—¿Prometes que no le dirás nada a mamá?— levanto si dedito meñique, esperando que su hijo hiciera lo mismo.
—Prometido, papá— junto su dedo junto con el de su padre.
Ahora padre y hijo estaban a punto de comenzar una misión, casi, casi imposible que consistía en ir a la nevera de la cocina y tomar algunas frutillas, ¿lo imposible? La esposa de Jeon estaba apunto de hacer una tarta de frutilla y no quería que tanto su esposo y hijo las tomaran pues solo había comprado las necesarias.
Jungkook y su hijo se acercaron con cautela a la cocina, el pequeño con cuidado asomó su cabezita asegurándose de que el perímetro estuviera libre, le hizo una señal a su padre y ambos entraron a la cocina y gateando se acercaron poco a poco a la nevera. Kookie le sonrió a su hijo, estaban apunto de saborear la victoria, pero bueno... solo estuvieron apunto.
—¿Se puede saber que hacen en mi cocina?—
—Esposita, hola — dijo nervioso
—¿Que hacen los dos, aquí?—
—¡Papá tuvo la idea, el quería tomar la frutilla cuando tu dijiste que no, TODO ES CULPA DE PAPÁ!— grito la último y después salió corriendo hacia si habitación. Miraste de mala gana a tu esposo.
"Traidor" pensó jungkook
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—Puff... que cosas dice ¿no?—
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—Sal de aquí— dijiste seria.
—¿Que? ¿Porque? Esta también es mi casa y es Mi cocina—
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Lo observaste por última vez y enarcaste una ceja haciéndole una señal para se fuera, cosa que hizo al instante.
Si a algo le tenía miedo Jeon jungkook, era a su linda y tierna esposa, enojada.
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Ya casi se termina este libro, ya casi son los 100 capítulos
