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Luego de aquel momento tan incómodo en donde la cabeza del pequeño Eijiro se llenó de malos pensamientos y de sentirse insuficiente para tal héroe y persona como lo era Katsuki y mas sabiendo que la ex aventura de su rubio había sido una chica que parecía modelo y era una heroína reconocida y tan bonita como lo era, ella lo hacia dudar, era solo un adolescente comenzando a ser y si lograba un buen héroe, con tan solo 18 años, se sentía inferior pese a que intentaba no sentirse de aquella manera, las clases se las paso pensando que hacer, no sabia si avisarle a su rubio o quedarse en silencio respeto al tema, no quería ser una carga.
Los recesos se basaron en sus amigos tratando de animarlo respecto al tema sin tener resultados positivos al respecto, que decir, nuestro pequeño pelirrojo era un terco que no cambiaba de opinión fácil y que decir de la pelinegra presente en todo el día dejando a ver sus dotes como heroína, como persona, como chica, cada vez logrando que dudara más, rechazo varias llamadas de parte del rubio lo cual lo tenia bastante nervioso.
Al final del día le toco un encuentro con ella, se suponía que iba a ver a Katsuki quien lo esperaba en la entrada.
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Por su parte nuestro héroe rubio estaba histérico, los periodistas no lo dejaban en paz al tener la noticia de su ex, a pesar de aclarar todo era como si no les importara, trataba de poder evitar aquello sin contar que el pelirrojo le ignoraba las llamadas y los mensajes, todo lo tenia tan histérico que ni siquiera dejo pasara al par de héroes, Deku y Shoto, para hablar como solían hacer normalmente.
Además, tuvo una discusión con uno de sus novatos, estaba intratable en simples palabras, ero, debía ver a su pequeño, sabia que aquello lo calmaría, y allí se encontraba fuera de la U.A esperándolo, necesitaba verlo, abrazarlo y besarlo, era su ancla y su calma, tenerlo cerca siempre iba a ser su necesidad más si quería controlarse y deja de explotar a medio mundo, aun así, estaba inquieto, el menor no salía.
Por su lado, Kirishima, no sabia si salir, lo veía desde lejos, tenía pánico, se arregló como pudo antes y quería estar lindo y presentable para el mayor, y en el momento en que se atrevió a salir un paso y salir, una pelinegra paso por delante contoneando sus caderas mientras se dirigía al rubio, el miedo se le subió a la garganta, paso detrás de ella caminando cabizbajo hacia el auto.
Cuando levanto la mirada vio a la chica pegarse a su rubio, solo se quedó congelado.
-Aléjate de una buena vez por favor- Le pedía el rubio lo mas tranquilo posible a la chica frente a él, no quería hacer una escena y menos en la academia aun sabiendo que eso ya estaba mal, que estar allí dejaba mucho que hablar, Akane por su lado no s daba por vencida, no caería cuando tenia al pequeño dudando, solo deba romper todo de una buena vez, pero cuando se acerco para tratar de besar al rubio algo que no espero sucedió.
Una explosión resonó fuerte, el rubio tenia su pie contra el pecho de la heroína, manteniéndola abajo mientras la miraba enojado, no estaba para jugarretas de su parte, se agacho para hablarle.
