Hold on; De Ricos Y Pobres (Taennie y JiKook)

Capítulo 32~Tenéis nuestro respeto

-¡Estrangulemos! -Gritó JungKook resonando una voz grave entre los presentes.

-¡Envenenemos! -Repitió su gesto Jennie, la ansiedad siendo notoria en los del norte.

-¡Víboras! -Gritaron a su espalda.

-¡Detenerlos! -Demandó el señor Kim señalándolos.

El caos se desató tras esa demanda. El cuerpo de seguridad que vigilaban la fiesta, el comisario incluido entre ellos, arremetió contra los protestantes de la rebelión quienes no dudaron en defenderse.

Jennie protegía a su hermano teniendo que golpear a algún valiente que trató de interferir en su misión de salir de allí ilesa junto a JungKook y poder localizar a TaeHyung entre el alboroto.

El sonido de gritos, golpes e incluso mesas rompiéndose era ensordecedor. Una mano sujetó la mano de Jeon defiendo así también a Jennie quien tiraba de él hacía una salida al jardín trasero de la mansión.

Al girarse ambos hermanos vieron que era Kai, el hermano menor de Seonghwa, junto a Lucas, Taemin y otros los otros chicos que en su día golpearon a JungKook. Jennie rápido se interpuso entre ambos para, si era necesario, golpear a los menores. Pero las palabras urgidas y rápidas de Kai la detuvieron.

-El respeto se gana, tú tienes el nuestro. -Jennie en otra ocasión habría dudado, preguntado o reído; pero ver al comisario acercarse a ellos le hizo confiar en la primera oportunidad de huida que tenía.

-Si es así, sacarnos de aquí. -Demandó, los jóvenes ex compañeros de su hermano asintieron e hicieron un círculo a su alrededor empujando las peleas y a quienes trataban de llegar hasta los hermanos. Conduciéndolos así hacia la salida de la mansión.

Cuando ya estaban en la puerta trasera que daba a la calle, esta siendo abierta a fuerza por Taeyong y Mark, Jennie echó un último vistazo al salón de la mansión desde la lejanía. Jimin y TaeHyung estaban allí, mirándolos con miedo y congoja.

La mirada en la oscuridad de su niño bonito le hizo saber que él tenía el mismo sentimiento que ella. Ninguno quería una adiós, pero ahí estaban; dándoselo desde la distancia.

-Vamos. -Pidió Ten señalando hacia un coche que parecía suyo.

-Os llevaremos al sur, no os seguirán hasta allí. -Ofreció Kai ansioso. JungKook miró a su hermana que asintió adentrándose a la parte trasera del coche.

-Esto es una puta mierda. -Se quejó la peliengra tirando de sus propios cabellos, JungKook estaba empezando a perder la valentía y nos nervios le estaban jugando una mala pasada. En breves de podría a llorar.

-Debeis trazar un plan, estoy seguro de que van a adelantar sus propios planes para echaros de la ciudad. -Explicó Ten al volante. Otro coche de la misma gama cara mes seguía con el resto de los chiquillos, niños ricos que con 15 años ya sabían conducir y no habían sin miedo a ser detenidos. El dinero mueve el mundo.

-¿Por qué nos estáis ayudando? -Preguntó Jennie directamente a Kai, el chico no dudó en responder.

-Las palabras de aquel hombre en el puente y las de JungKook nos hicieron pensar. -Dijo seguro. -Nosotros no tenemos nada nuestro y descubrir que lo de nuestros padres es ilegal y contra el ser humano nos terminó de abrir los ojos.

-Nosotros no queremos un mundo donde se aprovechen de otros para tener caprichos. -Ten finalizó, Jennie examinó a los muchachos. Ellos nos mentían, ellos realmente estaban de su lado. Habían llegado a los corazones de los jóvenes del norte como JungKook le había dicho.

-Os guiaré a un lugar, una vez estemos allí podéis marcharos o entrar. -Explicó inclinándose hacia los asientos delanteros. -Si entráis ya no podréis salir, seréis parte de la rebelión. -Ambos jóvenes la vieron indecisos. -Sereis familia, habéis sacado a dos víboras y tenéis nuestro favor incondicional. No os faltará de nada, pero entráis al nido en época de guerra.