8

53 5 0
                                    

Con la llegada del fin de semana, llego también el tiempo de padre e hija, como le decía mi padre, su plan era ir a comer algo y caminar un rato, quería hablar, creo que se sentía culpable por no poder estar los últimos dos años antes de que decidiera mudarme con él. Él estaba feliz de que me mudara a su casa, de que decidiera vivir con él, pero sabía que él no pensaba que disfrutara mucho aquí, su mayor preocupación era que fuera feliz estando cerca de él.
Entramos a un restaurante mucho más elegante de lo que esperaba, traté de actuar normal, pero me sorprendía mucho que para mi papá esto fuera un lugar "casual", si fuera "casual" las personas no estaría tan bien vestidos, esta bien no están vestidos de traje, pero de todas formas siguen estando mucho mejor vestidos que yo. Nos sentamos en una mesa, mientras un camarero nos dejaba las cartas, yo seguía sintiéndome fuera de lugar.
- ¿Papá esto es un restaurante casual para ti?- dije levantando una ceja- porque para mi lo único "casual" de este lugar es que no necesitas reservación.
- Veras hija las personas de esta ciudad tienen un nivel económico alto, nadie que viva aquí es clase media, así que están acostumbrados a esto,- dijo sonriéndome- al principio también me parecía raro, pero esto es casual en esta ciudad, por lo menos para almorzar.
- Entiendo eso papá, pero sigue siendo raro, es que acaso no les provoca comida rápida, o algo que se pida en la caja- dije.
- Míralo desde este punto de vista, para que ir a pedir tu comida, cuando tienes suficiente dinero como para que alguien te la traiga, en cuanto a la comida rápida, también puedes pedirla, pero va ser mucho más elegante que cuando pides una hamburguesa en McDonald's.
- La gente en esta ciudad tiene problemas.
Lo vi reírse de mi comentario, no pude evitar sonreír me gustaba verlo feliz después de tanto tiempo, el camarero llego y pedimos nuestra comida, comenzamos a hablar del primer día de clases, las personas que había conocido, que amigos había hecho y de si me gustaba el instituto en general, me observaba detenidamente en busca de todo tipo de señales, lo sabía porque era algo que solía hacer cuando estaba aburrida.
- Me enteré de que te llamaron la atención en clase por estar hablando- dijo fingiendo naturalidad mientras comíamos.
-¿Cómo lo supiste?- pregunté atónita, ¿cómo era posible que supiera eso?.
- Me lo dijo un amigo del instituto,- se me había olvidado lo influyente que era mi papá- entonces ¿si es verdad?.
- Si,- conteste- pero no es mi culpa, un chico me estaba fastidiando, así que le reclamé y por eso estaba hablando con el, la profesora solo se fijo en lo último.
- Y ¿quién era el chico?- preguntó, ahora no intentaba ocultar su interés.
- Liam Lake, el amigo de Josh,- ante su sorpresa continué- puede llegar a ser insoportable si se lo propone.
- Pero ¿te trata mal?- preguntó.
- No, aveces se comporta como un idiota, pero no es nada malo papá, ni que fuera la primera vez que un chico intenta fastidiarme- dije restándole importancia, después de lo ocurrido ayer mi imagen de Liam había mejorado, pero eso no quitaba que era un imbécil.
- Si algo te molesta ya sabes que puedes hablar conmigo o con Clarie- dijo antes de terminar de comer.
- Lo sé papá- me dispuse a terminar de comer.
Salimos del restaurante "casual" (sigo pensando que es todo menos eso), y comenzamos a dar vueltas por Erin, deteniéndonos en cada lugar histórico o importante, mi papá había nacido aquí y quería que yo también supiera la historia de este lugar. Llegamos hasta un lago casi en las afueras de la ciudad, era grande y estaba completamente congelado, aquí hacía mucho más frío, podía ver el vaho de mi respiración.
- Papá, ¿dónde estamos?- no entendía por qué me estábamos allí.
- Este es el lago más grande de Erin, irónicamente es el menos conocido, debido a que es difícil de encontrar,- entonces me miró y me dio una de sus sonrisas sinceras- tu abuelo me traía aquí para pescar.
Mi papá y el abuelo habían sido muy unidos, nunca lo conocí, mis abuelos paternos habían muerto en un accidente poco antes de que naciera, en cuanto a los maternos, los deje de ver cuando mis padres se divorciaron.
- Dudo mucho que pudiera hacerlo- dije observando los centímetros de hielo sobre el lago.
- No, solo podíamos en verano,- continuó- el me traía aquí cuando sentía que yo tenía algún problema, se excusaba con la pesca y terminaba dándome varios consejos,- entonces comenzó a reír un poco- no me gusta pescar, mucho menos en ese entonces, pero el me obligaba a venir y no regresábamos hasta que le contara todo.
- Entonces, ¿me estas diciendo que en unos meses vas a obligarme a venir a pescar solo para que te cuente mis problemas?- lo observe con una ceja levantada y una media sonrisa- porque si va a ser así prefiero el restaurante "casual".
- No, yo también prefiero el restaurante, lo que quiero decir es que me gustaría poder tener una relación así contigo.
Durante el resto del día nos quedamos allí, hablando de los pocos recuerdos que me sacaban sonrisas, trate de evitar los que me atormentaban, sabía que mi papá quería que le contara todo, pero hay ciertas cosas que es mejor callarlas. Cuando volvimos a casa ya era tarde, cenamos y nos dispusimos a ver una de esas típicas comedias románticas, en las cuales los protagonistas se odian al principio y luego terminan juntos, posiblemente casados.
Al día siguiente me estaba preparando para pasar todo el día sola, mi papá y Clarie iban a salir, Josh pasaría el día en casa de Liam, yo era la única de la casa sin planes, solo esperaba no hundirme antes de que vuelvan.
Decidí practicar un poco con el piano, ahora que estaba sola podría disfrutar de tocarlo sin saber que nadie me escuchaba, comencé tocando canciones clásicas, los típicas que siempre tocaba en la orquesta, pero luego me di cuenta que estaba tocando otras canciones, mucho más serias y tristes, aquellas que te hacen sentir un vacío por dentro. Deje de tocar y me cambié la ropa por algo cómodo para trotar, agarré mi iPod y salí, afuera hacía un frío insoportable, aunque sea no estaba nevando, si tenía cuidado no me caería.
Me puse los audífonos y comencé a trotar, la música estaba a todo volumen en un mal intento de llenar el espacio vacío que sentía. Esto es algo que solía hacer cuando vivía con mi madre, solo que allá era casi a diario, es mi escape cuando la música no me logra ayudar.
Llevaba media hora trotando cuando llegue a la tienda de discos a la que había entrado con Liam, todavía no entendía la razón por la que me pidió acompañarme, mucho menos porqué se comporto de esa forma, se notaba que se había contenido para no molestarme demasiado, eso me intrigaba, lo peor es que estaba casi completamente segura de que cuando volviera a verlo no se comportaría igual.
Llevaba ya más de una hora trotando, cuando sentí como alguien me agarraba para que me detuviera, de inmediato me volteé, era Josh, detrás de él estaban todos los mastodontes del equipo de jockey y Liam, mi corazón latía rápidamente.
- Aria,- dijo con una sonrisa tranquilizadora- ¿qué haces aquí?.
- Trotando,- dije como si ya no fuera obvio después de quitarme los audífonos- o por lo menos eso hacía hasta que me interrumpiste.
- Si, lo siento, pero es que cuando te vi, te llamé y no volteaste,- dijo antes de dirigir la mirada a los audífonos- ahora veo porqué.
- Si, por cierto no vuelvas a tratar de llamar mi atención así, vas a terminar dándome un infarto- dije seria.
- Lo siento, mira no se si quieres acompañarnos, vamos a ir a Frozen River- exclamo tratando de ser simpático como siempre.
Observe al grupo de chicos que esperaban a mi hermanastro, todos me miraban con curiosidad, aunque en algunos esa curiosidad era perturbadora, sencillamente me hacían sentir incómoda, por otro lado estaba Liam, al cual intente ver lo mínimo posible, él definitivamente no era una persona a la que quisiera tener que soportar hoy. De repente un chico salió del grupo y se acercó con su pelo negro alborotado, era James, el chico que me había pedido salir el primer día de clases.
- Hola Aria,- dijo sonriéndome- no sabía que trotabas.
- Es que es la primera vez que lo hago desde que llegue,- entonces me volteé hacia Josh, me parecía incomodo estar allí- mira voy a comer en la casa, te veo más tarde.
- ¿Ya te vas?- preguntó James, parecía decepcionado.
- Si- conteste mientras pensaba en algo ingenioso que decir, fracase en el intento.
-¿Por qué no vienes?- preguntó, Josh pareció gustarle que el también intentará convencerme, aunque lo miraba con recelo, no entendía porqué lo hacía.
- Porque quiero seguir trotando,- dije, mierda en serio no se me podía ocurrir una excusa mejor- además no me provoca la comida de Frozen River.
- Bueno, si quieres comer en otro lado te acompaño- dijo James, se estaba volviendo muy insistente, por su lado Josh no pudo ocultar su sorpresa.
- No me provoca comer afuera,- dije deseando que dejara de insistir- bueno adiós- le dije a James y a Josh, e inmediatamente me dispuse a ponerme los audífonos y trotar devuelta a mi casa.
No sentía que hubiese trotado lo suficiente, pero no podía arriesgarme a ir en la misma dirección que ellos, de haber sido así creo que Josh y James me habrían obligado a ir con ellos, me parecía curioso que me sintiera tan incómoda ante esa situación, está bien no me gusta mucho resaltar, pero eso había sido normal, lo que más me cuestionaba era porqué Josh observaba así a James, eso es algo que iba a preguntarle en cuanto llegara a la casa, por ahorita me iba a preparar algo ligero para almorzar y ver un maratón de películas que estaban pasando por la televisión.

Mente en serie(sin terminar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora