Capítulo
CUATRO
Vergüenza.
Eso sentía Athena en ese momento.
Quizás por haber encontrado a su suegro en una situación bastante comprometedora o por la necesidad dolorosa que guardaba entre sus piernas. Sea cuál sea la razón, Athena tenía ciertos celos.
Ver cómo esa mujer gemía por puro placer, Athena jamás logró sentirse así. Nunca pudo tener ese tipo de conexión con alguien, una conexión que la consumiera por completo. La mayoría de veces que estaba con Scorpius, tuvo que fingir para que todo terminara lo más rápido posible.
Mierda.
La pelirroja estaba tan pérdida en sus pensamientos que olvidó dónde estaba la habitación de su novio. Dobló por una esquina que no conocía, intentando hacer memoria hasta que se encontró con un Scorpius un poco dormido.
—¿Athena?
—¿Sí?
—¿Qué estás haciendo aquí? Volvamos a la cama.
El chico se acercó a su novia para poder entrelazar sus manos y dirigirla nuevamente hacia las escaleras llegando a su habitación.
Una vez que ambos se tumbaron en la cama, Athena se acomodó entre las sábanas tranquilamente hasta que sintió al rubio detrás de ella, rodeó su cintura con su brazo mientras la acercaba hacia él, logrando que su pecho desnudo toque su espalda.
—Creo que realmente podría amarte Athena. Creo que esto, nosotros, podría ser algo real.
( . . . )
A la mañana, Athena se despertó con la luz del sol entrando por la ventana a través de las cortinas.
Tenía la cabeza de Scorpius escondida en su cuello, podía sentir su cálida respiración sobre su piel mientras que sus brazos seguían firmemente rodeando su cintura.
¿Le gustaba? Para nada. Ni un poco. No podía llegar a tener sentimientos por él. Algunos días, el chico podía ser extremadamente dulce y otros era un completo idiota que detesta todo y a todos.
Por otro lado, su padre... Mierda.
Ver cómo sabía exactamente dónde tocar a la mujer para lograr causarle sensaciones diferentes en su interior. Le encantó.
¿Qué diablos me pasa?
Debido a tantos pensamientos, Athena comenzó a imaginarse las manos del hombre acariciando su cuerpo, sus dedos tocando delicadamente sus piernas, sus labios besando su cuello con pasión y los gemidos que saldrían de su boca al sentir su tacto sobre su calor.
Su respiración aceleraba mientras deslizaba con cuidado su mano sobre su estómago bajando lentamente hasta dónde sus bragas cubrían su piel sensible, rozó su centro en un movimiento rápido generando un leve temblor en sus piernas.

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IMPETUOUS | Draco Malfoy
FanfictionTenía 15 segundos para elegir con quién quedarse para siempre. 15 malditos segundos. Scorpius Malfoy era una elección segura, alguien predecible que la protegería. Alguien a quien pudiera aprender a amar. Sin embargo, Draco Malfoy había llamado su a...