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SOLO UN DÍA

Habían pasado 5 malditos días de que Hermione le soltara la bomba a Remus sobre su supuesta decisión, y éste se había dedicado solamente a tomar por la noches tratando de controlar las grandes ansias de salir por esa maldita puerta e ir a golpear a alguien. En ese tiempo cada vez que Hermione, Minerva, o Neville lo buscaban el simplemente los ignoraba, solo se le veía en la cena, pero era siempre el primero en retirarse, había ido a ver en dos ocasiones a su pequeño Teddy, él, era lo único que calmaba sus grandes ansias de querer matar o que el lobo saliera. Sabía que ese fin de semana no podría verle todo el día, por eso aprovecho para irse con él.

El pequeño niño de tan solo 2 años y meses, estaba apunto de cumplir cerca de los 3, mientras Remus lo veía dormir tranquilamente esté se dedicó a ver la ventana la luz de las estrellas, notando que estas daban a la foto de Nymphadora, con Teddy abrazandolo recién nacido.

Remus demostró su fragilidad aquella noche apretando fuertemente la foto llevándola a su pecho, mientras se recargo en la fría pared y dejaba caer sin cesar lágrimas. Todo estaba mal, cada vez que intentó hacer algo bueno, la vida se empeñaba en quitárselo. Primero Tonks, y ahora Hermione, para que le daba más vueltas al asunto, él siempre amaría a esa mujer, pero al recordar los labios sabor chocolate de aquella castaña, le hacían entender que se enamoró de ella, que Hermione Granger le había de vuelto las ganas de vivir.

Después de rato bajo, topandose con la señora Andrómeda, quien le invitó un café. Ambos se sentaron en una pequeña mesa frente a frente, hasta que ella habló.

—. ¿Cómo va aquel niño, del que me hablaste? - preguntó

—. Blake Harrison, es un niño extraordinario e inteligente, está lidiando mejor que yo este tema de ser un hombre lobo - mencionó amenamente.

—. Remus, algo pasa contigo ¿Qué pasó? - insistió Andromeda

—. No sé preocupe, estoy bien solo fue que hay ocasiones en las que la ausencia de Nymphadora me afecta demasiado -

—. Mi hija se enamoró perdidamente de ti, su corazón siempre estuvo predestinado para que estuvieran juntos, pero el mismo destino se la llevó antes de lo planeado - (la señora le tomó la mano) — Remus, que vuelvas a enamorarte no es una traición a mi hija, se perfectamente que siempre respetaras  el gran amor que tuvieron, pero también se que mereces volver a vivir ese sentimiento. Estoy vieja, pero no quiere decir que no me cuenta de lo que ocurre - (lo miro fijamente) — La soledad deseada por fidelidad, se convierte en soledad obligada, que con los años, no se lleva bien.

—. No estoy sólo, la tengo a usted y a mi cachorro que más necesito - le sonrío tratando de cambiar de tema

—. Algún día yo moriré, y Teddy hará su vida - (soltó su mano) — Vuelve a vivir, aún  cuando sea solo un día, y comprobarás lo que te digo- finalizó la Señora Andrómeda.

Después de un rato más charlando ya sonre otras cosas, Remus se marchó de regreso al castillo, y tenía muy presentes las palabras de la mamá de Tonks, solo que ya era algo noche para poder pensar en eso, además de que debía llegar al gran salón para la cena.

Camino lo más rápido que pudo, y entró para sentarse a lado de su entrañable amigo actual Neville. Sentía la mirada vaga como todas las noches de Hermione, pero la ignoraba, se sentía herido y apuñalado por la mujer a la que estaba amando.

"EL LOBO & LA LEONA" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora