Capítulo 34~Hyung

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Jennie tenía su cabello sucio y descuidado atado en un moño alto, sus ojeras violetas muy marcadas en su pálida piel y sus ojos hinchados y bordeados en rojo. Era la segunda noche que dormían en el despacho de su primo NamJoon. Lo que pasaba es que no podía ir a su habitación que compartía con JungKook en su casa, porque al entrar entre sus sábanas recordaba aquella noche no tan lejana en que TaeHyung la alimentó con chocolates, donde él le afirmó estar mejor consigo mismo y ella le prometió no volver a llorar.

Era una mentirosa, no podía dejar de llorar.

Y todo porque tenía un miedo increíble e irracional a perderlo, perderlo para siempre. Temía que el amor propio que había creado el pelinegro para sí mismo estuviera desapareciendo de su ser por culpa de las circunstancias que estuviera viviendo en el norte y ella desconocía.

Un fuerte golpe, de la puerta del despacho siendo abierta hasta chocar con la pared, la alertó. Al ver a su hermano ansioso y alterado se puso alerta y a la defensiva.

-¡Noona! -La chica relajó su cuerpo dejándose caer de nuevo en el sillón cuando vio la gran sonrisa del menor. -¡Hyung está aquí! -Jennie asintió desganada.

-Muy bien Kookie. -Susurró volviendo a sujetar su cabeza por el increíble dolor que sentía. -Saluda a Jimin de mi parte.

-No Noona, no me estás entendiendo. -Dijo el chico entrando más al despacho, causando un interés en la pelinegra. Su corazón comenzando a latir como hacía días ya no se sentía. -Tae Hyung está aquí.

Jennie se puso en pie rápidamente, su cuerpo se tambaleó por la falta de sueño, descanso y comida. Su hermano corrió hasta sostenerla entre sus brazos en el mismo instante en que una sombra irrumpió en el despacho.

Ambos amantes se miraron con la tenue luz del lugar, observando el mal estado del contrario en esos desastrosos días. TaeHyung vio al amor de su vida cansada y destrozada, Jennie a su niño bonito triste y desolado.

JungKook forzó a su hermana a caminar hasta pararse frente a su Hyung y cederle el cuerpo de Jennie, el cual tomó rápido entre sus brazos buscando dar y recibir consuelo.

Ambos se quedaron solos en el despacho, teniendo su pequeño momento de privacidad y seguridad. Jennie se aferraba a él con sus escasas fuerzas y Tae luchaba por no dejarse caer al suelo por su intenso llanto.

-Lo siento, lo siento muchísimo mi amor. -Decía una y otra vez TaeHyung, causando finalmente que Jennie saliera de su pecho para verlo interrogante. -Hablé tan mal de ti, mentí por nosotros. Para salvarte.

-Mi bebé. -Dijo ella mostrando al fin su sonrisa de ardilla. -Te amo, no desconfié de ti en ningún momento más de tres segundos. -TaeHyung ahogó una risa e hizo lo que tanto deseaba.

Sus labios unidos después de días de sequía, el bálsamo para cualquier dolor en sus corazones, sintiendo de nuevo el hecho de pertenecer y ser uno mismo.

Porque ellos podían estar fingiendo ante el mundo entero toda su vida, pero no entre ellos. Con ellos eran reales; infantiles, maduros, llorones, agresivos, cariñosos, pervertidos, cobardes, luchadores...

Eran donde pertenecían y, ahora, tenían una lucha que llevar a cabo para salvar y proteger eso. Sus corazones y los de aquellas personas que tras esa puerta esperaban por ellos; por sus líderes.

-Quieren adelantar una gran entrega que tienen para este fin de semana, mañana concretamente, de cocaína y anfetaminas

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-Quieren adelantar una gran entrega que tienen para este fin de semana, mañana concretamente, de cocaína y anfetaminas. -Explicaba TaeHyung en la gran sala del almacén abandonado. -Con ese dinero podrán pagar lo suficiente como para comprar el territorio del sur y ponerlo a nombre de mi padre. -NamJoon, junto a JiSoo, miraba a su primo postizo muy interesado en lo que explicaba. Admiraba que hubiera aguantado tantos días mintiendo y fingiendo ser quién no era. -Si lo consigue os echa de la ciudad. -Jennie asintió comiendo a regañadientes la fruta que JungKook le había pelado y cortado a pedazo.

-¿Y qué mierda tenemos que hacer? -Preguntó Suga que estaba de pie junto a J-Hope.

-A ver, ya contamos con la atención de medios de fuera de la ciudad. -Habló Jimin haciendo que todos los ojos curiosos del sur cayeran sirve él. El pelirrosa era bienvenido entre ellos, pero nunca opinaba ni escuchaba sus que haceres. -Tengo amigos de la universidad de periodismo y un blog en internet bastante conocido; he estado publicando allí lo que ocurría. Pero nadie se ha dado cuenta de ello.

JungKook sonrió feliz, inclinándose a besar la mejilla de su Hyung con cariño. Todos asintieron agradecidos a Park.

-Además, ellos tienen un problema. -Habló de nuevo TaeHyung. -Para llegar al punto de entrega de las drogas tienen que bordear el sur, deben pasar por el puente divisorio. -NamJoon y Jennie sonrieron viéndose cómplices.

-¿Cuándo será la entrega? -Preguntó Lisa sentada junto a JungKook.

-Mañana. -Dijo TaeHyung seguro, mas a su voz se unió la de Hyuna quien había permanecido callada, sentada e ignoramos en todo momento. Jennie, cuando salió del despacho para organizar la reunión de urgencia, la había abrazado y agradecido por traer a su niño bonito con ella, por cuidarlo el tiempo que ella no pudo estar con él antes de conocerlo.

-Hoy. -Todos miraron a la mujer de más edad allí presente y pelirroja.

-¿Por qué? -Le preguntó Jennie ofreciéndole su mano para que se colocara a su lado.

-Porque nosotros nos hemos ido, hemos huido, y deben saber que os estamos contando sus planes. -Jisoo abrazó ansiosa su vientre, aquello no paso desapercibido para nadie, no tampoco como NamJoon también la abrazaba a ella. -Será esta noche, para no ser tan visibles, para que no os deis cuenta.

Un silencio reinó en el gran almacén en el que tan solo Jennie y NamJoon cruzaban miradas mientras los demás veían sus pies angustiados y confusos. Finalmente NsmJoon, su líder, fue el primero en hablar.

-Hay que detenerlos, no podemos dejar que esa cantidad de droga llegue a las calles. -Todos miraron al alto moreno para después bajar su vista a la pelinegra.

-Grabaremos todo y lo subiremos al blog de Jimin además de compartilo con sus amigos reporteros. -El pelirrosa asintió decidido a ayudar. -Será mejor que traigas a tus padres, tíos y prima. Aquí les protegeremos.

-Moonbyul, Hwasa, contactad con la ayuda del exterior. Necesitamos refuerzos. -Ese fue RapMon alzando la voz.

-Vamos a desenmascarar a esas águilas. -Concluyó Jennie, viendo orgullosa a su novio gritar a pleno pulmón su fidelidad ante ellos.

-¡Estrangulemos!

-¡Envenenemos!

--¡Víboras!

Nota: ¿Estáis tan emocionadas como yo con este final???

Hold on; De Ricos Y Pobres (Taennie y JiKook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora