áspera por el tiempo de trabajo levantó su mentón.

—Eres el despreciable patriarca de Yiling, tus manos están manchadas. Con todo ello te regodeas pensando que estás por encima de alguien—. Wei WuXian no se movió, tampoco hizo algún comentario audaz, no había necesidad de responder a provocaciones; mucho menos de alguien que no conocía.

—¿Ahora no dices nada? Realmente, el punto de todo es que sabes que eres miserable ¿qué podrías tener tú?— volvió a reír y Wei WuXian lo acompañó, desconcertado al adverso.

—Así que al final tu interés está en Nie HuaiSang, si era de ese modo ¿por qué raptar a alguien? Pudiste detener todo y conocer el desprecio. Qué acto más cobarde—. Escupió recibiendo un golpe como respuesta. En otros tiempos y circunstancias Wei WuXian era capaz de defenderse, pero ahora su cuerpo a comparación de alguien que cultivaba un núcleo dorado no era más que el de un mortal. Apretó los dientes y río cuando fue oportuno.

—El idiota que solo sabe ocultarse tras su hermanos mayor con caprichos estupidos, ¿qué podría tener esa insignificante criatura?— El azabache quiso refutar, todos lo consideraban una "insignificante criatura", incapaz, la ruina de Qinghe-Nie, el también lo creyó como alguien incapaz pero jamás lo despreció. Nadie conocía toda la capacidad de aquel joven maestro, recordó que fue gracias a todo un elaborado plan diplomático por el que ese día debía pisar el altar, por el que sus ropas en ese momento eran de un rojo brillante y su rostro aún tenía los rastros de un elaborado maquillaje discreto.

—¿Insignificante, dices? Hasta ahora estoy aquí porque no has podido siquiera tomar el valor de decirle al objetivo de traerme lo que sientes, atraer a alguien con mentiras y raptar en consecuencia. ¿Te atreves a decirle a otro ser humano "insignificante"?— su sonora risa inundó el lugar. Su captor lo tomó por el cabello, tirando con fuerza hacia atrás.

—Así que te encariñaste del bueno para nada. Eres realmente divertido, Wei WuXian, no te cansas de contaminar a todos con tus ideas de manga cortada. No me sorprendería que fuera por eso que llevas tu sodomía hasta...—Tuvo que detener sus palabras. Alguien llamó a la puerta, no había palabras pero podía escuchar como ambos se movían y susurraban a la lejanía.

Las 5 estaciones. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora