CAPITULO 1: XIONG YE

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El sol brillaba desde el cielo moteando a través de los exuberantes bosques verdes. Árboles gigantes extienden sus ramas usando sus amplias hojas para tomar la luz del sol. Las hojas de estos árboles eran tan grandes que sólo quedaban estrellas y puntos de luz para cuando la interminable luz del sol caía sobre la vegetación inferior. Una ráfaga de viento sopló a través, y la luz del sol moteado parpadeó.

El viento hizo crujir las hojas, y un Lesothosaurus de aproximadamente un metro de longitud con pequeños brazos y poderosas patas traseras saltó de los arbustos.

Este era un dinosaurio con patas de pájaro muy pequeño y relativamente raro. Era un objetivo de caza para muchos dinosaurios carnívoros.

El Lesothosaurus levantó la parte superior de su cuerpo y miró a su alrededor. Después de determinar que no había peligro, utilizó los dientes en forma de flecha a ambos lados de la mandíbula para morder las hojas de los arbustos y comenzó a comer.

Comía con mucha atención, moviendo la boca sin cesar. Pero justo en este momento, un enorme oso pardo salió de detrás de los arbustos de al lado.

Era demasiado tarde para que el Lesothosaurus escapara del oso pardo y, en un instante, se hizo el silencio.

El oso pardo finalmente se puso de pie, medía más de dos metros y medio de largo, y a sus pies se pudo ver que el Lesothosaurus en el suelo había sido aplastado; justo ahora. El oso pardo había usado su propio peso aplastando al Lesothosaurus hasta la muerte. ... Después de todo, incluso si había perdido mucho peso durante el invierno, todavía pesaba 400 kg mientras que el pobre Lesothosaurus pesaba solo un poco más de 10 kg.

El oso pardo olió el aire, luego miró al Lesothosaurus en el suelo nuevamente antes de transformarse repentinamente en un hombre alto y guapo, pero bastante delgado, que medía aproximadamente 1.80 de altura.

El hombre saltó detrás de los arbustos y sacó una falda de cuero hecha de piel de dinosaurio. Se lo puso antes de recoger el Lesothosaurus que acababa de atrapar y corrió por el bosque, su piel color miel y su falda de cuero verde oscuro revoloteaban.

Corrió muy rápido y pronto llegó a un valle debajo de una montaña cercana.

El valle no era muy grande. Cubría entre ocho y nueve acres y no tenía vegetación. La tierra del suelo había sido aplastada por la gente que pasaba por lo que era muy liso, formando un gran cuadrado rodeado de montañas.

El cuadrado estaba rodeado por varias chozas hechas de madera y otros escombros. Una empinada ladera de una montaña a un lado estaba cubierta de escalones hechos a mano y entradas a cuevas por las que la gente iba y venía sin parar.

Actualmente, decenas de hombres y mujeres vestidos con pieles de animales estaban ocupadas haciendo cosas en una esquina de la plaza, cuando vieron al hombre entrar corriendo desde afuera, lo saludaron uno tras otro, "¡Xiong Ye!"

"¡Xiong Ye, has vuelto!"

"¡Xiong Ye, eres increíble! ¡Saliste hace poco y aun así lograste atrapar un Lesothosaurus!"

Los rostros de todos estaban llenos de envidia. Una de las mujeres, que tenía una hermosa figura, tragó y dijo: "¡Este Lesothosaurus se ve delicioso!"

"Tuve suerte." Xiong Ye, que estaba cargando a su presa, se rio y pasó junto al grupo mientras se dirigía hacia la parte oriental del valle. Tenía prisa por encontrar a alguien; ¡Shi Li estará muy feliz de que haya logrado atrapar una presa!

Aquellos que hablaron con Xiong Ye lo vieron irse y regresaron a su trabajo; estaban cortando varios trozos de Struthiomimus. Estos pesaban entre 200 y 300 kg y habían sido cazados por los jóvenes guerreros de la tribu esta mañana. La presa que había sido derribada mediante la caza colectiva se convirtió en propiedad pública, perteneciendo a toda la tribu, y después de que la tribu la hubiera preparado, todos en la tribu, independientemente de su sexo o edad, tendrían una parte. Por supuesto, las mejores partes quedarían en manos de los luchadores que participaron en la caza. Como parte de la principal fuerza de combate de la tribu, personas como Xiong Ye y Shi Li también obtendrían una parte del corazón y el hígado de la presa.

DIARIO DE UNA CRIANZA DE UN ESPOSO EN LA EDAD DE PIEDRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora