✩ ─── 「☪ Decima Luna ☪」─── ✩

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Los días pasaron como una mancha difusa. Adrien estaba descorazonado y a cada momento recordaba a la persona que faltaba en su hogar. Los niños habían regresado a su forma de lobo después de unos días en completa depresión, pero él no podía encontrar regocijo en ello. Nada lo lograba. El mundo se sentía tan gris y sin vida de súbito.

Los cachorros estaban devastados también pero daban lo mejor de ellos para animar a Adrien. El Alfa no estaba seguro de si podría recuperarse de la pérdida. Marinette se había convertido en una parte importante de su vida; su 'mate'. Y ahora, Adrien se sentía como un cobarde porque no había matado al lobo salvaje.

«¿Y si Marinette corría al siguiente pueblo y era asesinaba humanos? Su Marinette no habría querido ser una asesina. »

Adrien pasó sus noches, sollozando y preocupándose por su pareja.

**
Tres semanas después...

Fue una mañana que captó un aroma familiar en el aire mientras descansaba en el porche.

Los niños estaban jugando y persiguiéndose en el grass. Adrien alzó la cabeza y esnifó.

«Alguien estaba cerca. Alguien...»

Saltó y corrió hacia el bosque. Los arbustos sonaron cuando algo huyó de la escena rápidamente.

Adrien se detuvo donde el otro animal se había estado escondiendo y esnifó el suelo. Su corazón se detuvo por un segundo.

«Marinette... Marinette estuvo aquí. No, ¿era Marinette o la bestia? »

Adrien soltó un quejido. Aulló audiblemente, esperando recibir una respuesta por parte de su amante. Estaba dividido entre sentir felicidad y miedo.

«¿Qué había regresado a él? ¿Marinette o la bestia? ¿Si era Marinette, por qué había huido? »

**

Al día siguiente, el aroma regresó. Esta vez Adrien no se acercó a Marinette. Quería reconfortarla pero sabía que volvería a huir. La esperanza estaba volviendo a crecer en su pecho. Una bestia salvaje no observaría callada; saltaría de los arbustos y trataría de atacar a los cachorros, quienes no eran un reto. Pero la loba no atacó. Solo parecía observarlos. Adrien se dijo a sí mismo ser paciente pero era difícil. Extrañaba muchísimo a Marinette.

Adrien esperó en su forma humana la siguiente vez. Los cachorros estaban jugando en su forma humana dentro de la casa.

Sentía cerca la presencia de Marinette.

—Sé que estás ahí, Marinette. ¿Aun eres mi Marinette? Te extraño tanto, princesa.

Silencio fue toda respuesta que recibió.

—Pensé que te perdería por siempre, pero estás de regreso. ¿Puedo tener esperanza, Marinette? ¿Regresarás a mí?

No había nada más que hacer así que Adrien siguió hablando.

—Las últimas semanas fueron duras. Me culpé por lo que pasó. No pude dormir porque pensé en las cosas horribles que la bestia estaba haciendo. La bestia, no tú. Sé que nunca lastimarías ni una sola alma, Marinette, y rompió mi corazón cada minuto saber que te había convertido en un monstruo. —Las lágrimas caían por sus mejillas y el Alfa sollozó. —Te extrañé tanto, Marinette. No puedo hacer esto sin ti. Los cachorros son la única razón por la que no elegí morir.

Algo se movió entre los arbustos otra vez. La loba negra no salió de su escondite. El corazón de Adrien se apretó.

—Marinette, amor, ven aquí... —dijo alzando las manos.

Deep Forest (Adrinette) (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora