Capítulo 3

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Park Jimin había llegado, yendo a una velocidad no permitida, al viejo complejo de apartamentos en la zona sur de la ciudad. La puerta fue abierta por una chica joven, aparentemente de su misma edad y con ropas anchas y viejas. Al entrara al pequeño piso vio a su mejor amigo, es que consideraba un hermano, sentado en el frío suelo jugando con un cachorro bastante parecido al suyo propio.

Jimin había sentido unas grandes ganas de gritarle cientos de insultos, e incluso golpear, a su mejor amigo por lo que había hecho. Pero él sabía que eso sería inútil, la época en la que pudo hacerlo reaccionar había pasado y ahora solo podía estar con él y vigilar sus andaduras.

TaeHyung solo se puso en pie cuando la sombra de Jimin le irrumpió el pequeño foco de la bombilla colgante del techo y sin poder mirarlo a la cara susurró un escueto "necesito ir al baño". Jennie le había indicado la puerta y ahora, ella y el chico de pelo rosa, estaban en un incómodo silencio.

-Sufre depresión aguda desde hace más de un año; pero cada día que pasa es peor. -Habló al fin Jimin, ella lo miró cruzándose de brazos. ¿Qué manía tendrían los ricos de tintar su pelo? ¿Rosa? ¿Era en serio?

-Lo he podido notar. -Se decidió por decir con cierto aire chulesco. No podía evitarlo, venía en ella de fábrica. Se había criado bajo el mando de ser cazador o cazado; ella era cazadora.

-Gracias por salvarlo anoche y por cuidarlo. -Dijo el chico genere a ella adoptando su mismo postura, bajo ese traje de diseñador se marcaron los músculos de sus brazos. -¿Necesitas algo? -Jennie miró entonces su rostro impoluto y sin imperfecciones; parecía un muñequito de porcelana con rasgos dulces y añiñados. -Puedo hacerte una transferencia al banco o mandarte dinero con alguno de mis empleados...

-No. -Le cortó rápida y decidida; él levantó una de sus cejas incrédulo. -Lo único que quiero es que lo cuides y que si me lo vuelvo a encontrar esté sonriendo.

Jimin iba preparado con su talonario, realmente pensaba que la chica le pediría algo a cambio por cuidar de TaeHyung. Cualquier persona de ese barrio lo habría hecho conociendo quienes eran ellos, simplemente viendo que eran del norte. Pero aquella pelinegra lo había descolocado con su pedido dulce y sincero.

El sonido de una puerta abriéndose y cerrándose les hizo a ambos mirar hacia el pasillo, por él salía JungKook vistiendo ropa deportiva mientras desenredaba sus auriculares.

-Noona, me aburro mucho así que he quedado con Lisa para ir a correr... -Sus palabras se cortaron bajando levemente hasta desaparecer cuando vio a otro hombre, más bajo que el que estaba esta mañanas durmiendo en su sofá, plantado de brazos cruzados frente a su hermana mayor. -Hola. -Saludó haciendo una ligera reverencia,  Jimin solo inclinó su cabeza.

-Hola. -Respondió analizando al chico. Tenía un cuerpo delgado y muy fino, pero se podía vislumbrar los músculos crecer en sus brazos por la camiseta de manga corta que portaba. Sin duda lo que más llamó la atención de Jimin, como hombre que adoraba lo tierno, fue ese rostro angelical de piel pálida y finos labios rosados acompañando unos grandes ojos brillantes castaños.

-¿Solo Lisa y tú? -Jennie preguntó, Jimin seguía mirando sin descaro al joven. - ¿No irán Hobi ni Nam?

-No, dicen que no tienen ganas hoy. -Susurró incómodo porque ese hombre no dejaba de mirarlo, sin embargo su hermana no parecía darse cuenta.

-Bueno, te dejo porque es temprano. -Concedió Jennie caminando hasta él y descruzando sus brazos para arreglar un poco su desastroso cabello.

-Noona, ya soy mayor, puedo salir solo a la calle. -Se quejó haciendo berrinche, Jennie lo fulminó con la mirada, Jimin sonrió ladino.

-No eres mayor, no me mientas mocoso. -Golpeó su pecho.

-Amargada. -Rebatió JungKook sacándole la lengua infantilmente.

-Niño rata. -Le devolvió el gesto Jennie.

-¡Se lo diré a mamá! -El grito de JungKook resonó en el apartamento, Jimin se forzó a contener su risa. Jennie iba a responder también, siguiendo con sus típica pelea, cuando la puerta del baño se abrió y de él salió TaeHyung.

-¿Nos vamos Chim? -Preguntó hacia su amigo, este solo asintió y se giró hacia la puerta.

Pero TaeHyung se detuvo en medio del salón, viendo solo unos segundos a JungKook, para finalmente fijar sus orbes en Jennie.

Jennie, quién sin conocerlo le había dicho más y ofrecido más que personas que decían quererlo.

-Ven. -Sonrió la pelinegra abriendo sus brazos de nuevo para él en una invitación, el rubio no dudó en ir a ellos. Ella era cálida y reconfortante. -TaeHyung, por favor, no te voy a mentir y decir que sé lo difícil que es esto. -Habló bajo, todos los escuchaban, pero esas palabras eran solo para él. -Pero si necesitas aferrarte a algo o a alguien para levantarte mañana y seguir tu día puedes hacerlo conmigo. -Sus pequeñas manos dieron caricias a lo largo de su espalda, él se inclinó más hacia su cuello para esconderse en él. -Piensa que Jennie quiere ver a su niño bonito feliz algún día, ¿vale?

En el espectacular mercedes del hijo mayor de los Park solo se escuchaba el rugir del motor; ni si quiera la radio estaba prendida y lo cierto es que Jimin no pudo respirar en paz hasta que cruzaron el puente devisorio

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En el espectacular mercedes del hijo mayor de los Park solo se escuchaba el rugir del motor; ni si quiera la radio estaba prendida y lo cierto es que Jimin no pudo respirar en paz hasta que cruzaron el puente devisorio.

-Tae, me prometiste que esto no volvería a pasar. -Habló calmado cuando pararon en el primer semáforo de la zona norte. -Yo... -Trató de seguir, pero las palabras le dolían, el pecho le quemaba. Paró en la vereda en doble fila y se encaró hacia su amigo, TaeHyung miraba y jugaba ansioso con sus manos llenas de anillos de oro. -Por favor deja de intentar desaparecer. Si esa chica no hubiera aparecido allí anoche, yo no sé...

-Lo siendo Chim. -Lo interrumpió en voz baja. -Jennie tiene razón.

-¿En qué? -Indagó entrañlazando sus manos con las de su mejor amigo.

-Si quiero vivir tengo derecho a hacerlo. -A su mente vino la imagen exacta de la chica diciendo aquello. -Una parte mínima de mí quiere hacerlo, pero es complicado.

-Haremos que esa parte crezca y gane, ¿vale? -Preguntó levantando su rostro con su mano derecha, la izquierda seguía dando suaves caricias a las suyas. -Juntos. -Prometió.

-Quiero ver a Yeontan. -Pidió lamiendo sus labios resecos.

-Eso está hecho, podemos sacarlo a dar una vuelta por el parque; ¿qué te parece? -TaeHyung asintió satisfecho con la idea, solo quería llenar de besitos a su cachorro. -Vas a conseguirlo Tae, lo sé.

Hold on; De Ricos Y Pobres (Taennie y JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora