—Hijo, te lo advertí — lo interrumpió — tu mamá y yo te dijimos que terminaras la tarea y podrías ir con nosotros pero no haz terminado, hace más de dos horas que te dijimos—
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— Pero puedo terminarla en el auto — dijo esperanzado de que su papá cambiara de opinión, no quería quedarse en casa con la niñera— Porfavor papá —
Esos ojitos de cachorro perdido, las manitas juntas en forma de súplica y ese pequeño puchero en sus labios era la maniobra de convencimiento del pequeño Jeon que solo la usaba cuando queria convencer a sus padres.
Jungkook sonrió, ya sabía y conocía esos gestos de su hijo, se acercó un poco a él y revolvió su cabello
—Ve por tus cosas y sube al auto—
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