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Capítulo
SEIS







Athena se dio vuelta para mirarlo.

El hombre llevaba su característico atuendo, un traje que la pelirroja pensaba que solamente usaba para su trabajo - aunque aparentemente era algo de todos los días. Estaba apoyado sobre el marco de la puerta mientras que algunos de los mechones de su cabello rubio caían en su rostro.

Se veía completamente elegante causándole cierta atracción a la chica.

Athena dirigió su atención a la comida frente a ella, jugando con su tenedor escuchando cómo el hombre se sentaba en la cabecera de la mesa.

—Disculpen la tardanza, tenía demasiado trabajo por resolver.

Scorpius asintió en respuesta a su padre y la pelirroja no pudo evitar recordar lo que había dicho minutos antes.

Ella no estaba lista.

¿Cómo se supone que debo cortar este maldito bistec? Nunca tuve -

—¿Necesita ayuda, Señorita Potter?

Mierda.

—Mhm - creo que sí, si tuviera la amabilidad de llamar a un elfo para que me ayudara -

—Eso no será necesario. Si el elfo ensuciara su servilleta, sería bastante desafortunado. No es molestia para mí ayudarla.

Reitero lo dicho, mierda.

Athena reprimió una sonrisa antes de acomodarse en su asiento, respiró hondo al sentir cómo el hombre se acomodaba a su lado, agarrando sus cubiertos

—Necesito que observes cómo agarró suavemente el utensilio entre mis dedos, con calma, no hay necesidad de ser brusco ni acelerado. Preste atención cómo con tranquilidad y paciencia, uno puede conseguir lo que desea.

La pelirroja no sabía qué decir, no quería arruinar el momento pero, al mismo tiempo, era agonizante la cercanía que tenían en ese momento.

Buena chica.—susurró Draco cerca a su oído.—Ahora, voy a presionar suavemente la carne para luego poder cortarla en un movimiento rápido pero preciso. Así lograra el punto de corte que tanto está deseando.

¿Estaba... estaba hablando del bistec?

—Si te mueves más rápido a medida que profundizas el corte, te va a llevar a lo que quieres. La intensidad puede causar daños, por eso uno tiene que equilibrar la velocidad, ¿entendido?

Athena intentó mantener la calma cuando sintió el tacto en su hombro.

—Sí.

—Perfecto. Ahora, inténtelo.

Con eso, el hombre le devolvió su cuchillo dejándolo al lado de la pelirroja. En ese segundo, Athena pudo distinguir su perfume, una colonia fina con toques de menta. Un aroma que podría volverla loca.

—Padre, todavía tienes planeado a ir a ese viaje de negocios en Francia durante la fecha del baile, ¿verdad?

—No, Scorpius. Lo cancelaron por algunos asuntos recientes en el Ministerio. Igualmente, el baile sigue en pie y ustedes dos serán el centro de atención.

IMPETUOUS | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora