Nuestro nuevo hogar / Luzuplay (2ª temporada de Karmaland Chikitos)

Capítulo 4

El rugido infernal se oyó por toda la casa, levantando así a los dueños de esta. Auron se levantó de la alfombra que tenían como cama y se dirigió a la pequeña cocina de la pareja, poniendo a cocinar dos peces de lava en el horno improvisado que tenían.

El oji azul se dirigió al lugar secreto donde guardaban las armas, cogiendo dos espadas de diamante infernal, dos tridentes de fuego y un escudo de lava seca, ya que solo tenían uno.

Salió de la habitación y se dirigió donde estaba el de mecha amarilla el cual estaba preparando sus mochilas que habían hecho con algas secas.

-Ya tengo las armas Honey.

Auron las cogió y las guardó en sus respectivas mochilas dejando el escudo en la del castaño.

-Auron...

-Nada de Auron- sentenció el antiguo ser de slime- Ayer mismo caíste desmayado, estás débil, necesitarás más protección que yo en caso de un ataque. Fin de la discusión.

-No me digas eso. Quédatelo tú, no podría soportar perderte y sobretodo si fue mi culpa.

-No me digas que vamos a pelear por esto. De nuevo.

-Si es necesario para que tu cojas el escudo, así será Auron.

-Mira. No vamos a discutir porque ya está decidido tú te lo llevas y punto. O si no ninguno de los dos se lo lleva y eso sí que sería contraproducente... ¿Verdad?- dijo el de mecha amarilla mientras que con la pregunta levantaba las dos cejas rápidamente.

Luzu rodó los ojos ante las palabras de su prometido y cogió el escudo a la par que decía:

-Solo por esta vez, zorra.

-Ya veremos, cerdo.

Tras esas palabras los dos héroes de Karmaland se comieron los peces de lava, encogiéndose de dolor, y salieron a la puerta de su casa improvisada encontrándose ya a Staxx y Leire esperándoles enfrente de esta.

Caminaron hacia el pozo de agua más cercano, el cuál estaba a cincuenta kilómetros, inmersos en un silencio cómodo, escuchando sus alrededores por si acaso el peligro les acechaba.

Lucharon un par de veces contra varios demonios que se les acercaban, pero, nada serio. En general, fue un camino tranquilo. Llegaron tras seis horas al pozo, rellenando así todas las cantimploras y cubos que tenían, los cuáles les durarán un mes más o menos.

Después de rellenar las botellas y descansar se dirigieron a casa. Lo que no sabían es que una fuerza oscura los acechaba...

(ATENCIÓN. A partir de aquí esto no está recomendado para gente sensible ya que... Se acerca la noche...)

Todavía quedaban 2 horas para llegar a la casa de la pareja y estaba a punto de anochecer. Leire, Staxx y Auron se encontraban alerta con las armas alzadas mientras que Luzu, simplemente andaba al lado de ellos, abrazándose a sí mismo a la par que temblaba levemente.

Sus alrededores estaban sumidos en un silencio extraño, hasta los monstruos de lava se habían empezado a esconder en sus pequeñas cuevas.

Una suave brisa les golpeó haciendo que les diera un escalofrío. La lava empezó a iluminar cada vez menos hasta que...

OSCURIDAD

-¡¿Chicos?! - gritó Leire moviéndose mientras que con las manos buscaba a sus compañeros - ¡¿Quién eres?!

La joven había chocado contra su "hermano mayor" el cuál la abrazó y dijo:

-Soy yo, hermanita.