Capitulo 2

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Había pasado una semana desde la muerte de mamá, y papá como siempre no estaba. Estuvo en el velorio haciéndose el pobre marido frente a todos, para después que todos se fueran se fue a dios sabe donde. Por lo que sorprendió cuando escuche ruido en la planta baja de la casa, normalmente no traía gente por lo que escuchar la voz de una mujer me puso alerta.

Me levante de la cama y me puse unos jeans y una polera blanca básica y mis zapatillas, algo me decía que lo que estuviera pasando abajo no me gustaría. Baje silenciosamente para averiguar un poco a que me enfrentaba.

- Ugh que feo sofá, quien decoro esta casa – La voz de la mujer goteaba veneno, que le interesaba a ella la decoración de mi casa.

- Puedes cambiarla si quieres cariño – Escuche a mi papa decirle

- Perdón? Quienes son y que hacen en mi casa

Habia una mujer rubia y delgada colgando del cuello de papa, sus ojos voltearon a verme y supe que no nos llevaríamos bien. Se notaba que era de clase alta, lo decían sus joyas, ropa y claro las cirugías que tenía en el rostro. Sus labios eran enormes y sus pomulos muy marcados no se veía mal pero era demasiado exagerado todo. Vi a papa mirarme como con burla, cosa que me hizo sentir un escalofrió lo que me hizo bajar la vista y fijarme en las maletas a los pies de papa.

- Chiara ella es Lorenza Russo, se un poco mas educada niña

- Ok, pero que son esas maletas porque no creo que el rosado sea tu color papa – Su mirada se endureció, no se de donde me salió tanta furia pero sabia, algo en mi sabia que esta era la amante de mi papa.

- Lorenza se viene a vivir a la casa

- Tu amante se viene a vivir acá? – Lo mire

- No me hables así Chiara, esta MI CASA – casi me grito

- NO, esta es la casa de mi mama y no vas a traer a tus fulanas aquí – Lo vi soltarla y caminar hasta donde estaba, sabia que había tocado un punto, podría ser callada hasta tranquila, pero nadie iba a venir a profanar donde viví toda mi vida con mi mama.

- Que me vas a pegar? Estoy diciendo la verdad

- ESTA ES MI CASA Y HAGO LO QUE ME DA LA PUTA GANA

- LA CASA ES MIA, MAMA ME LA DEJO – ya estábamos gritando, todo esto me superaba. Pero me sorprendía su cinismo de querer traer a su amante aca.

- De que hablas? – eso llamo su atención, el no tenia idea del testamento de mama.

Las ultimas semanas de vida de mama, ella se dedico a poner casi todos sus asuntos en orden y una de esas cosas fue asegurar mi futuro. Y ahora me doy cuenta que ella sabia de esta mujer y mi papá y quiso asegurarme si llegara esta situación, y llego.

- Mamá dejo un testamento, no sabias? – Sabia que odiaba el sarcasmo

- No, lo sabría – Sus manos fueron a su teléfono, en el fondo sabia que decía la verdad.

- Llama al abogado y pregúntale, o mejor dile que venga y arreglamos esta situación ya.

Mientras papá llamaba al abogado la puerta sonó abriéndose, mire a la puerta viendo unos tacones rosa fuerte altísimos, la luz no me dejaba ver bien. Pero cuando la puerta se cerro me mostro a la persona que había entrado. Y dios me libre era el diablo en rosado. Stella Russo, y hay caí en la cuenta del apellido de Lorenza era la madre del diablo.

Verán Stella y yo estudiamos juntas en la universidad y ella me odiaba no se porque, jamás le hice nada, de echo ni la conocía cuando un día me tiro un jugo en la ropa diciendo que se tropezó, pero en vez de disculparse se rio y bueno hay me di cuenta que no fue un "accidente". Desde entonces la evitaba, pero eso no evito que hiciera que sus seguidores me molestaran, mis cuadernos y apuntes sufrieron la peor parte ya que me los escondían o me los rompían y así fueron varios meses . Ya después bajo un poco la intensidad de sus "accidentes", empezó la temporada de los chicos verán Stella y yo somos como el día y la noche muy diferente. Mientras ella es rubia, ojos café claro, delgada y con cuerpo de modelo y toda envuelta en rosado y con la actitud del diablo. Mientras yo tengo el pelo negro, los ojos verdes claro, soy mas rellenita pero con todo bien puesto ya que trato de hacer mi cuota justa de ejercicio. Hubieron chicos que se interesaron en mi cuando aun estaba en la universidad y Stella se entero, eso hizo que empezara otro tipo de método. Cada chico se interesara en mi, ella lo terminaba seduciendo y luego votándolo. Tuve un novio y como imaginaran me estuvo engañando por meses con ella ya que eso me haría mas daño cuando me enterara, ya después dejo de interesarme los chicos porque sabia que terminarían yéndose por el camino fácil ósea Stella.

Así que el que ella sea la hija de la amante de mi papa fue como un golpe en el estomago, ahora con mas rapidez tienen que irse.

- Mira lo que tenemos acá – Su sonrisa se burlaba de mi, dándome a entender que ella sabia esto desde mucho antes que yo. Solo la mire, no caería en su juego.

- El abogado ya viene hacia acá – Se le veía nervioso, sabia que esta jugada no se la esperaba.

A los 30 min llego el abogado de mamá, Flavio Mancini había sido su abogado desde que tengo memoria, mama y el habían sido amigos desde niños por lo que era como un tío para mi.

- Hola princesa – Tenerlo acá me tranquilizaba un poco mas.

- Veo que no perdiste el tiempo Adriano – Flavio lo miro mal, creo que tengo que asumir que ya todos sabían de los trapitos sucios de papa.

- Vamos al grano Flavio, Carina dejo un testamento?

- Si, no sabias? – Me reí, yo había usado la misma frase, Flavio nos codujo al salón para leer el testamento.

Lo que decía en este era que todos los bienes de Carina Milano pasaban a su hija Chiara Milano. Ósea las empresas, hoteles y los supermercados eran míos, incluyendo así las casas a nombre de mama. Y para papa quedaban 2 empresas que el había invertido por lo tanto son de el y un departamento en el centro, el cual debo suponer que es donde iba con Lorenza. La cara de papa se fue desfigurando durante toda la lectura, sabía que estaba en desventaja ya que por lo que supe, el y mama se casaron con vienes separados.

- Bueno dicho esto y como ya escuchaste papa, la casa es mía por lo que puedes llevarte a tu mujercita y al demonio de hija que tiene a otro lugar – Decir esas palabras me dio tanto placer que sonreí, Lorenza y Stella me miraron con odio pero ya no me importaba, ya había terminado la universidad y no quería seguir viendo su estúpida cara.

Después de 1 hora pudieron al fin irse todos de mi casa, aproveche de mirar con satisfacción como subían todas las maletas de vuelta en su auto, papa subió y guardo algunas de sus cosas y se fue con ellas.

- Estarás bien princesa? – Flavio fue el ultimo en irse, sabia que quería asegurarse de que estuviera bien

- Si estoy bien, solo quiero estar tranquila y no con los espectáculos de papa.

Cuando Flavio se fue aproveche de pedir algo para comer y ya olvidarme de este maldito día.

AMOREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora