Me quedo atónita mirando a Logan. ¿Quién le ha dicho que yo soy su mujer? Con que derecho se cree a reclamarme de esa manera, porque que yo sepa en ningún momento le he dado a entender que sí.El pelirrojo se queda callado y la comida transcurre en silencio. Cada uno pensando en sus cosas. En mi caso, no puedo sacarme de la cabeza que mi mejor amiga de 18 años está embarazada y de un hombre lobo. Cierro los ojos intentando asimilarlo. A fin de cuentas, ella está haciendo su vida, aunque creo que está cometiendo un error aliándose con el enemigo.
No sé cómo puede estar así de tranquila sin pensar en cuántas personas habrá matado el pelirrojo, es algo que, aunque quieras, no sé puede pasar por alto.
— ¿Y bueno, cómo te vas recuperando? — dice Lisa rompiendo el silencio— quería ir a visitarte, pero alguien no me dejó— su mirada hostil cae en Logan el cual solo se encoge de hombros restándole importancia.
— Está cicatrizando bien la verdad, aunque me va a quedar una gran cicatriz— suspiro mirando mi plato
—Se te tendría que haber quedado en la cara— se le escucha murmurar a el pelirrojo a lo que Logan gruñe en su dirección.
— Meck basta— dice Lisa a su ¿novio? La verdad no sé ni lo que son ya que a él no se le puede calificar como humano, por ende, no son novios normales.
— Lo siento princesa, pero es que ella me odia y yo lo percibo.
Princesa dice. ¿Un poco más cursi no lo podía decir?
Todas y cada una de las miradas recaen en mí. Esperando que diga una respuesta.
— Pues sí, te odio y me caes mal— dejo el tenedor a un lado del plato, me apoyo en el respaldo de la silla mirándolo directamente. ¿Acaso creían que por quedar bien iba a decir algo que no es cierto?
— Si él no te ha hecho nada— lo defiende mi amiga.
Me encojo de hombros. No me interesa.
— Le odio por el simple hecho de que es un hombre lobo— les dedico una pequeña sonrisa— los odio a todos.
Todos en la mesa se quedan en silencio una vez más, aunque siguen mirándome.
Resoplo poniendo los ojos en blanco tomando nuevamente el tenedor, los demás hacen lo mismo. La verdad pensaba que la situación iba a ser un poco más fluida, ya que yo y Lisa siempre nos compenetramos bien. Pero veo que la cosa está realmente tensa. Logan está visiblemente rígido, mi amiga igual y el pelirrojo. Todos menos yo.
— Es hora de marcharnos— Logan se levanta de la mesa dejando el cubierto con brusquedad.
— Aún no he comido postre— sigo masticando mientras le miro.
Su mirada se vuelve furiosa y me coge del brazo con fuerza.
— No me contradigas, he dicho que nos vamos— espeta cerca de mi rostro.
La sangre me empieza a hervir soltándome de su agarre con brusquedad
— Y yo he dicho que aun no he comido el postre— nos miramos cada uno desafiantes. Perfectamente sabe que no voy a ceder y él dudo que lo haga.
— Te ha dado una orden y debes cumplirla— el pelirrojo se levanta de golpe de la silla, parece indignado— es tu deber como mujer.
Mi corazón da un vuelco. ¿mi deber como mujer?
Con tranquilidad me levanto empujando la silla hacia atrás. Miro a Lisa, la cual me observa preocupada. Siento pena por ella, tener que vivir con un ser así tiene que ser una pesadilla.
Rodeo a Logan el cual me observa con curiosidad, ya no hay enfado en su mirada. Me detengo enfrente del pelirrojo y suspiro. Cierro el puño y este impacta en su nariz provocando que suelte un quejido. Su cuerpo se tambalea hacia atrás tapando con sus manos la zona dañada. Escucho como Lisa ahoga un grito levantándose de golpe.
— Vuelves a decirme lo que es mi deber como mujer y la próxima vez no me va a importar que seas un bicho asqueroso, pienso arrancarte las orejas lobunas trozo por trozo— mi voz se eleva con cada palabra que sale de mí.
Antes de esperar cualquier reacción de nadie, me doy la vuelta dirigiéndome hacia la puerta, la rabia corre por cada gota de sangre de mi cuerpo. Si esto fuera un dibujo animado antiguo, estoy segura de que estaría echando humo por las orejas.
Una vez llego a la puerta abro esta con fuerza, haciendo un ruido ensordecedor. Tengo ganas de salir corriendo y perderme una vez más en el bosque, pero no soy idiota, podría encontrarme con cualquiera, pero la duda esta en si me ayudaría o no. Los pasos de Logan resuenan a mis espaldas, es la última persona que quisiera ver ahora,ni saber de su existencia.
Necesito llegar a un acuerdo con Logan.
Me detengo en el acto quedándome de espaldas
— Te propongo algo— las palabras empiezan a salir sin yo analizarlas bien, pero realmente necesito salir de aquí y ahora mismo me encuentro desesperada. Su silencio me indica que continúe a pesar de no verlo— necesito urgentemente salir de este lugar, no aguanto mas y si me dejas ir, prometo no morir— me doy la vuelta para mirarle, su cara no me muestra ninguna expresión lo cual me lo complica un poco más— y en caso de que no quieras, puedes tenerme allí, con las demás chicas trabajando, me tendrás cerca, así vigilas que no me voy a morir— doy un paso hacia él— pero, por favor, necesito salir de este lugar, siento que poco a poco me estoy consumiendo— mis ojos empiezan a picar, pero no voy a llorar y menos con él viéndome, lo último que quiero es darle pena aunque dudo que sepa lo que es eso.
Su pie derecho es el primero en moverse, se está acercando a mi con lentitud su mirada fija en la mía. Me remuevo inquieta en mi sitio, está tardando demasiado en llegar a mí. Una vez se detiene me dedica una sonrisa ladeada.
— No puedo dejarte ir— sus palabras hacen que mi corazón se encoja. Aunque ya supiera la respuesta, tenía una minúscula esperanza de que quizás, algo sería diferente— lo único que puedo proponerte es pasar unos días en una casa que tengo, un poco lejos de aquí, está sola y no hay nadie alrededor, es un buen lugar para pensar.
Siento que mis ojos brillan con emoción.
—¿Y podré ir yo sola? — la felicidad se escapa entre mis palabras.
Se acerca aun mas a mi lo que provoca que frunza el ceño confusa. ¿Por qué siempre tiene que estar a treinta centímetros de mí?
Con una sonrisa me acaricia un mechón del cabello
— Por supuesto que no, Meghan— me provoca escalofríos cuando pronuncia mi nombre de esa manera tan lenta— Iras conmigo— Me quejo, lo que provoca que el suelte una pequeña carcajada— ¿lo tomas o lo dejas?
Miro todo a mi alrededor. No sé que es peor, estar en un lugar rodeada de personas que ni siquiera son humanas o estar en una casa sola con uno de ellos y sin nadie que pueda ayudarme en caso de estar en peligro. Si lo pienso bien, dudo que nadie aquí me ayudara contra "el rey".
La segunda opción es mucho peor, claramente, pero siento que me estoy ahogando en este lugar y no puedo más.
— Acepto.
Asiente pasando por mi lado a lo que yo le sigo.
— Lo vamos a pasar muy bien— dice y juraría que está sonriendo.
— Lo dudo— murmuro poniendo los ojos en blanco. Ya me arrepentí de decir que sí.
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Tu voz #1
WerewolfLos humanos ya no dominan el mundo sino que lo hacen las bestias ¿Que pasa cuando el rey de los licántropos te reclama como suya? ¿Sucumbes? O por el contrario Peleas