Deep Forest (Adrinette) (OMEGAVERSE)

✩ ─── 「☪ Séptima Luna ☪」─── ✩

Adrien lo tuvo esperando por mucho tiempo pero ella se quedó. No estuvo seguro por qué estaba dudando tanto. Quizá porque estaba probando la voluntad de Marinette, o quizá solo temía convertir a su novia. Convertir a un humano en un werewolf no era algo común, aunque había sucedido. Adrien no era el primer werewolf en enamorarse de un humano y había escuchado historias de conversiones fallidas, del humano muriendo en el proceso o enloqueciendo porque el lobo consumía al humano en ellos. Un werewolf controlado solo por sus instintos era un peligro para todos.

Ellos mataban todo sin duda. El destino usual de esas criaturas era una muerte rápida por parte de la manada. Adrien temía perder a Marinette.

Y quizá la respuesta a ello era tan simple como eso.

Por dentro, ansiaba convertir a Marinette. Su lobo quería bailar con ella por el bosque, perseguir a su presa con Marinette. Quería que Marinette fuera capaz de defenderse en caso de que alguien la amenazara. Adrien quería que su novia supiera, que viera y sintiera de verdad lo que el mundo estaba ofreciéndoles.

Los humanos eran tan ciegos a todas las maravillas que la naturaleza les ofrecía. Y sobre todo, Adrien quería que Marinette dejara de lucir triste. Sabía que la chica a veces usaba la excusa de necesitar hacer algo en la clínica solo para conducir un poco antes de detenerse y llorar. Adrien lo sabía porque la había seguido una vez, pero nunca se lo había dicho. Era su culpa que Marinette llorara.

Se recostaron juntos con el cobertor protegiéndolos del frío. Marinette estaba dándole la espalda a Adrien pero el Alfa sabía que no dormía.

—Tengo miedo.

La humana giró de súbito.

—¿De qué?

—De que mueras... De que enloquezcas. No quiero perderte. —Adrien estiró la mano para acariciar la mejilla de la menor.

Los ojos de Marinette se suavizaron.

—¿De dónde sacas eso? No vas a perderme.

—O te perderé porque serás muy infeliz y te irás o te perderé en el intento de hacerte werewolf.

—No me iré, Adrien. No soy infeliz-

—¿Entonces por qué conduces lejos solo para llorar? —interrumpió.

Los ojos de la humana se abrieron del shock.

—N-no quiero presionarte para que me conviertas. A veces tenía dudas... De que quizá tú no querías convertirme porque querías que me fuera. Porque no querías que me quedara para siempre. Cada vez que conducía, nadie me detenía y pensé que quizá si nunca regresaba, a ustedes les daría igual- —La voz de Marinette se quebró y Adrien la acercó más, besándole las mejillas.

—No pienses así, por favor. No te detuve porque pensé que necesitabas libertad y siempre confié que regresarías. De otro modo habría ido por ti. Los cachorros siempre dejan de jugar cuando te vas, y muy seguido se recuestan en el porche y esperan por ti sin moverse. ¿Has notado cómo te saludan cuando regresas? Puede que no te sientan a través del lazo pero no son ciegos a tus sentimientos. Pero quizá yo estaba ciego... Lamento haberte hecho pensar que no te quería.

—No... No es tu culpa. Debí haber confiado en ti como tú en mí. No debí haber dudado de tu amor por mí. —Marinette sonrió con tristeza. —Puede que haya sido la ciega porque nunca presté atención en la forma en la que los cachorros me reciben cada vez. Siento que debo disculparme también con ellos.

—Cuando llegue la primavera... —Adrien dudó pero reunió el valor. —Cuando la primavera llegue, te convertiré si aún lo deseas. Es solo que no quiero hacerlo ahora. El invierno es duro y necesitarás tu fuerza. La conversión te pasará factura, así que prefiero hacerlo cuando la nieve se haya ido y la temperatura crezca.

Marinette lo miró por un momento, muda y sobrecogida.

—¿De verdad?

Adrien la besó para sellar el acuerdo.

—Lo prometo. ¿Esperarás?

Su amante sonrió y lo abrazó con fuerza.

—Tonto, te dije que esperaría. Gracias, Adrien. Estoy tan feliz.

Adrien la abrazó por la espalda enterrando la nariz en el cuello de Marinette, respirando profundo.

«Espero que esta decisión sea la correcta. Gaia, por favor no me la quites la próxima primavera.»

—Veremos tu agradecimiento después de la mordida. Será doloroso, Marinette. Puede que enloquezcas debido a ello.

—En tanto estés a mi lado, sé que puedo. Me aferraré a la vida con todo lo que tengo porque tengo una familia a la cual regresar.

La cama se movió cuando los cachorros de súbito saltaron. Adrien gruñó cuando subieron sobre su cuerpo para llegar a Marinette. Louis y Hugo se empujaron entre sus cuerpos mientras que los otros tres también subían sobre Marinette. Solían ser pequeños pesos pero ahora... Era diferente. Estando cerca de los 9 meses, eran mucho más grandes que antes. Incluso Adrien ya no podía cargar a más de tres.

Marinette sonrió amablemente a los cachorros quienes se colocaron cerca de ella. Rodó sobre su espalda y dejó que Louis subiera sobre su vientre.

El cachorro le lamió el rostro para expresar su afecto y agradecimiento. Los otros miraron con celos a su hermano pero aun así se acurrucaron contra Marinette. Adrien resopló porque no podría acurrucarse con su novia. Pero sabía que los cachorros no tenían malas intenciones.

Ellos quizá despertaron por su charla y notaron la atmósfera tensa, la preocupación proviniendo de Marinette con su aroma. Adrien en silencio vio a su familia, sintiéndose contento de ver a Marinette sonriendo otra vez.

—¿Cómo podría dudar de su amor por mí? —La menor susurró. Lentamente acarició el pelaje de Louis mirando con ojos llenos de amor a los niños que no eran suyos. Pero no le importaba, solo le importaba Adrien y los cachorros.

Ellos eran una familia.

Continuará...

Pinche semana fea, toda la tuve ocupada.

Se los dejo y me largo porque OTRA P*TA VEZ TENGO QE SALIR TODO EL PERRO DÍA!!

BESITOS DE MURCIÉLAGO (ENOJADOS) PARA TODOS~