El silencio reinaba en el infierno. La Noche acechaba a los 4 héroes de Karmaland que estaban atrapados en su territorio. Ella estaba aburrida, ¿por qué tenían que esconderse en esa casa de arcilla? Ya los encontraría. Ya los mataría como la mato a ella años atrás...
(...)
Era de noche. Alice tomaba una sopa de champiñones mientras veía a su hija de 12 años bailar. Ambas rubias se miraron, sonriéndose con felicidad. La última sonrisa que se habían dado.
A pesar de que su madre le había dicho millones de veces que no saliera de la casa cuando era de noche, ella deseaba salir y ver las estrellas de las que tanto hablaba su madre en las historias que le contaba cada noche.
La rubia menor abrió la puerta, saliendo de la casa y encontrándose con una plena oscuridad. Oía los gritos de su madre, pero, lamentablemente, no les hizo caso. ¿Por qué no lo hizo? Esa era la pregunta que esa niña se repetiría durante el resto de su vida.
Los ojos azules de Elisa se abrieron como platos al sentir por primera vez esa cosa a la que llamaban viento, rozar su nuca, levantando su vestido de color blanco y moviendo su pelo largo y liso, desordenándolo.
-¡Elisa! ¡Vuelve por favor!
-¡Mamá! ¡Esto es hermoso! ¡¿Por qué nunca hemos salido?!
-¡Es peligroso! ¡Por favor!
-¡¿Qué va a ser peligroso esto?! ¡Es lo más bonito que he visto en mi vida!
Un grito desgarrador llegó a los oídos de la niña, sobresaltándose al notar que provenía de su madre.
-¿Mamá?- preguntó Elisa al aire, llenándose su corazón de miedo al no oír respuesta alguna- ¡¿Mamá?!
La chica empezó a correr hacia la dirección donde pensó que su madre estuvo cuando soltó su grito, buscando a tientas entre la oscuridad el cuerpo de su madre con miedo.
Unos minutos después se encontró con lo que la atormentaría por las noches por el resto de su vida: Su madre, medio muerta en el suelo se encontraba llena de sangre estando ella al borde de la muerte.
-Te-Te amo, no te culpes cariño... Prométeme que no volverás a salir por la noche.
-Te lo prometo mamá... Te quiero mucho...
Y tras esas palabras de su hija, la mujer sonrió, antes de que su alma se elevara hasta el cielo, siendo perdonada por Los Dioses tras años de penitencia.
-Lo siento...
(...)
Varios días habían pasado desde que Auron había despertado y Luzu le había contado que estaba embarazado, días en los que la pareja se pasaba las horas hablando junto con Staxx sobre lo que harían con su primer hijo o hija, decidiendo nombres, empezando a construir una cuna... Lo necesario para que un bebé viva más o menos bien.
Leire había despertado hace un par de días, pero, aún estaba un poco ausente, saliendo de eso cuando horas antes la pareja Luzuplay le contó la bella noticia.
El grupo había decidido quedarse por un tiempo todos en la casa de arcilla de la pareja, sobre todo por seguridad de los hermanos, ya que Leire seguía un poco débil, al igual que Frank, el cuál se encontraba ahora mismo en la cocina, preparando la comida, una comida que todos deseaban probar. ¿Y por qué os preguntaréis? Porque por fin iban a comer algo que no fueran peces de lava, iban a tomar sopa de champiñones.
Un par de días antes, Frank, Auron y Luzu (el cuál había tenido que insistir mucho para ir) habían salido de expedición, encontrando así un campo de champiñones que no dudaron en coger rápidamente.
Aunque habían conseguido bastantes no les daría para alimentarse durante más de 3 días, pero al menos podrían descansar un poco de los asquerosos peces de lava.
-Ya casi está chicos, 5 minutos más y ya- informó Frank mirando a los demás con una sonrisa ilusionada.
Tras el tiempo dicho por el pelinegro todos se sentaron a la mesa disfrutando esa maravillosa comida, la cual, para ellos, parecía caída del cielo.
(...)
Elisa se encontraba encerrada en su casa, afilando sus diferentes armas, construyendo más escudos y esperando a que la maldita Noche pasara.
Caminó hacia el cuarto que hacía años había pertenecido a su madre, sonriendo de una manera melancólica al recordar todos los buenos momentos que había vivido junto a ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras que los recuerdos pasaban por su mente como si de una película se tratara, acabando en el día donde su única familia había fallecido.
Apretó sus puños con rabia al pensar en como su madre había muerto por su culpa, ¿por qué tomó una decisión tan irresponsable? Eso es lo que se preguntaba cada día, torturándose tanto que a veces deseaba haber muerto en el lugar de su mamá. Lágrimas amargas caían por su rostro, sintiendo la necesidad de ponerse a gritar a los cuatro vientos, pero, le daba miedo de que si lo hacía los monstruos atacarían su cabaña, destruyéndola junto a ella.
Salió de la habitación, apoyándose en la puerta, ahora cerrada, de esta, cerrando los ojos y hundiéndose en el mundo de pesadilla en el cual vivía sus noches desde hace trece años...
(...)
Un portal. Todos se encontraban reunidos a su alrededor viendo como decenas de científicos se encontraban construyéndolo, monitorizándolo y haciendo pruebas con este, comprobando que fuera seguro para cuando los héroes pasaran por este.
Durante años se había estado trabajando en esto, tratando de crear una manera para que los héroes de Karmaland fueran a rescatar a sus compañeros caídos, pero, ¿quién diría que todo sería en vano?
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Esperamos que os gustara el capítulo!
¿Qué os pareció?
Sentimos actualizar esta historia tan poco, pero, es que de verdad no tenemos mucha inspiración de esta historia jsjsjs 😅.
Nos vemos pronto,
Atenea y Valeria.
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Nuestro nuevo hogar / Luzuplay (2ª temporada de Karmaland Chikitos)
FanficLa supervivencia es lo más importante en el infierno, algo que Frank, Leire, Luzu y Auron han tenido que aprender a la fuerza. Nada es lo que parece en este mundo de lava, no confíes en nada o te arrepentirás... Segunda parte de Karmaland Chikitos...