Tu voz #1

Capítulo 7

Mi cuerpo duele, mis piernas, mis brazos, mi cabeza todo me duele incluso hasta respirar. Intento mover algún músculo de mi cuerpo, pero ninguno de estos obedece. Suelto un suspiro abriendo los ojos poco a poco, hay una luz bastante fuerte la cual me obliga a cerrar los ojos de inmediato.
Poco a poco los vuelvo a abrir hasta acostumbrarme. Todo está borroso, pero distingo lo que es mi habitación, pestañeo varias veces seguidas hasta que vuelve la nitidez. Lo primero que veo es mi muslo, tiene una venda junto con una mota pequeña de lo que deduzco que es sangre. Tengo el pecho y la frente sudada, mi cabello está recogido en una coleta baja. Intento mover la pierna dañada pero un dolor insoportable surge de repente a lo que suelto un pequeño gemido. Resoplo y lo vuelvo a intentar, duele pero es soportable así que quedo sentada en el borde de la cama mirando todo a mi alrededor. Veo una bandeja con comida, es un pequeño sándwich vegetal junto con un vaso de agua.

No se han lucido mucho la verdad

Miro mi pierna una vez más, estoy en bragas y con una camiseta de tirantes color caqui. Suspiro una vez más y cojo el sándwich, cuando le doy el primer bocado la puerta se abre de golpe provocando que me atragante por el susto. Dejo el trozo de pan en la bandeja y cojo el agua para poder pasar el trozo que se ha quedado en medio de la garganta. Cuando creo que no me voy a asfixiar dirijo mi mirada hacia la puerta.

—Lisa—me alegro de verla, bueno, en realidad sólo esperaba que no fuera Logan quien había entrado— me alegro de verte—añado segundo después.

—Te voy a matar—sus ojos están inundados en lágrimas— ¿te das cuenta de el peligro que has corrido? — no se acerca a mí, simplemente se mantiene en la puerta observándome con temor, incredulidad y enfado, todo al mismo tiempo.

—No me juzgues Lisa—intento ponerme de pie y más o menos lo consigo- No tienes ni idea de cómo es vivir en este lugar—observo todo con repugnancia— cómo es vivir con esa cosa.

—Pues esa cosa te ha salvado la vida—su tono de voz es hostil y a eso le añade un cruce de brazos— ¿Sabes que por poco le da algo?

— Me da igual—resoplo indignada— ¿piensas que me importa lo que le ocurra? —suelto una risotada sarcástica— le odio—espeto con rabia, porque es asi le odio, incluso si ha salvado mi vida le seguiré odiando, incluso si consigue la paz mundial le seguiré odiando—quito con rabia la lágrima que desciende por mi mejilla, lloro de rabia, lloro porque le odio, porque deseo desaparecer porque ojalá nunca hubiera aparecido en mi vida.

Mi amiga me observa con incredulidad, ¿acaso está de su lado?

Suspira adentrándose en la habitación.

— MG—su tono de voz es calmado, paciente y tranquilo— tienes que aprender a convivir con él.

Dejo escapar el aire, no puedo creer que acabe de decir tal cosa

— ¿Cómo dices? —mi incredulidad se puede ver a kilómetros— ¿quieres que me resigne a ser su esclava? —ahora no puedo contener las lágrimas— pretendes que—miro hacia arriba en un intento estúpido de evitar derramar mas lagrimas— ¿pretendes que me resigne a estar con alguien a quien odio?

Lisa suspira, me observa con tristeza pero se que va a seguir diciendo lo mismo, ella quiere que yo me quede, que acepte que jamás volveré a ser libre, aunque ahora que lo pienso, jamás lo he sido, he vivido toda mi vida encerrada y cuando por fin creía que podría serlo tuve que conocerlo a él, todo cuanto he deseado en esta vida es hacer mi propia vida y ella lo sabe, se lo he dicho muchas veces y lo único que se digna a decirme es que acepte esta mierda.

— Márchate—le doy la espalda abrazándome a mí misma— no se porque has venido aquí—vuelvo a darme la vuelta para ver sus expresiones— ¿para decirme que me resigne? —ella se acerca a mi— ¡he dicho que te vayas!