Sanrio

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Disclaimer:
Dr. Stone (ドクターストーン Dokutā Sutōn), estilizado como Dr. STONE, es un manga escrito por Riichiro Inagaki e ilustrado por Boichi.

Shipping:
Kohaku x Luna Wright.

Advertencias:
*leve OoC. ¿?

Summary:
Luna expresó sus deseos de comprar merch, lástima que Kohaku no sabe lo que es eso.

Nota del autor:
Casi no público xd
Me salve por cinco minutos xd

¡Espero que lo disfruten!

—¡¿Eh?! ¡¿No sabes lo qué es Sanrio?!

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—¡¿Eh?! ¡¿No sabes lo qué es Sanrio?!

—¿Debería?

La chica más alta hace un puchero con ojos de cachorro en cuanto escucha la respuesta de su novia, sintiéndose un poco decepcionada de no poder compartir su entusiasmo.

Estaban en el cuarto de Luna, solas en la casa de la más alta. Ambas se habían reunido para una pijamada y en lo que comían helado metidas en un kotatsu mientras veían películas pasó un comercial de Hello Kitty y la estadounidense confesó sus deseos de ir a alguna tienda de Sanrio, lástima que su pareja no entendió a que se refería.

—Sanrio es una empresa japonesa iniciada por Shintaro Tsuji en 1960 que tiene licenciada a Kitty, Aggrestuko, Gadetama, My Melody, Kuromi, entre otros. —la mayor se rasca la mejilla con un leve sonrojo, una manía que tiene cuando esta feliz— ¡Incluso tiene un parque temático! Siempre he querido ir a una de sus tiendas a comprar merch de Hello Kitty, aunque suene bastante típico, lamentablemente en USA no hay tanta. —Kohaku la mira sin entender del todo, pensando que su novia no respiró al decir todo eso— desde que vine a Japón estoy ahorrando para ir, aunque no sé donde queda, me tendrías que llevar. —le guiñó un ojo, pero la rubia pareció no prestarle atención.

—¿Tu padre no te compraría esas cosas si se las pedías? —Luna era la consentida de la familia, ¿entonces por qué se quejaba de la falta de presupuesto?

—Mi mamá lo convenció de que era mala idea —la pelirosado soltó una suave sonrisa ante el recuerdo, se sentía tan lejano— a pesar de lo capaz que puedo ser, no puedo contra ella. Fue la primera vez que estuvo en contra de que comprara merch a lo loco —allí estaba, repitiendo otro término que no conocía, Kohaku decidió preguntar.

—¿Merch?

—Mercancías; cómo mochilas, toallas, cuadernos, lápices, ropa, juguetes y esas cosas. Yo sueño con mi bata de Kitty —soltó otro puchero— ¿De verdad no sabías qué era? Vives aquí y es bastante famoso, lo tienes muy cerca.

—No lo sabía. Nunca me interesó. —Kohaku se recostó más en el kotatsu por el frío invernal, curioso pues estaban comiendo helado— el único nombre que conozco es Kitty, pero lo presentaban a la misma hora que el Ninja Hatori, así que nunca lo ví. De hecho, pensaba que era de tu país.

Luna quedó en blanco al escuchar lo último, soltando el bote de helado que, si no fuera por que la rubia lo atrapó antes de caer, habría ensuciado el kotatsu.

—Pero si es Japonés, la diseño Yuko Shimizu, se lanzó aquí en 1974 y dos años después en Estados Unidos. —Kohaku empezaba a pensar que estaba rodeada de otakus.

Senku y Chrome eran otakus de la ciencia; Yuzuriha de las manualidades; y ahora Luna de las plantas y un anime para niños.

—No sabía, gracias por aclararmelo y los nuevos datos.

La de cabellos rosados se preguntó como su novia podía estar tan pérdida en sus cosas para no darse cuenta de algo que casi nunca pasa desapercibido, ¡Ella hubiera querida tener su suerte! No dudaría en pedirle a su padre los miles de artículos de su personaje favorito.

A no ser que su madre interviniera, claro.

—Además, ¿esas cosas no son para niños pequeños? Parece hasta para más pequeños que Suika.

—¡No hay edad para dejar de querer artículos de Kitty e ir a Puroland! —la más alta le lanzó un peluche de Keroppi, parecía viejo, pero se encontraba en muy buen estado.

Luna ya había llegado a la conclusión de que Kohaku tenía el alma de un adulto nacido en los años 60 y el cuerpo de una niña de 18.

—Siento no estar actualizada con eso. —la rubia le sonríe con pena, la de cabellos rosados suelta un suspiro y se recuesta en su pecho buscando consuelo— puedo ir contigo si quieres.

—No tiene chiste si solo yo me emociono por eso. —y, como si se tratara del Dr. House, se le prendió el foco— ¡¿Y si te enseño sobre todo esto?! ¡Así ambas estaremos juntas, pasaremos un buen rato y aprenderemos todo sobre Sanrio! —la chica levantó un poco la mirada para conectarla con la de Kohaku, esperando transmitirle su entusiasmo.

—¿Aprenderemos? —la rubia alzó una ceja.

—Claro, solo sé un poco sobre ellos. No es la gran cosa.

Luna, cielo, cariño, yo soy la que pensaba que era de Estados Unidos y tu te sabes hasta fechas y todo, ¿quién de las dos sabe poco aquí? —pensó la de coleta, sin embargo, aceptó la sugerencia de la estadounidense, que emocionada se levantó a buscar su computadora— ¿No será mucho trabajo enseñarme todo eso de manera que entienda?

—¡No me subestimes! ¡Soy Luna, la chica capaz! ¡Enseñar no será difícil para mí! —la más alta regresó, conectó la computadora al televisor y empezó a buscar algo en ella— primero veremos Onegai My Melody, seguramente te caerá bien Kuromi, es más apegada al estilo E-girl al que te manejas.

Otro término moderno, Kohaku apretó los labios confundida y por momentos quiso abstenerse de preguntar, le daría mucho trabajo a la pobre Luna.

—¿E... girl?

Luna se quedó paralizada unos momentos, intentando asimilar la vacilante pregunta.

—¿No sabes lo que es? —preguntó con calma, pero muriendo en pánico internamente.

—No... —Kohaku desvió la mirada, y ambas tuvieron un pensamiento colectivo.

Esto va a costar.

KohaLuna Week 2021 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora