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Al día siguiente, me dirigí al colegio, no salí tan temprano como Josh pero iba a llegar a tiempo, al llegar al estacionamiento tuve problemas para entrar, porque estaba nevando... otra vez, cuando iba a dejar de nevar en esta maldita ciudad, encima hacía un frío increíble y este horrible uniforme no ayudaba mucho que digamos.
Pasaron las clases con normalidad hasta llegar a la clase de matemáticas, la cual comparto con Jess, Andrew y para mi desgracia Liam. Me senté al lado de Jess al frente de la clase, Andrew me saludó con una sonrisa y se sentó atrás de Jess, mientras que Liam decidió, no se si por coincidencia o por amargarme la vida, el puesto detrás del mío.
Comencé a hablar con Jess y Andrew, hasta que llego la profesora de matemática, la señora Smith, y para desgracia de todos no se parecía en lo más mínimo a Angelina Jolie; ella era de poco más de metro y medio, con un poco de sobrepeso y rondaba los sesenta y algo, era de piel blanca, con el pelo pintado de rojo y pequeños ojos oscuros que se ocultaban detrás de unos lentes rectangulares. Apenas entró todos se pusieron serios y se dispusieron a prepararse para la clase, que comenzó de inmediato.
Por lo que podía ver, la profesora Smith no era la típica abuelita super dulce y amable a la que todos quieren, tampoco es que lo pareciera. La clase avanzaba con la mayor seriedad que había visto en mi vida, algunos copiaban, mientras que otros parecían estar en su propio mundo, nadie molestaba la clase, los pocos que hablaba se encontraban con miradas penetrantes y gritos firmes, se notaba que no le gustaba que interrumpieran sus clases.
A mitad de la hora comencé a sentir como que alguien me daba golpe golpecitos con un lápiz, sin voltear ya sabía que era Liam, posiblemente intentando fastidiarme.
Me volteé rápidamente y le indique que parara, me estaba exasperando, sin embargo el continuo con sus golpecitos, intenté alejarme un poco de el, pero si lo hacia iba a interrumpir la clase, cosa que no estaba en mis planes, hice el mayor esfuerzo que podía por ignorarlo y prestar atención a la clase, era imposible.
- Aria- susurró Liam.
Estaba a punto de matarlo, como siguiera así no me hacía responsable de mis actos, y mucho menos me iba a importar la clase.
- Aria- repitió nuevamente.
Mire hacia Jess, que parecía haberse metido completamente en la clase, solté un suspiro de exasperación, es que acaso no podía dejarme tranquila, me estaba esforzando por ser buena alumna, aunque sea el último año de mi vida en el instituto, y el no hacía otra cosa que tratar de distraerme y hacerme imposible prestar atención.
-¿Qué quieres?- susurré rindiéndome finalmente.
Los golpecitos de su lápiz en mi espalda pararon repentinamente, me sentía aliviada, no entiendo porque no hice esto antes.
-¿Me prestas tu sacapuntas?- susurro finalmente.
-¿No podías pedírselo a nadie más?- pregunté mientras se lo pasaba sin que la profesora viera, había tantas personas en el aula y a quien decidía pedírselo era a mí, era más que obvio que solo quería molestarme.
- No- dijo en cuanto tuvo el sacapuntas.
Apenas lo agarró intente volver a la clase y agarrar el hilo a lo que estaba dando la profesora Smith. No pasó mucho tiempo antes de que volviera a sentir de nuevo unos golpecitos en mi espalda.
-¿Qué quieres ahora Liam?- dije haciendo especial ahínco en no gritarle.
-¿No quieres tu sacapuntas devuelta?- contestó.
En mi minuto de paz había conseguido olvidarme por completo de mi maldito sacapuntas, lo agarre rápidamente e intente otra vez seguir la clase, luego podría pedirle los apuntes que me faltaban a Jess, después de todo ella parecía estar copiando absolutamente todo lo que la profesora decía. De inmediato volvió el tortuoso golpeteo en mi espalda, me volteé y miré al odioso que no me había dejado tranquila en toda la clase.
-¿Por qué no me dejas tranquila?- dije.
- Estoy aburrido- dijo restándole importancia.
"¿Qué estaba aburrido?, Pero, ¿que se cree este idiota?" pensé, deseando estar lo más lejos de el posible.
- Pues deja de fastidiarme de una vez- replique.
-¡Señorita Blue!,- volteé inmediatamente y me encontré con la señora Smith mirándome con desprecio- se que usted es nueva y posiblemente no este acostumbrada, pero en mi clase se viene a prestar atención, no a hablar con la persona que tienen más cerca.
- Lo siento profesora Smith, pero es que...- comencé a decir hasta que me interrumpió.
- ¡Nada de excusas!, como usted estaba hablando eso significa que entiende perfectamente la clase ¿no?- preguntó, pero antes de que pudiera contestar continuó- bueno entonces pase a hacer el siguiente ejercicio.
"Maldita sea" pensé, mientras me levantaba de mi mesa y me dirigía hacia la pizarra. Comencé a ver lo que estaba copiado en la pizarra lo más rápido posible, eran determinantes y por lo que podía ver no era precisamente difícil.
Me dispuse a comenzar a realizar el ejercicio según lo que había visto, siempre había tenido facilidad para este tipo de materias, ya que en la mayoría de los casos solo se trataba de razonar correctamente, unos minutos más tarde ya lo había terminado.
- Listo, ¿ya puedo sentarme?- pregunte a pesar de ver la expresión de disgusto de la profesora.
- Me temo que si señorita Blue- contestó ella, podía ver la vena de su sien palpitando de rabia, no le había gustado en lo más mínimo que pudiera hacerlo correctamente.
Me senté en mi puesto, no sin antes fulminar con la mirada a Liam, el cual parecía sorprendido, al igual que los demás de que pudiera hacer el ejercicio. No paso mucho tiempo para que se acabara la clase, en todo ese tiempo no había recibido golpecitos en mi espalda ni ningún otro tipo de distracción; apenas sonó el timbre me dirigí directamente a la salida.
- Pensaba que ibas a pararte allí sin poder hacer nada, menos mal que entendiste rápido lo que había que hacer- dijo Jess que me acompañaba hasta mi casillero.
- Si, me prestas tus apuntes, es que me falta como media clase por culpa de Liam- dije.
- Claro, pero no entiendo porque te hizo eso, el normalmente presta mucha atención en clase, nunca se comporta así- Jess parecía estar analizando las posibles razones por las que Liam estaba siendo así conmigo.
Dejé mis cosas en mi casillero, ella en el suyo y nos dirigimos al comedor, allí nos sentamos en una mesa y nos dispusimos a comer, Mia, Josh y Andrew llegaron juntos y se sentaron.
- No puedo creer que pudieras resolver ese ejercicio,- dijo riendo- la cara de la señora Smith fue única.
- Si, yo pensé por un momento que le iba a explotar la vena de la cien- dijo Jess riendo.
-¿Qué? y me lo perdí,- dijo Mia haciendo un puchero- no puede ser que me perdiera la cara de la maldita gorda cuando se dio cuenta de que resolviste el ejercicio.
-¿Por qué?,- le pregunte a Mia aguantando la risa- ¿tanto la odios?
- ¿Qué si odio a esa vieja?,- dijo Mia con cara de sorpresa y luego de resignación- ella me hizo la vida imposible durante mis tres primeros años en este instituto, hasta que finalmente me dieron la opción de cambiar de profesor.
-¿En serio?- dije sorprendida.
- Si, o sea Mia hablaba y ella la pasaba siempre a que hiciera los ejercicios, como Mia no podía se burlaba de ella,- dijo Jess- más o menos lo que intento hacerte a ti hace menos de una hora.
-¿Y por qué te hizo pasar a la pizarra?- preguntó Josh.
Andrew se hecho a reír, mientras Jess negaba con una sonrisa en la cara y yo suspira con resignación, había pasado por eso por culpa de Liam, mientras que el no había tenido que hacer nada.
- Liam se puso a fastidiarla en clase- contestó finalmente Jess.
-¿Qué?- dijeron Josh y Mia al mismo tiempo.
- Liam no hace eso- dijo Josh, luego pareció recordar el día anterior y dijo- al menos no en clase.
- Pues si lo hizo, estuvo toda la clase tratando de distraerla, hasta que Aria soporto más y le grito- dijo Andrew.
Andrew y Mia se miraron con mirada cómplice, ya me podía imaginar lo que estaban imaginando y no podían estar más equivocados, por su lado Josh miraba a Jess de forma dubitativa, analizando al igual que ella había hecho hace unos instantes; por mi parte ya no aguantaba más a Liam, que fuera su culpa que la profesora de matemática me odiara en el primer día que la conocía, sencillamente era mucho más de lo que estaba dispuesta a soportar.
- Lo peor es que no le dijeron nada- dije exasperada.
- Es raro que Liam se comporte de esa manera,- dijo Mia- por cierto, ¿no lo han visto desde que salieron de clase?.
No me había percatado de su ausencia en la mesa, pero ahora que lo sabía, agradecía que no estuviera presente, no quería tener que volver a verlo otra vez, aunque era consciente de que iba a tener que hacerlo de un momento a otro si seguía viviendo aquí, si bien Liam era insufrible, tendría que esforzarme por ignorarlo y soportarlo, ese era otro pequeño sacrificio que debía hacer, por muy malo que fue seguía estando mejor aquí que en California.
Paso el almuerzo y Liam no apareció, pasaron las clases y no me lo encontré en ningún momento, se esperaría que estuviera relajada, pero más bien era todo lo contrario, no entendía el porque. Al llegar a casa salude a mi papá y a Clarie, intente distraerme leyendo un libro pero no podía concentrarme, finalmente decidí tocar un poco el cello, si bien no era el instrumento que mas me calmaba, si podia encerarme en mi cuarto con el sin que nadie me viera tocar, cosa que no podía hacer con el piano que estaba en la sala de estar de la casa.
Comencé a tocar y me olvidé de todo, cuando tocaba solo podía escuchar los sonidos del instrumento, mientras que el resto parecía desvanecerse por esos instantes. No se cuanto tiempo pasó hasta que sentí que alguien me tocaba un hombro, devolviéndome a la realidad.
- Aria- escuché que dijo Jess detrás de mi, he inmediatamente me extrañe.
Me volteé y vi Mia, Jess y Andrew dentro de mi cuarto, "¿qué hacen ellos aquí?, ¿en qué momento entraron?" Me pregunté.
- Aria, queríamos preguntarte si querías salir un rato a ver una película- dijo Andrew.
-¿Qué?- no podía creer todavía que estuviesen en mi cuarto solo para eso.
- Te preguntamos si querías ir, pero parecías tan concentrada que ni siquiera nos escuchas- dijo Jess.
- Claro, ¿por qué no?- conteste todavía confundida- bajó en unos minutos.
Decidí cambiarme, ya que todavía traía puesta el asqueroso uniforme, bajé a la sala, y me encontré con que todos ellos estaban esperándome junto a Josh.
- ¿Ya vamos a ir?- dije mientras agarraba mis llaves.
- Claro, pero déjame ir a ver si Liam también viene- dijo Josh.
Inmediatamente puse mala cara, por mucho que me hubiese puesto nerviosa porque no apareciera en el resto del tiempo que estuve en el instituto, no significa necesariamente que quisiera verlo. Salimos a la calle y vi como Josh la cruzaba y se dirigía a una casa cerca de la nuestra, no era la de enfrente, pero casi, una vez allí tocó la puerta y espero a que le abrieran.
-¿No me digas que Liam vive allí?- dije resignada, era más que obvio cual era la respuesta.
- Si,- dijo Mia- mira siento haberte interrumpido hace un rato, la verdad es que tocas muy bien.
- Gracias,- dije sonriendo- Andrew me dijo que Young Mastermind tenía una orquesta.
- Si, comenzamos el viernes, si quieres puedo decirle a el profesor Rogers que te haga una audición- propuso ella intentando parecer natural, era obvio que quería que adicionara.
- Seria perfecto, desde que tengo memoria siempre he estado en orquestas- contesté con auténtico entusiasmo.
- Liam dijo que va a estar ocupado practicando para un torneo de atletismo y que por eso no podía venir- dijo Josh un poco decaído porque Liam no pudiera ir.
- Bueno, aunque sea Aria va a poder estar tranquila- dijo Jess finalmente mientras nos dirigíamos a mi carro.
Finalmente fuimos a un cine en la plaza y vimos una película de suspenso, estas eran en mi opinión mucho mejores que una de terror, me parecían mucho más realistas, se trataba sobre un chico que enloquecía por culpa del bullying que sufría y comienza a matar a todos estos chicos, uno por uno, era muy buena.
- Okey, imagínense si eso nos pasara en la vida real- dijo Josh.
- No nos va a pasar- dijo Jess.
- Si, y aunque nos pasara nosotros no hacemos Bullying así que no nos mataría a nosotros- dijo Andrew.
- En el peor de los casos quien moriría sería Liam, asesinado por Aria- dijo Mia.
No pude evitar reírme junto a ellos, me parecía tan ridículo. Una hora más tarde ya estaba en mi casa y había cenado con mi papá, Clarie y Josh. Todavía no lograba entender porque había tenido esa extraña sensación más temprano, decidí pensar que había sido por culpa del estrés de lo sucedido en la clase de matemáticas e irme a dormir.

Mente en serie(sin terminar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora