Capítulo Dos

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Llegaron a un acuerdo a la medianoche. Aro, Marcus, Caius, Jane, Alec, Demetri, Félix y Matteo (Otro vampiro talentoso) irían a Francia mientras que el resto de la guardia, principalmente Chelsea, Heidi, Afton y Santiago vigilarían el castillo.

Chelsea y Renata llevarían a cabo las ejecuciones, pero solo si fueran una amenaza inmediata para los vampiros, de lo contrario, serían mantenidas en las mazmorras hasta que los reyes regresen.

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Debido a su resistencia y velocidad sobrenatural, los Volturi llegaron a Francia en solo unas horas. El aquelarre francés dirigido por Henri e Yvette desconfiaba de la aparición del aquelarre italiano, pero tuvieron la amabilidad de ofrecerles un lugar para alejarse en Metz, una ciudad cercana a Thionville. El aquelarre francés hizo esto por miedo a loa Volturi y también porque Aro los amenazó en silencio para mantener su llegada en secreto.

A su llegada a su mansión temporal, jane, Alec, Demetri y Félix fueron a explorar el área cercana y su regla era no matar y solo informar mientras los reyes se sentaban en el estudio de la mansión mientras realizan su propia investigación.

"No será estúpida si se limita a liderar solo con los rumanos, también buscará ayuda de otros aquelarres" Marcus dijo mientras recordaba todos los antiguos aquelarres que guardaban rencor contra los Volturi.

"Si ese fuera el caso, entonces el aquelarre egipcio podría unirse a ellos, tal vez el aquelarre indio también" Dijo Aro.

"No importa a quién reúna, no será suficiente para derrotarnos, incluso su ejército de recién nacidos no nos destruirá" Caius frunció los labios con disgusto.

"Cuidado hermano, la arrogancia y subestimar a nuestros enemigos será nuestra ruina" Marcus advirtió al rey rubio.

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Esa mañana, Geraltine se había ido antes de lo habitual, pero no antes de desearle el cumpleaños a su hija. Celine se sentó en el porche de su villa poniéndose un nuevo par de zapatillas de ballet que su madre le regaló para su 565 cumpleaños. Sí, todavía le encantaba celebrar cumpleaños, pero esta vez, no había pastel ni canción, pero al menos le dio un regalo antes de irse.

A la chica de cabello blanco le encantaba desafiarse a sí misma, esta vez bailaba con su zapatillas de ballet mientras tocaba su violín con una venda en sus ojos, tarareó la melodía en su mente mientras daba vueltas en sus zapatos de ballet de puntillas para acostumbrarse a la sensación de los zapatos. Cogió su violín y su arco y tocó una hermosa sinfonía que la mandaba a su mundo ideal que ella misma creaba en sus pensamientos.

En algún lugar, entre su sinfonía, las mariposas rosas y naranjas se unieron a ella y bailaron a su alrededor y parecían brillar cuando tocaba notas más altas.

(Lost Girls - Lindsey Stirling)

Como estaba perdida en su mundo de sueños, no sabía de las figuras que acechaban en las sombras mirándola.

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Jane, Alec, Matteo, Demetri y Félix estaban explorando por todo Thionville, especialmente el área donde frecuentaba una mujer de cabello negro y ojos dorados. Pronto, estaban caminando penosamente por un bosque cuando se encontraron con una barrera, un escudo físico.

Por suerte para ellos, fue donde entró Matteo, su don era que podía crear y romper escudos, físicos y mentales. Aro sabía que Geraltine tenía el don de crear escudos físicos y mentales para bloquear a los oponentes y una de las razones por las que ella era uno de los vampiros más poderosos del mundo.

Pero ya no, ahora Matteo había sido encontrado por el aquelarre, sus ojos rojos brillaron y enviaron ondas sónicas a la barrera a la barrera y en unos segundos, desapareció. La barrera era suficiente para dar a entender que estaba escondiendo algo precioso que no quería que nadie se enterara.

"Podemos ir ahora" Matteo dijo mientras caminaba hacia el suelo donde se suponía que el escudo lo bloquearía.

Los otros cuatro vampiros asintieron con la cabeza y ellos caminaron rápida pero cautelosamente por el bosque verde húmedo y pantanoso. Cuanto más se aventuraban, más espesos se volvían los árboles y la vegetación.

"¿Quién diablos vive baje este infierno" Alec murmuró en voz baja.

"Alguien que no quiere ser encontrado" Jane se burló.

El resto de la caminata fue en silencio, lo cual fue bueno porque ahora podían escuchar algo en la distancia, un violín. La melodía pareció atraerlos más cerca y sus ojos rojos captaron el sitio de una pequeña cabaña rodeada de árboles, pero en el frente había una hierba fina y nivelada y rosas blancas y rosadas que misteriosamente crecían sin espinas y formaban un círculo alrededor de la fuente de la música dulce y tentadora.

Todos tomaron grandes bocanadas de aire ante lo que vieron. No era Geraltine ya que esta mujer tenía el pelo blanco pálido que parecía natural y caía en cascada hasta su cintura, tenía los ojos vendados para que no pudieran ver sus ojos, pero tenía latidos del corazón.

"¿Una humana?" Félix murmuró humildemente en cuestión.

"Ella no es humana" Jane susurró y señaló con el dedo las brillantes mariposas que rodeaban a la mujer.

Aún más impactante fue que estaba tocando un violín mientras bailaba en puntas de los pies con zapatillas de ballet, la vieron maravillados mientras seguía tocando sin un solo descanso durante más de una hora, simplemente no podían apartar la mirada.

"Ella está dotada" Alec señaló que las rosas que la rodeaban se alejaron e hicieron un espacio para que ella continuara tocando cuando se alejó.

"Ella puede controlar la naturaleza" Dijo Matteo.

"Tenemos que informar a los reyes" Anunció Jane.

Todos se sentían reacios a irse, pero fueron enviados en una misión para informar y eso fue todo. Se alejaron de la deidad musical que aún seguía sonando, Matteo volvió a colocar el escudo donde lo colocó Geraltine para no levantar sospechas cuando regresara.

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Regresaron aproximadamente una hora después, la música seguía sonando en sus oídos y tomó toda su fuerza de voluntad para no correr hacia ella.

"¡Ah! ¡Habéis vuelto! ¿Qué habéis encontrado?" Aro les preguntó cuando entraron al estudios, los otros reyes solo asintieron, pero seguían escuchando.

"Es mejor si te lo mostramos, maestro" Jane dijo y uno a uno, le dieron las manos a Aro y después de Matteo, que fu el último, el rey de cabello negro parecía aturdido por lo que le habían mostrado. La música también parecía atraerlo, deseaba ver esta deidad musical por la que su guardia estaba hipnotizado.

"¿Qué has visto, hermano?" Marcus preguntó mirando a Aro que se quedó boquiabierto. Él sonrió sin aliento.

"Una diosa" Fue la primera palabra que le vino a la mente.

"¿Qué?" Caius preguntó confundido por las palabras de su hermano del alma.

"Una diosa, una que todos veremos mañana"

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Eterno (Reyes Volturi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora